30 junio 2005

Estoy tan salida que cuando veo al lunni amarillo por la tele se me resbala el tampax

Entre mojito y mojito, dulce y sabrosón, aderezado con unas coronitas con un toque de tequila, salió la frase del día de ayer que es la que encabeza este post.

by Ceci & Criztina

y esto es lo más "light" que podemos contar.... el resto es los siguientes post....

quién es quién?

Dos de las humildes escritoras de este blog, han decidido salir del armario del anonimato (corporal) y proponerte un juego consistente en que adivinéis quién es quién en la siguiente foto:



Posteado por Criztina, Laceci y Luces.

29 junio 2005

Las dunas de la playa

Tras aquella primera vez, y después de esto y de sus besos , decidieron repetir la experiencia. Esa segunda vez sería en la playa. El lugar elegido era en las dunas de Punta Paloma, en Tarifa. Cuando llegué, Luces ya estaba allí. Vestía un delicado bikini blanco, sin decoraciones. Estaba leyendo un libro. El sol bronceaba su preciosa piel dorada. Me acerqué a ella sin que me viera, y detrás suya besé delicadamente el cuello dejando caer mi melena sobre sus hombros, lo que la hizo estremecerse.

Ella sonrió, se giró y me besó en la comisura de los labios. Me invitó a sentarme a su lado. Extendí mi toalla pegada a la suya y comencé a desnudarme. Yo llevaba mi bikini rojo escotado que a ella tanto le gustaba. Me tumbé a su lado y saqué mi bote de crema. Ella se sentó para echármela, primero me tumbé boca abajo. Me desabrochó el bikini, comenzó por los hombros, bajó por la columna y se detuvo a masajearme en la cintura y en el final de la espalda. Jugó un rato con su dedo untado en crema en la comisura de mis nalgas y luego siguió con mis caderas y la parte de atrás de mis piernas.

Me invitó a dar la vuelta. Comenzó a darme un masaje por el cuello, se acercó mucho y se quitó su sujetador. Se sentó sobre mi pubis y comenzó a masajearme desde los hombros. Se acercaba mucho mucho a mí. Me quitó la parte de arriba del bikini y en cada acercamiento, en cada masaje, me rozaba con sus pezones sobre mi pecho desnudo.

Bajó con sus manos por mis brazos y llevó mis manos a sus pechos. A mí me dio la risa nerviosa, cuando recordé que nuestro lugar de encuentro estaba lleno de gente, posiblemente mirando...Ella lo notó, cogió su pañuelo, y me lo colocó sobre los ojos, para evitar que me distrajera con la mirada. Seguí con mis manos en sus pechos, acariciándolos y sintiéndolos tersos y firmes entre mis dedos. Ella hacía lo mismo sobre los míos, los notaba grasientos por la crema, estaban realmente resbaladizos. Imaginé las miradas de deseo de los hombres de alrededor, lo cual aún me daba más morbo y deseaba en mi interior que alguno se uniera a nosotras.

Ella siguió con la crema por mi tripita y mi cintura. Mi cintura es una zona que me pone muy caliente, en seguida mis pezones se erectaron. Se bajó de mi pubis y se sentó a mi lado, siguió por mis caderas y mis piernas. Se detuvo mucho rato en la parte interior de mis muslos, me separaba las piernas con descaro y acercaba sus dedos a los límites de mi braguita. Me estaba poniendo realmente caliente. Se tumbó a mi lado y ambas nos giramos una hacia la otra hasta encontrarnos enfrentadas. Ella retiró el pañuelo de mi cara y clavó sus ojos oscuros y penetrantes en los míos. Nos acercamos y nos dimos un beso muy profundo en la boca. Nuestras lenguas abrazadas y nuestros cuerpos resbaladizos y pringosos tan cerca, me hacían desearla, me hacían rogarle que me penetrara con su dedo. Cogí su mano y la llevé a mi sexo, la metí dentro de mi braguita, para que ella notara inmediatamente mis jugos sobre las yemas de sus dedos. A ella le encantó y se arrimó aún más a mí. Nuestros cuerpos prácticamente estaban fundidos entre sí. Metí mi mano en su braguita.

