29 enero 2006

Todo lo que nunca me atreví a preguntar sobre sexo

Aprovecho la ocasión de estar ante tan buen foro de damas y caballeros para hacer algunas preguntas pertinentes y otras más impertinentes con la desfachatez que me caracteriza:

1º) Es cierto que a todos los hombres les pone el lefazo en la cara de la chica? y si es así ¿por qué?.

2º) ¿Son todos los hombres universalmente voyeures de pseudolesbianas en acción?

3º) Una vez conquistada la plaza...¿por qué se pierde el interés? (cuando se pierde quiero decir)

4º) ¿Es una moda universal y permanente que los hombres ahora se autoproclamen todos como lesbianos y se pasen horas interminables en prolegómenos? ¿Qué pasó con el aquí te pillo aquí te mato?

5º) ¿Acompleja siempre un tamaño pequeño de pene?

(Prometo escribir en la próxima una escena muy tórrida que tengo ya casi plasmada, palabrita, pero Ceci, me tienes que enseñar a colgar fotos aquí, aprovecho también para dejar claro que yo no era la chica alta con tan buena pinta de en medio entre lacrizti y laceci, más quisiera yo, eso sí, soy la de la camiseta mojada, algo es algo.)

27 enero 2006

Jóvenes y grandes corridas

Bailábamos en aquel garito. Mi amiga y yo nos reíamos y disfrutábamos de la buena música. De repente, noté el codo de mi amiga en mi costado, y, sus ojos desorbitados me señalaban la escalera.
Un morenazo de cine bajaba por ellas directo a la pista. Sus ojos encontraron los míos, y siguió paseando por el garito.
Mi amiga y yo nos reimos, conscientes de lo bueno que estaba y sabiendo que con el buitrerío que había por el local, no catábamos algo tan rico.
A los 5 minutos, noté como alguien se colocaba detrás mío, y ví la cara de mi amiga de impacto. Un susurro se coloca en mi oído, mientras una mano retira mi pelo para que los labios rocen sensualmente la oreja.
Me estremezco, me vuelvo y veo al morenazo de cine delante mío.
Sin poder ni querer evitar, mis bragas se empapan sólo con el hecho de que se hubiera acercado a mi. Porque sabía, que con la entrada que me había hecho, significaba que follaríamos sin dudarlo.
Depués de tres frases cordiales, no más, me coge de la cintura, y yo me dejo. Le deseo, es guapo, fuerte, atractivo, está buenísimo. No puedo pedir nada más para esa noche. Dirigiendo mis pasos, me acerca a un rincón, y me besa. Primero la boca, luego la mejilla, y luego el cuello. Su mano, puesta en la cintura, sube lentamente hasta llegar a la base del pecho, rozando apenas con sus dedos mis tetas y tapando con su cuerpo el mío evitando miradas envidiosas.

Aquella noche, no pasó de ahí. Besos, caricias discretas en el garito, humedades no saciadas.... y el intercambio de números de teléfono.
Al día siguiente me llamó, y quedamos. Era evidente que lo único que queríamos era sexo. No anduvimos con tonterías, con protocolos, con engatusamientos, cuando ambos olíamos a sexo y rebosábamos deseo.
Fuimos a su casa, y tras una música de fondo, el sofá nos sirvió de preámbulo. Comencé a acariciarle, tenía un cuerpo perfecto, duro como una piedra, unos pectorales bien formados, unos brazos fuertes, unos abdominales impecables, y una polla enorme que acompañaba al resto del cuerpo. Mis manos perseguían su cuerpo y registraban cada cuadrícula de su piel, mientras mi sexo se humedecía más y mas y sus manos acariciaban mi clítoris y jugaban con el.
El sentado, y yo encima, coloqué su polla dentro de mi, creí que me atravesaría, y, sin salir de dentro de mí, me llevó hacia la habitación que estaba al lado.
Me tumbó, y, comencé a sentir su polla golpeándo dentro de mí, con ritmo brutal, acelerado, una y otra vez, sin pausas. Estaba muy en forma, y el ritmo lo aguantaba perfecto. Oía sus resoplidos, mientras yo gemía de placer sintiendo sus envestidas y cómo su polla llegaba al final de mi vagina y mi músculo se estiraba. Sus manos comenzaron a acompañar los movimientos de su polla,acariciándo mi clítoris, y no pude aguantar más. Me corrí en una de sus embestidas, mientras el, al oír mi gemido de placer, se corrió también.