Ella estaba muy muy húmeda, acaricié sus labios al ritmo que ella tocaba los míos, suavemente, dejando escapar tímidos gemidos de placer. Acaricié su erecto clítoris en círculos, podía notar cómo sus labios engordaban y abrazaban mis dedos, notaba como me empezaba a erectar yo misma, incluso moviendo involuntariamente el pubis hacia delante con sacudidas de placer.

Le metí un dedo buscando sus profundidades y comencé a penetrarla buscando su placer, ella hacía lo mismo. Nuestras manos se movían nerviosamente de delante atrás, a toda velocidad. Comencé a retorcerme de placer, notaba estremecerse todo mi cuerpo y estaba a punto de gritar de goce cuando ella me besó, manteniendo su mano en mi sexo, a toda velocidad, moviendo su lengua en mi boca frenéticamente al ritmo de su mano, no podía más, iba a correrme en cualquier momento, temía comenzar a gemir frenéticamente mientras escuchaba los ahogados gemidos de Luces en mi boca. Ella se deshacía en mi mano y notaba como estaba a punto de correrse. Aquello aún me excitó más y empezamos a perder el control y a acelerar nuestras manos de manera que nuestros gemidos ahogados se convirtieron en rugidos de placer cuando llegamos a lo más alto..y luego caímos derrotadas.

PS: Uuuuuf...he acabado extenuada......Me voy a duchar!!

Sus besos

Sus labios besaban los pechos de ella, paseaba la lengua por el pezón, juguetona, chupando, succionandolo, excitado y duro. Mordisqueaba su teta, la besaba, la volvía a mordisquear, hundía su boca debajo del seno, perdiéndose en el, mientras, los dedos, acariciaban su suave piel, y acariciaban su otro pecho, como compensádole de los besos robados y dedicados que daba a su otro pecho. Pechizqueaba el pechón, con firmeza, los dedos recorían la aureola del pezón, como marcardo el círculo del placer, notando cómo la piel del pezón se endurecía a cada caricia, más y más, cómo cambiaba la textura, más dura, más rugosa, más incitante. Cogía con toda su mano uno de sus pechos , cubríendole completamente mientras desacía su boca en el otro, dulce manjar.
Juntaba ambos pechos, hundiéndo toda su cara entre ellos, volviendo a chupar, volviendo a besar, mordisquear, tomándolos fuerte y firmemente. Su boca se abrió y con deseo, con ansia, metió uno de sus pechos, jugoso y carnoso en su interior, para llenarse la boca de placer y dulcura. Su mano seguía acariciando sin parar y sintiéndo cada cambio de textura en la piel. Los pezones, mojados, chupados, cada vez más pequeños, cada vez más duros, cada vez más puntiagudos, pedían más besos, pedían más juegos de lengua, rodeandoles, marcándoles, sintiendo la punta de la lengua paseando por ellos.
Su olor era suave, dulzón, incitante. Su cuerpo desprendía ese olor característico que tanto le excitaba, la deseaba tanto, no podía parar de besar, cada poro de esos pechos, ni grandes ni pequeños, los justos para satisfacer su placer y su deseo. Era capaz de correrse con sólo sentir las sensaciones y olores sexuales que el cuerpo de ella desprendía por las caricias que le estaba proporcionando. Ella se movía, sexual, sensual. Mojado su sexo por la oleada de lujuria y placer, por esos besos húmedos que sentía, por esas caricias que erizaban su cuerpo y lo retorcía de auténtico placer.

la Cita II

Por eso la retuve por las muñecas y le puse las manos contra la pared. No me acerqué, ni la rocé con el cuerpo, me mantuve a distancia, en silencio, observando su agitación y el desconcierto de mi escaso ataque. Metí mi cabeza entre su melena negra y le respiré despacio para ver su reacción, después avancé hacia el cuello, rozándolo con el borde de los labios suavemente, pro el borde de su oreja y debajo de su mandíbula, de ida y vuelta sin detenerme apenas. Le pregunté si yo le gustaba, si sería capaz de llegar conmigo hasta el final. Pero era incapaz de responderme, sólo respiraba con intensidad y movía débilmente la cabeza para firmar su sentencia.
Entonces me fui dejando caer sobre su cuerpo, mis brazos contra los suyos y mi boca abierta acariciando sus mejillas rojas de fuego. Luego le hice notar que mi pecho rozaría el suyo, breve roce seco. Soltándose de mis manos se quitó la camiseta y liberó los enganches del sujetador. Me miró desafiante y yo me retiré sonriéndole con descaro, provocándola para que me arrancara la ropa. Semidesnudas reanudamos las caricias. Me deslicé sobre ella, delicadamente, posando el pezón mío, duro y pequeño, sobre el suyo, grande pero completamente enardecido. El contacto fue eléctrico, y desencadenó un mar de suspiros ahogados, y fui bajando mi talle sobre el suyo, cercando con mis manos su cintura , amasando la base de su espalda hasta las nalgas. Y como ya se movía a ritmo apreté fuerte para que me sintiera, el vientre, las caderas y rebotara en su movimiento oscilante contra mi pubis. Amarradas en ese abrazo nos movíamos con un compás igual, sin desorden, en perfecta armonía trotaban nuestros cuerpos con la pauta urgente de la sangre, del deseo nuevo, sacudido de breves espasmos, apenas la antesala del goce completo. Parecíamos ebrias o drogadas, detenidas en un climax denso que casi nos inmovilizaba, sintiendo y actuando de forma instintiva y desconociendo cuál sería el siguiente paso... pero avanzábamos la una sobre la otra, adivinando con esa telepatía única que establecen sólo los mejores amantes.
No había espacio en ese lugar más que para los dedos, que buscaban nerviosos sus pliegues y los míos, tan distintos. Mojaba mis manos, no sabía si con ella o conmigo y nos chupábamos mutuamente, ansiosas de nuevos sabores. Se reía y le comía la risa. Me callaba y me atacaba sin descanso. Descubríamos que cualquier sensación estaba llena de sorpresas y que el placer podía ser interminable.
Llamaron a la puerta con insistencia. Teníamos que abrir.

(¿continuará?)

28 junio 2005

:| Salidas de Emergencia |:

:| Salidas de Emergencia |:La cita (entre Laceci y Luces)