Realmente, recuerdo pocos polvos tan sexuales como aquellos, tan impersonales, tan asépticos, tan sin sentimientos, sólo deseo, pero tan ricos, tan excitantes, tan prohibidos. Seguimos follando una temporada más, cada vez que nos apetecía follábamos como poseídos. Inventamos posturas, juegos, y caricias. Grandes corridas. Hermosas corridas.

Hace poco volví a saber de el. Me recordó los buenos polvos. Los masajes recibidos, su gran polla en mi boca. Pero cuando algo lo acabo, no vuelve. Sólo queda el bonito e intenso recuerdo de las grandes y sabrosas folladas, y queda ese rico sabor, y ese rico recuerdo.

Tremendo paquete

¡Vaya faena!... me han dicho que G tenía un paquete enorme y hoy me ha pillado mirándole el tema, en pleno trance analítico-dimensional pollero. No ha habido manera de disimular y el rojo de mis mejillas me ha delatado. Ni siquiera he sido capaz de decir una chorrada para restarle importancia.

No me suelo fijar en el paquete de los tíos (lo juro lo juro lo juro!!), a no ser que me lo hayan recomendado, ni siquiera les miro el culo a no ser que estén muy lejos y tengan un buen aspecto general. Pero sí que me quedo mirando cuando están muy cerca a su cara, especialmente sus labios, sus hombros y sus brazos, en general las partes del cuerpo que están a mi alcance visual. El culo y el paquete me quedan demasiado lejos y no tengo tanta jeta.

Los tíos no tenéis tanto disimulo y os fijáis a saco en cuanto véis un poquito de carne a la vista, incluso yo misma encuentro difícil esquivar la mirada de un escote donde un botón se ha desabrochado y deja demasiado a la vista o un jersey demasiado ajustado, o un tanga a la vista...
(todo esto ocurre accidentalmente...jeje)

Realmente ¿en qué te fijas más en un primer vistazo? ¿Qué es lo que más te calienta y distrae de ese tipo de "despistes"? (botones desabrochados, lencería a la vista...)

24 enero 2006

¿Somos fáciles?

Hablaba el otro día agua los secretos para ligarnos a las chicas. Le doy toda la razón en lo fáciles que somos de conquistar y de mantener. Aunque entiendo lo complicadas que somos de satisfacer, por lo poco observadores que son los tíos en general.

Las veces que me han conquistado, más que con un buen cuerpo, ha sido con una buena labia. Sé perfectamente que lo del cuerpo es algo pasajero-perecedero y que al final, hasta una simpática barriguita cervecera puede dar mucho gustito. Lo de la labia es más complicado, porque es difícil transmitir sensualidad en una conversación de un bareto, la labia se tiene o no se tiene, lo otro lo arregla la cirugía.

Creo que las chicas somos fáciles de ligar, pero hay que estar totalmente atentos a nuestras señales, no babearnos directamente encima de las tetas y decirnos guarradas a saco. (Aunque lo cierto es que a veces funciona!!). Si molestas, lo sabrás bastante rápido.

Una de las cosas que más aprecio estando "fuera de mercado" es que cuando conozco a un tío, se siga interesando por mí incluso sabiendo que tengo maromo. Me parece doblemente interesante, lo primero porque no es un baboso follador que me descarta directamente por tener pareja (o lo ve como un reto!!) y lo segundo porque a una le gusta que le aprecien como persona, no como pieza de caza.

Pero claro, a veces es difícil entendernos. Ni yo misma entiendo las señales que transmito, muchas veces distorsionadas por el alcohol, mi estado hormonal y/o el morro que le echo a la vida, aprovechando mi situación de "tengo pareja, así que no estoy ligando aunque lo parezca".

Creo que si volviera al mercado, daría un poquito de miedo, o por lo menos causaría alguna sorpresa porque soy de cosas claras y de mariconadas las justas.