Habíamos quedado en un bar de copas céntrico, no en uno de ambiente. Las dos somos heterosexuales y ésta iba a ser nuestra primera vez, así al menos lo habíamos acordado por el messenger. Quizá demasiado cerebrales ambas controlamos todas las posibilidades, teníamos salidas por si no nos gustábamos, por si nos arrepentíamos o nos daba corte al final.
Ella estaba ya sentada en una de las mesas del fondo, frente a la barra, y yo fui bajando con cuidado los escalones de la entrada. Como llevaba tacones y la iluminación era mala tuve que bajar la cabeza; me gustó el movimiento de mi falda de gasa sobre las rodillas y las piernas lustrosas, depiladas, con un precioso brillo dorado del sol. Eso me dio confianza, así que paré un momento me quedé de pie para que pudiera mirarme entera y le sonreí con calma, segura de mí misma.
Nos dimos un par de besos en la cara y nos quedamos calladas, observándonos en silencio. No está nada mal esta chica con su 100 D de talla de sujetador, parece que las tiene bien puestas y eso que son grandes. Pero no pude ver el resto así que tomé la iniciativa y le dije:
- ¿Llevas ropa interior?-
Pareció titubear en ese momento; su desconcierto me resultó encantador y pensé que ya era mía. Contestó tímidamente que sí, que llevaba unas tangas.
- Pues ya puedes ir al baño y quitártelas. Luego vuelves.
Obediente como una criatura se levantó y mientras caminaba pude observar el movimiento ondulante de su precioso culo, su cintura breve, entallada por una falda demasiado estrecha, igual eso se convertía en un inconveniente.
Cuando volvió estaba más colorada, quizá un poco agitada. No habíamos hablado pero esos síntomas la delataban: yo le había gustado y se excitaba con mi juego.
- Voy a pedir bebidas para las dos a la barra, siéntate ahí en frente, y cuando vuelva ábreme las piernas que yo compruebe desde lejos si es cierto que no llevas la tanga.
No contestó, apenas un murmullo fue su voz, pero me dio la impresión de que asentía. Cada vez estaba más colorada.
Al volverme con las dos copas en la mano tuve que hacer un ejercicio de autocontrol porque ella se había subido la falda hasta las caderas y separando los muslos me mostraba entero un coñito depilado y pequeño. Fue un golpe fuerte a mi deseo, me mojé tanto que algunas gotas empezaron a deslizarse por el interior de los muslos, sin nada que las retuviera porque yo sí vine con la precaución de no llevar braguitas, ni sujetador... lo cual delataba que se me habían puesto las tetas “plin”.
Había un tío junto a la barra que no había perdido detalle de la escena y se vino raudo donde estábamos para proponernos cualquier cosa por estar con las dos. Entonces yo la tomé del brazo y le dije que nos fuéramos al baño para quitarnos de encima a ese pelma. Me siguió mansita como una cordera, temblando un poco. Nos metimos en el baño y cerramos con pestillo. Y allí la obediente, la sumisa, sin mediar palabra se me abrazó y empezó a comerme la boca con verdadera desesperación. Me mordía los labios y me chupaba la lengua atrayéndola dentro de su boca con una succión brutal, y sus manos se habían metido por debajo de mi top presionando mi carne, pellizcando mi espalda, rebuscando mis pechos. Apenas me pude separar cuando la ví con los ojos turbios y gimiendo de deseo...parecía una pantera a punto de atacar.

(continuará mañana sin falta)

Laura y Lucía

Era demasiado tarde para seguir en la cama, Lucía abrazó a Laura llevando la mano desde la cintura hasta su pecho. Su pezón se erectó bajo la camiseta. Ella se dio la vuelta haciendo que sus ojos y sus labios se enfrentaran. Lucía la besó profundamente, se entretuvo en sus labios carnosos, los lamió y los mordisqueó.

Sus lenguas se entremezclaron retorcidas. Lucía tocaba la tripita de Laura con las yemas de sus dedos llevándolas desde su ombligo hasta su espalda, allí bajaba y jugaba con la gomita de su tanga, acariciaba sus nalgas suaves y volvía a subir por su espalda hasta llegar a su cuello.

Laura le respondía con sus caricias por su pecho. Cogía el pezón entre los dedos y le gustaba acariciarlo hasta dejado afilado. Hacía mucho calor. Laura bajó los tirantes de Lucía a los lados de sus brazos para poder llegar mejor hasta sus pechos. Acercó su boca a esos pezones preciosamente apuntados. Laura se tumbó boca arriba para dejarse acariciar. Lucía siguió con la lengua en los pechos, subía a su cuello, daba pequeños bocaditos y volvía a los pechos. Su lengua empezó a bajar hacia el ombligo provocando un gemido de aprobación de Laura. Separó sus piernas, dejándole ese sitio caliente a su amante. Ella siguió besando su barriguita mientras jugaba con sus dedos en los límites de su tanga, cerca de su vulva. Notaba sus labios hinchados y cómo iba fluyendo la humedad de su interior.

Lucía acercó sus labios a la vulva de Laura, aún vestida con el tanguita. La besó por encima notando cómo la humedad ya le empapaba la ropa. Laura empezó a bajarse el tanga para notar la lengua de Lucía directamente sobre su piel. Lucía le ayudó a quitárselo y volvió a sumergirse entre sus piernas. Jugueteaba con sus labios más externos. Ahora ya podía ver el clítoris de Laura asomado entre sus hinchados labios, pero quería jugar con ella: lamía tímidamente sus labios por fuera mientras notaba como se hinchaban, palpitando más y más. Lucía también quería disfrutar de aquello, sabía que Laura cuando se excitaba tanto comenzaba a salivar de una manera increíble.

Lucía se quitó su propia ropa y colocó sus rodillas a los lados de la cabeza de Laura, inclinándose sobre ella y besando directamente su sexo. Pasó la lengua por encima de su clítoris, acariciándolo en círculos y besando sus labios. Laura le devolvió el gesto, acercó la vulva de Lucía a su boca y comenzó a besarla con ansiedad, con los labios, con la lengua. Laura se estremeció y gimió de placer. Lucía era fantástica con la lengua, era todo un reto intentar seguir con lo suyo mientras recibía aquel regalo. Como siempre, jugaban a imitarse, reproduciendo las mismas caricias que recibían en una interminable batalla de placeres...

Para Luces, por aquella estupenda velada...

24 junio 2005

Declaración de principios

Hace no demasiado tiempo, me costaba entender físicamente la homosexualidad. Sin embargo, desde hace un año, no sólo lo entiendo, si no que le he dado la vuelta a la tortilla. Con esto no quiero decir que me haya hecho “tortillera”, más que nada porque aunque sepa apreciar la belleza femenina, me gusta demasiado el placer que sólo puede dar el juguete de un hombre...(supiro).
Aquí viene mi declaración, que más bien lanzo como una reflexión:
¿Qué mejor conocedor del placer masculino que un hombre? Estoy casi segura que las mejores pajas y las mejores mamadas, se las hacen los gays entre ellos, y dado que el sexo oral, podría sustituir divinamente a las penetraciones vaginales... entiendo perfectamente la homosexualidad. (Y hoy no toca hablar del sexo anal.)
El caso de las féminas, no ha de ser muy distinto, aunque pocos apéndices femeninos pueden sustituir a una polla, seguro que también se pueden hacer "simulaciones" muy buenas y de los cunnilinguus sin barba ni hablamos...¿o no?

PS: de momento, el lesbianismo me lo dejo para experimentar jugando.
PS2: No contestaré a la pregunta sobre qué me hizo cambiar de pensamiento.

23 junio 2005

SEXO EN GRUPO

Una de los juegos más excitante es la práctica del sexo en grupo. Es posible que en cuanto oyes eso, solamente se te ocurran todo tipo de orgías de vete a saber qué prácticas extrañas y no tiene nada que ver con esto.

Para empezar hay que elegir el sitio, ha de ser un sitio cómodo, tranquilo, discreto y neutral, para evitar miradas indiscretas. Lo ideal sería una estancia amplia y cómoda, con alfombras por el suelo y cojines de diversos tamaños, estilo hindú.

La participación de gente se intentará que sea al 50% de ambos sexos, para que sea más entretenido. Este punto lógicamente admite muchas variantes, ya que depende de si se trata de encuentros gays, heteros o bisex. O puede depender directamente de dejar previamente claro hasta dónde quiere llegar cada uno.

No sólo hay que mirar la cantidad de gente, si no sus motivaciones y su carácter. La gente tiene que ser sana, lanzada, atrevida, sexy, segura y desinhibida. No hay que llevar historias raras en la cabeza y hay que tener la suficiente libertad para abandonar en cualquier momento.

Hay que crear un entorno favorable y distendido. El alcohol suele ayudar a desinhibirse, aunque tampoco hay que pasarse demasiado, para evitar perder el norte ;). ¿o si?

Es recomendable comenzar con algún juego de mesa o de cartas, como por ejemplo el poker-mentiroso con dados o cartas, donde cada jugador irá perdiendo prendas de ropas, o bebiendo una medida de licor según vaya evolucionando el juego. La opción más light sería quedarse en ropa interior y la más avanzada, sería pasar a las pruebas en cuanto la gente se quedara sin ropa.