En fin,las tías somos más fáciles de lo que os pensáis, pero deberíais ser más observadores y tratar de entender qué os decimos con nuestros ojos, nuestra boca, nuestras manos y nuestro cuerpo.

Será que tengo el día filosófico, aunque quizá tú piensas distinto...

PS: Esta puta página tiene más visitas que mi página personal. Ya me he picado! :-P

In fraganti

¿Os han pillado alguna vez en plena situación incómoda?.

A mí en varias ocasiones, supongo que proporcionales a la cantidad de veces que se me ocurre hacer cosas raras en sitios curiosos.

Una vez fue en pleno kiki campestre, con mantita de cuadros y todo. Eramos los dos bastante novatos y entre que poníamos en condón y estábamos entregados en localizar el agujero por donde había que meter aquello, pasó un pastor con sus 400 ovejas y nosotros disimulando como podíamos que hacíamos no-sé-qué.

Otro día fué echando un polvillo en las escaleras que bajaban al garage del edificio donde vivían sus padres. Justo acabábamos de terminar y aparece un pastor alemán subiendo las escaleras. Salgo pitando de allí y el chico se quedó, oí que la dueña del perro le comentaba: "Aquí te vas a enfriar".

La pillada más espectacular fue un día a la salida de una discoteca, nos fuímos al coche a tener un momento de intimidad. Nos fuímos a un descamapado bastante alejado de la ciudad. El coche se empañó muchísimo. Cuando terminamos de desempañarlo para irnos, descubrimos que había un papel en el limpiacristales. Lo cogimos y ponía "Manolito, maaaaloooo!!", donde Manolito era el nombre de mi novio!!! Nos quedamos flipando :-O

Hacerlo en sitios públicos siempre es excitante, no por el hecho de que te pillen, que a mi personalmente no me mola un pelo, si no porque llegar a tener que necesitar follar allí mismo, implica un estado de excitación por las dos partes que es genial. El problema es que los sitios públicos no están preparados para esos menesteres, con lo que tienes que currarte unas posturas "innovadoras" para evitar tocar al máximo todo lo que te rodea.

Mis mejores polvos en sitios públicos han sido en escaleras, bancos del parque y en el agua. ¿Y los tuyos?

18 enero 2006

Durezas y humedades

En el coche nos besamos mucho rato, aún vestidos pero notando nuestras durezas y humedades por encima de la ropa. Ambos deseábamos tocar pieles pero la falta de confianza nos hacía actuar con prudencia.

Llevé mi mano por encima de tu paquete y noté tu polla dura, cargando a la izquierda y queriendo escapar del pantalón. La hiciste palpitar en mi mano con fuerza mientras tocabas mi entrepierna, por debajo de mi falda pero perdiéndote entre los muslos y sin llegar a tocar mi sexo. Recuerdo arrimar mi pubis a tu mano y de nuevo notar tu polla llenarse dentro del pantalón.

Metiste tus dedos tímidamente bajo mi empapada ropa interior y tocaste mis labios con delicadeza, explorando y curioseando con las yemas de tus dedos. Moví ligeramente el pubis sobre tu mano para acelerar tus movimientos y enseguida pillaste el mensaje y comenzaste a portarte bien y moverla con alegría. Mi mano mientras tanto, practicaba frotando arriba y abajo una masturbación sobre tu polla aún guardada.

Desabroché tu pantalón y bajé la cremallera, dejando emerger bajo el boxer de microfibra tu polla totalmente tiesa. La hice asomarse y comprobé lo preciosa que era: tan suave, tan brillante tan perfectamente apetecible. Te seguí masturbando con mi mano mientras te comía la boca y me follaba tu lengua con mis labios al ritmo de los movimientos de tus dedos en mi coño.

Tu mano empezaba a quedarse corta de velocidad y me apetecía que me metieras tu lengua. No te lo podía decir porque no tenía confianza, pero te bajé los pantalones hasta los tobillos mientras tú me subías la falda hasta la cintura y me arrancabas el tanguita.

Te tumbaste en el asiento y me puse sobre tí con mi boca en tu polla y tu boca en mi sexo. Empezamos la competición de lenguas, aguantabas muy bien mis embestidas y me dejabas sin aliento, con la boca llena ahogando mis gemidos de placer. No me rendí a tu placer, me reponía y seguía atacando. Notaba perfectamente cómo parabas tu lengua cuando era yo la que casi te ganaba.