Hay algunos juegos de mesa que se venden en los sex-shops: la gran bacanal, varias versiones del kama sutra, dados de posturas. E incluso hay algunos juegos que se pueden descargar en internet (la fresa, el tigre) para jugar simplemente con un dado y fichas. Estos juegos de tablero, admiten diferentes niveles y opciones, según el atrevimiento de los jugadores. Se aconseja, tener siempre el comodín de la bebida por si algo no apetece hacerse. También es recomendable tener un reloj de arena para graduar la duración de las pruebas.

Antes de comenzar a jugar, hay que definir entre todos los jugadores las reglas del juego y el nivel al que se quiere llegar. Por ejemplo, en la gran bacanal, el juego se termina cuando dos jugadores acaban simulando follar en una postura que indicará el dado. Sin embargo, ese mismo juego en su versión ligth, podría acabar en esa simulación, pero con la ropa interior puesta.

El objetivo del sexo en grupo es pasarlo bien, no se trata de presionar a la gente a lo que no quiere hacer. Lo mejor para conseguirlo es sinceridad a la hora de opinar y decidir hasta donde se quiere llegar.

La opción más atrevida es hacer los juegos “gayheteros”, aunque en principio la idea te disguste o no te ponga nada, si no lo has probado, no lo puedes juzgar....

Atrévete!

22 junio 2005

El Profesor III

(NOTA: No he sido capaz de crear la segunda parte del profesor, me enrollaría en demasiadas explicaciones, de personas, situaciones y lugares que llevarían a quitarle el interés por lo menos para mi. Si no la has leído aún, todo empezó aquí)



Mario les ofreció tomar una copa en su casa. Ellas estaban demasiado borrachas y demasiado excitadas por la situación como para negarse a la invitación, además seguían empatadas en la liga del “a quién me cepillo esta noche”.
En el taxi de camino a casa, montaron los tres atrás. Mario, caballeroso, se sentó en medio de ellas, no sabía si buscando la provocación o intentando que aquellos dos fuegos no originaran uno mayor. Lara se acercó a su boca y le ofreció un beso apasionado, mientras le metía la mano por la camisa y acariciaba su torso. Lara noto como los pezones se erectaban con el roce de sus dedos. Mar vió casi perdida la partida, observó como el paquete de Mario comenzaba a crecer y decidió colaborar.
Empezó a tocar disimuladamente su paquete, notando como aquella polla endurecida iba creciendo dentro de aquel pantalón. Desabrochó botones hasta casi liberarla, mientras pudo ver los ojos mosqueados en el retrovisor del taxista que intentó disimular al cruzar su mirada con la mirada de Mar en el espejo. Ella ya tenía la polla en la mano, fuera del boxer. Aquella polla era preciosa, Mar la agarró con su mano y apenas se alcanzaban el pulgar y los otros dedos. Era hermosa y fuerte, cuando la agarró, notó cómo palpitaba en su mano, hinchándose aún más. A Mar literalmente se le caía la baba con aquella joya en sus manos y aunque notaba la mirada inquisidora y morbosilla del taxista sobre sus gestos, fingió que se le caía el bolso y llevó a aquella hermosura hasta el fondo de su garganta. Mario no se esperaba aquello y dejó escapar un gemido de placer. Lara notaba que iba perdiendo puntos, ya que pudo ver toda la jugada, aunque aún seguía apurando aquellos labios gruesos y jugosos. Decidió contraatacar. Cogió la mano de Mario, y la metió por debajo de su falda. Enseguida
Mario pudo notar la humedad de aquel coñito precioso, acogedor y perfectamente depilado. Mario acarició aquellos labios gorditos, que parecían besar sus dedos en cada roce. Lara tuvo que dejar un segundo de besarle para morderle los labios de placer, era su manera especial de decirle que aquello le estaba gustando, pronto em pezó con su lengua a meterla y sacarla de la boca de Mario para incitarle a hacer lo mismo. Cogió su mano y aún la acercó más a su sexo. Ella quería que le acariciara el clítoris, que buscara su perla del placer y le diera un precioso masaje. Mar notaba aquellos movimientos, y siguió comiéndola al ritmo que notaba en la mano de él.
Mario aún tenía una mano libre, la llevó detrás de Mar y comenzó a acariciarle el tatuaje de su cintura y el comienzo de sus nalgas que se anunciaban por el talle bajo del pantalón.
En ese momento el taxi se paró. Los tres abandonaron sus juegos y se incorporaron como niños buenos a los que llaman la atención. “Ya hemos llegado”.

(¿Llegaron demasiado pronto? ¿Hacemos que Mario viva más lejos? ¿Qué te apetece que pase?)

21 junio 2005

Cadena Canalla

Joder, si es que me voy a acabar aficionando, pero es que al final dicen mucho de una, y además me encanta recordar algunas cosas. Esta vez la viene de dosjerez y de asco de vida.

Última gran borrachera
Fué cuando me encontré al día siguiente el tanga del bikini colgando en la barandilla de la escalera y el sujetador fuera de la casa...

Último gran polvo :
Hace un mes o así, debí tomar alguna sustancia que me excitó y me puse como una moto, eché un polvazo, cuyos detalles no voy a relatar, incluyendo griegos, franceses y de otras nacionalidades..

¿Cuales son las tres drogas que más consumes?
• RON (me enganché al mojito el verano pasado)
• CAFEINA (todos los días varias veces)
• NICOTINA (cuando me da por ahí)
Género pornográfico favorito
Ah!, que hay géneros?, no soy muy aficionado al porno, pero me gusta que la película tenga cierto argumento…
Si pudieras hacer saltar por los aires un monumento o edificio emblemático, elegirías..
Cualquier monumento dedicado a un politico o militar..
¿Anal o vaginal?
Vaginal 70% Anal 30%
Último acto de transgresión realizado –
¿Te parece poco este blog? (jeje copypaste de J+MC)
La mejor música para follar es..
Chill out
Hablanos de "la gran juerga"
La misma de antes…Generalmente las grandes juergas, coinciden con las grandes borracheras.
¿Tragas o escupes?
Tragas, escupes, beso blanco….
Nombra cinco personas a las que les partirías las piernas -
• A Aznar, es la prepotencia con bigote personificada.
• A Ojo Pocho (este es subnormal profundo)
• Al Lonchas (este es como el anterior)
• A JC Franco, por asesino e hijoputa.
• A nadie más.
¿A quien le pasas el marrón?
A quien quiera cogerlo.

20 junio 2005

Oda a la mamada

Me gusta chuparla, sobre todo por ver tu gran placer al recibirte en mi boca. Me gusta que me digas que siga así, que te gusta cómo lo estoy haciendo, que gimas, que me pidas más. Me gusta sentir cómo palpita en mi boca, en mi mano, como se hincha, cómo se pone dura, cómo se engorda....Me encanta la suavidad de tu glande, pasarle la lengua por encima, rodearlo, chuparlo, abrazarlo con mis labios, lamer el frenillo....subir y bajar con la lengua desde arriba hasta abajo, meterme las pelotas en la boca y juguetar con ellas con mi lengua. Me gusta engañarte y hacerte rogar que me la coma. Me gusta besarla, me gusta babearla, me gusta sorprendente con una garganta profunda cuando menos te lo esperas...Me gusta succionarla cuando llena mi boca, subir y bajar despacio, subir y bajar rápido. Mojarte. Rozarte con mis tetas tus pelotas, tu entrepierna, lamer desde abajo hasta arriba, con suavidad parándome en tus curvas y en tus rectas. Oirte gemir, sentir como te retuerces de placer…Me gusta seguir y seguir y seguir hasta que me duela la lengua y ruegas que pare y ya no puedes mas…y es entonces cuando te derrites en mi boca
(SUSPIRO)

16 junio 2005

Cadena erotica

Recojo desde El príncipe de la Lujuria esta cadena y os invito a seguirla...

1. Ultima vez que practicaste (activa o pasivamente) el sexo anal
Hace una semana o así.

2. Ultima web porno que visitaste

Creo que la de Christine Young, la bloguera cachonda australiana.