En ese juego, hacías trampas y pasabas tus dedos rozando mi cintura, por mis costados, con suavidad para distraerme y para excitarme aún más. Menos mal que decidí contratacar con una de mis manos en tu perineo para desconcentrarte.

Ibas a terminar pronto, cada vez tenías las pelotas más duras y yo profundizaba más en mi garganta. Tú te vengabas moviendo tu lengua aún más rápido, lubricada por mis jugos.

Empecé a notar que me iba a correr, que iba a "perder" y no quería hacerlo, pero eras tan bueno, cabrón, que me estabas ganando y lo sabías. Tuve que sacar tu polla de mi boca para no ahogarme mientras me corría sobre tí y recibí ese orgasmo mientras la abrazaba entre mis labios recostada sobre tu muslo.

Luego llego tu turno y me puse acurrucada entre tus piernas. Me saqué la camiseta para rozarte con mis tetas la entrepierna. Las agarraste con fuerza con tus manos. Comencé a devorar tu polla sin controlar mi saliva, resbalando hacia tus pelotas, más adentro y más rápido, más rápido... Noté tus sacudidas de placer en mis labios mientras gemías y te corrías sobre mi lengua.

17 enero 2006

CONSULTORIO: "¿Morbo?"

Nos llega a la redacción una consulta muy curiosa. Para variar, no la voy a contestar yo primero...

Hola chicas:

He decidido esccribiros para hacer una consulta de algo que me pasa desde hace unos meses. Llevo con mi pareja 8 años y tanto personal como sexualmente nos compenetramos muy bien. Sin embargo, desde hace tres meses, cuando salimos con otras parejas amigas, hay uno de los chicos con el que mantengo una relación muy extraña. Empezamos tonteando con perversiones susurradas y besos en el cuello y en el lóbulo de la oreja. Más tarde pasamos a las caricias furtivas y finalmente a los tocamientos directos. Aprovechamos cualquier excusa tonta para encontrarnos (en el servicio, en la puerta del bar...) y nos acariciamos y masturbamos de manera muy sensual. Incluso nos tocamos furtivamente mientras están delante nuestras parejas y amigos.

El y yo lo hemos hablado y tenemos claro que sólo es un juego sexual, ya que no hay más vínculos emocionales que nuestra amistad, pero también sabemos que nos deseamos y soñamos con el otro cuando hacemos el amor con nuestra pareja.

No me siento mal por hacerlo, pero temo que esto lleve a más y me acabe enamorando de él. ¿Qué debo hacer? ¿Dejo de jugar con fuego o disfruto de este pecado?

Muchas gracias!
Besos, R


A ver ese club de la lujuria que nos cuenta... yo pasopalabra.

13 enero 2006

Necesito agarrarme y otras cosas

El otro día estaba echando un kiki en la postura de "la amazona que cabalga el corcel pura sangre concentrao" y me pasó algo curioso: Lo habitual es que yo me agarre a su pecho, a sus hombros, a sus bíceps duros como piedras, sus muslos o su abdomen o bien me sujete las boobbies con mis manos. Pero el otro día él me cogió los brazos por las muñecas y me los sujetaba en el aire mientras yo le cabalgaba. En esta posición mis manos quedaban al aire, tenía tracción para moverme pero sin embargo me necesitaba soltar y agarrar algo, me sentía muy extraña y le tuve que decir que me soltara porque necesitaba coger algo. ¿a tí te pasa?

Hoy hablaba con los compis sobre los vecinos que hacen ruidos cuando están echando polvos: gemidos, ñiquiñiqueos de la cama, gritos, jadeos, golpes... Uno decía que le jodían mucho esos ruidos y yo he comentado que me parecen muy excitantes, sobre todo si piensas que provienen de alguien que está disfrutando realmente, no doblando una peli porno. ¿No te ponen esos ruidos?

Y hablando de pelis porno, en general no me gustan, me parecen muy falsas e irreales, sin embargo, alguna peli amateur que he visto, donde las personas no son actores y están practicando sexo y disfrutando, me parecen muy excitantes, sin embargo a otros les parecen de gente depravada. y tú ¿qué opinas?

09 enero 2006

Benzocaína

Leyendo esta mañana a un bloguero, me partía porque había comprado preservativos "Performa", que alargaban la relación sexual.

Esto me recordó el momento en que yo los utilicé por primera vez.
Evidentemente, yo no vi el condón cuando se lo colocaba, pero sentí en mis propias carnes, las tres horas de trajín que tuvimos. Estabamos todavía en "fase de prácticas", por lo que recorríamos nuestros cuerpos reconociéndo los nuevos rincones más dulces de nosotros, y explorando los gustos de cada uno.
Después de dos orgasmos míos, y de que el no tuviera ni un atisbo de corrida, yo, empecé a angustiarme. Más que contenta por lo divertido que podía llegar a ser, empecé a preocuparme por qué "estaré haciendo mal" en la nueva aventura explorativa, para que ese chico sudara como un poseso sin resultado alguno.
Lo normal es que sea el tío el que se corra primero, o sea más rápido y tenga que frenar el ritmo, y yo ya había gritado y gemido por los dos, mientras el, impasible jadeaba y cambiaba de postura.
Cuando ya no sabía que hacer, le tumbé boca arriba, retiré con mimo el preservativo, y comencé a lamer su polla, triste y decaída en aquel momento. Chupaba, y succionaba realmente con ganas, porque quería que sintiera el placer que me había hecho sentir a mi. Cuando, de repente, el sabor que tenía su polla, no era el rastro normal de un preservativo, ni del propio miembro. Seguí lamiendo, chupando con energía, y mi boca, empezó a adormecerse.

Joder, no me extrañó nada que el pobre tardara siglos en correrse. El preservativo tenía "alguna sustancia" adormecedora que me recordó tristemente al dentista en los momentos más amargos.

En ese momento, para no "cortar" la situación, no investigué más.... seguí chupando esa polla, que cada vez se hacía más grande y más animosa, y segregando la máxima cantidad de saliva para eliminar los residuos que estaban por mi boca y por su miembro. Al final, con gran placer para ambos, llegamos a buen puerto.


Y miré el contenido de los putos condones: benzocaína. No te jode. Indicada como analgésico local tópico para la mucosa bucal.
No echamos unas risas, la verdad, y por supuesto, tiramos a la puta mierda los condones. Yo, a no ser que me fallara el a los 5 segundos, no quería saber más de esos endemoniados condones....


Consejo para todos, hay que saber elegir.

04 enero 2006

Ganando el órdago

Solos en la habitación, todo parecía encajar.
Sentía como el juego estaba llegando a su fin, o, quizá, comenzando, pero en esta ocasión con una buena apuesta.
Mi deseo había aumentado y después de los primeros encuentros fortuitos, tenía que apostar fuerte o perder. No sabía que querría el, pero iba a arriesgar: le follaría esa misma noche.

Nos separaba una mesita de noche, y la luz era ténue, así que, desnuda, levanté mi manta y me acerqué despacio a su cama. Le oía respirar, y sabía que escuchaba mis movimientos. Retiré la manta que le cubría y me recosté junto a el.

Le miré a los ojos, oscuros y profundos, y supe que ganaría la apuesta.

Su boca se acercó a la mía, posando sus labios sobre los míos. Yo no necesitaba un beso suave, quería que me comiera, que me devorara, que me poseyera entera.

Saboreando sus labios, jugosos, carnosos, mi boca sedienta, le lamió y besó desde la comisura hasta el centro de los labios.
Nos aceleramos, y mi cuerpo se estremeció en cada beso, en cada caricia, mientras sus manos se deslizaban suave pero firmemente por mi cuerpo, quedando cubierto por completo por su deseo.
Noté cómo su polla quería escapar de su escondite, así que, deslicé los calzoncillos dejando al descubierto su sexo, erecto y excitando.
Sus dedos paseanban por mi clítoris, y mi excitación aumentaba de forma que necesitaba comerle, chuparle y lamerle por completo. Mi boca, jadeante, bajó hasta su sexo, besandolo suavemente, desde la base, y continuando por el resto del pene, mordisqueando y chupando, lamiendo, sin dejar de sentir el deseo. Mi lengua jugaba con su glande, mojado, paseándola, hasta meterla por completo en mi boca. Oía sus suspiros, sus gemidos, y mi excitación aumentaba.
Estaba mojada, tan mojada que creía que su polla resbalaría dentro de mi.

Con ritmo lento, profundo, introdujo su pene, despacio, pero intenso, dulce y tierno, pero poderoso y enérgico, sintiéndolo dentro de mi, en lo más profundo de mí, me atravesó, y sentí intensamente cómo su pene me acariciba, me inundaba y me cubría.

Sus embestidas, lentas y profundas, me llenaban y me llevaban al placer extremo. Ni siquiera sentía sus caricias, ni siquiera sentía sus besos, sólo sentía su polla dentro, penetrándome, estremeciéndome, haciéndome disfrutar y jadear, mi boca seca y sedienta de los jugos del deseo que sentía.

El orgasmo llegó, sin tardar.

03 enero 2006

Flirteo OFF-line

EL y ELLA no se conocen. Sólo se leen.
...

EL: Bruja no sé si eres. Pero de tus polvos mágicos no dudo, fíjate!

ELLA: Vaya! qué rápido has contestado! (espero que esta rapidez sólo la tengas con el teclado :-P (es para listos...quizá no lo pilles)

EL: igual estás traumatizada por algo...puedo ser rápido y repetir. Lista. :P

ELLA: qué fácil es picarte!! Qué va! hombre, afortunadamente no tengo traumas!! (no me lo puedo permitir!!) Lo de repetir luego está bien.!!

EL: bueno, sé que te gusta que me pique, así que un poquito sí que finjo...si es que soy un sol :) Comprendo que desees besarme, para compensar todo mi cariño. :D ñam ñam

ELLA: jajajaj!! cómo te pasas!! tú y yo tendríamos problemas con esas provocaciones, estos piques a distancia y en internet son fáciles...VALIENTE!! qué chulo que eres!!

EL: O sea, me estás diciendo que no te gustaría besarme? venga, dímelo sin miedo, pero sé sincera. CHULA. ;)

ELLA: Hombre, tienes una dentadura preciosa y unos labios carnosos geniales... pero para qué querría besarte?

EL: Muy lista, contestando sin contestar. já!!! Dime si te gustaría o no, no busques motivaciones, probablemente nunca ocurra... pero ¿te gustaría?

ELLA: ¿esto es una encuesta por e-mail o estás improvisando? :-P

EL: A mí también me gustaría mucho besarte. Tienes ese puntillo tentador... mmmm.... ;) (verás cómo ahora me responde "oye, que no no he dicho que sí...") xDDDDDDDDD qué linda es... xD

ELLA: La lectura te engaña: a veces creemos leer lo que deseamos leer...

EL: No he dicho que lo haya leído, sólo sugiero que no te atreves a confesarlo. Siempre puedes desmentirlo tajantemente... Adelante. ;)

ELLA: Jajajjaja!! Sólo te besaría si me retaras a ello en persona, no con mariconadas por correo como estas!! Pero sólo lo haría por el reto, no por deseo! :-D

EL: No mujer, un beso sin deseo no tiene sentido. Ni siquiera es suficiente que yo sí lo desee. Que pena, te habría retado, sin duda alguna...

ELLA: Pues habría ganado, sólo acepto los retos que gano.

EL: En mis fantasías, en cambio, me besas con ansia, mi piel te pertenece y tu boca deja senderos de calor por mi cuello. En mis fantasías no existen retos, sólo el de tu ahínco por abrazar mi espalda más fuerte.... con tus piernas. :O

ELLA: huy! veo que juegas fuerte! Te tendré que dedicar otro post sensual... Yo sin embargo te imagino dulce y blandito.

EL: No sé en qué momento se pierde lo dulce si ladeo mi cuello para que tu boca entreabierta se adueñe de él. No sé en qué momento se pierde lo dulce si tus rodillas se separan para recibir mi piel caliente, acaparando la superficie de tu vientre, de tus pechos.

No sé en qué momento se pierde lo dulce si mis labios (sí, esos labios carnosos) recorren tu espalda desde el cuello hasta la la curva de tu culito redondo, salpicando ese lentísimo avanzar con toquecitos de la punta de mi lengua.

Lo blandito, en cambio, sí se perdería bastante, fíjate...xD

ELLA: (No contesta.) Piensa: ¿Se lo dirá a todas o es que realmente se inspira conmigo? ... Menos mal que está lejos porque saltarían chispas.

No me creía capaz

Perdí la virginidad después de llevar saliendo una buena temporada con mi novio. Ahora que lo pienso no sé cómo aguantamos tanto tiempo sin follar. Nos masturbábamos, hacíamos sexo oral y todo lo que se os ocurra, todo... excepto meterla. Yo estaba acojonada.

Muy de cuando en cuando me liaba con otros chicos, pero nunca llegué a acostarme con ellos. Follar con otro que no fuese EL me parecía una traición. Podía besarles y hacerles casi cualquier cosa, yo también me dejaba hacer casi de todo... excepto meterla. Ya no es que tuviese miedo, sino que pensaba que los remordimientos no me iban a dejar vivir.

Un día paso, no sé cómo ni porqué con aquel chico y no con otros. Habíamos ido al cine a ver una película francesa. Empezamos a besarnos y nos pusimos a cien. Yo no llevaba bragas porque él me lo había pedido, y aunque yo no le había dicho nada, él tampoco llevaba calzoncillos.

Empezó a hacerme un dedo como a mí me gusta. Muy despacio primero, aumentando poco a poco el ritmo. Me pellizcaba el clitoris sin dejar de besarme. Me mordía las tetas..., el muy cabrón sabe que me vuelve loca que me muerdan las tetas. Que me cojan los pezones con los dientes y estiren despacito.

Hacía un rato que yo ya me había enchufado a su polla. A. tiene la polla normal, ni muy grande ni muy gruesa pero me encanta chupársela porque se nota que él disfruta.

La película no le había llamado la atención a nadie más que a nosotros y a un grupo de tres amigos que estaban varias filas más alante. No pensamos ni por un minuto en el revisor...

Dejé de chupársela para remangarme la falda y sentarme encima. Él mientras se puso un condón. Yo estaba tan mojada que aquello entró a la primera. Me palpitaba el clitoris y sentía que iba a volverme loca. La butaca era demasiada estrecha para los dos, muy incómoda. Me mordía las tetas y el cuello, otra vez las tetas...

Me levantó y me llevó de la mano detrás de la última fila, en el pasillo que queda contra la pared. Me puso contra la pared y me pegó un azote. Luego me la metió por detrás mientras me tiraba del pelo. Nos corrimos practicamente a la vez.

Es curioso que cuando lo intentas hacer adrede, cada uno se corre cuando le da la gana.

Nos volvimos a sentar en la butaca como si no hubiese pasado nada, y a juzgar por nuestras caras de felicidad, los revisores, debieron pensar que nos encantó la película. Supongo que cuando encontraron el condón que se nos olvidó dentro, ataron cabos...

Nunca me arrepentí de aquello y no sentí remordimientos. Al fin y al cabo no hubo amor.

02 enero 2006

CONSULTORIO: "Aún no he besado a nadie"

Para empezar el año, aquí tenemos una consulta "romántica", para variar :)

Hola, soy una chica que tiene 18 años y que se plantea el porque aun no ha besado a ningun chico. No me gusta compararme con los demas, porque se que cada uno es como es y tiene su ritmo. Pero, sin embargo siento el "miedo" a no encontrar nunca a nadie del qual me enamore de verdad y viceversa.
Aunque, en realidad siempre pienso que no es question de buscar, si no de que cuando menos te lo esperes aparecera. La esperanza es lo ultimo que se pierde no?( o eso dicen);)


Pues tienes toda la razón. A veces nos empeñamos en buscar el ideal, el hombre perfecto, y realmente no existe (Bueno sí, es mi marido pero ya está pillao :) . Pequeños detalles nos distraen de fijarnos en lo más importante que es sentirse a gusto con esa persona.

No hay edad para "empezar a besar", ya que depende del curso de nuestra propia vida. Cuando tenga que pasar, pasará y será genial. No le des más importancia.

A ver qué te cuentan los demás lujurilectores y lujuricolaboradoras ;)

PS: FELIZ AÑO A TOD@S!!