3. Ultima vez que te masturbaste

Uuuuf, ni me acuerdo, con tanto polvo, no me da tiempo...

4. Cinco acciones sexuales que te pongan loca

a) Que me calienten hasta rogarle que me la meta.
b) Que el gima.
c) Hacerlo en un sitio público.
d) Estar disfrutando tanto que no me importe que me oigan gritar ni gemir.
e) Que me cuenten guarrerías al oído.

5. Cinco personas a las que te follarías ahora mismo y cómo

a) A mi amigo E en el cesped
b) A mi compañero I en el servicio, aunque creo que es gay.
c) A mi compañero R en la sala, aunque creo que es gay.
d) A Brad Pitt sobre el caballo que llevaba en leyendas de pasión.
e) A George Clooney en una limousina con champán.

A ver cuáles son vuestras respuestas...

15 junio 2005

Haz que sea inolvidable.

Puedes elegir ducha o baño. Si os ducháis juntos, se favorece el contacto físico y puedes utilizar tu cuerpo como esponja sobre el suyo. Frótate con él hasta que se vaya excitando, y cuando lo tengas muy animado arrodíllate delante suyo y cómesela enterita.

En el caso de haber elegido baño, prepáralo antes con velas y sales aromáticas o bolas de aceite. Intenta que esté el agua bastante caliente y sentaros uno enfrente del otro con las piernas de ella abrazando la cintura de él. De esta manera os podéis besar profundamente y él podrá besuquear tu cuello y tus tetas. Así podrás sentirle empalmándose directamente sobre tu sexo, e incluso podéis llegar a echar un polvo. Si llegáis a follar en la bañera, asegúrate que las sales están disueltas, o te joderás las rodillas con el roce. Otra opción es hacerle una mamadita en el agua, siendo submarina es más complicado, aunque más divertido. Si se trata de un jacuzzi, entonces es obligatorio echar un polvo con burbujas.

Tras el baño, os vais a la cama. La habitación deberá estar iluminada por luces suaves, por ejemplo velas y si os gusta, con alguna barrita o cono de incienso o de sándalo para ambientar. También se puede poner algo de música suave, chill out por ejemplo.

Pon una toalla sobre la cama, para no pringarlo todo y dile que se tumbe en el medio, boca abajo para hacerle un masaje con tu cuerpo. Puedes utilizar crema hidratante corporal, aunque es preferible utilizar aceite de masaje, con algún perfume estimulante. El aceite o crema suele estar frío, puedes calentarlo primero entre tus manos, o puedes jugar con la temperatura y verter unas gotitas, empezando por su espalda para darle escalofríos.

Cuando ya esté bastante aceitoso, túmbate encima de él y vete subiendo y bajando deslizándote sobre su cuerpo, frotando todo su cuerpo con el tuyo, de arriba abajo. El propio peso de tu cuerpo hará que sea un masaje más estimulante. Cuando subas a la cabeza, dale besitos en el cuello, mordisquéale las orejas, métele la lengua bien adentro y masajea sus hombros con tus manos. Cuando vayas por su cintura masajea con las manos sus costados, sus nalgas, su culo. Mete juguetonamente tus manos entre tus nalgas y juguetea con tu dedo en su ano. Cuando estés por sus pies, masajea con las manos las palmas de sus pies, chuperretea sus dedos y mete la lengua entre sus dedos, y éstos en tu boca.


Dile que se de la vuelta y sigue tu masaje por esta parte. Tápale los ojos con un pañuelo, acerca tu pecho, para que bese y muerda tu pecho y tus pezones, acerca tu boca para besaros, bésale el cuello...vete bajando por su pecho úntale bien de ace ite, besa y mordisquea sus pezones, juguetea en su ombligo, baja hasta su polla, pero no te la comas, juega con sus huevos, roza con tus pechos su entrepierna, acércala a su polla y mientras tanto mastúrbate con su rodilla, con su empeine.


Mientras subes y bajas notarás un aceitoso masaje estimulante en tu clítoris. Sigue bajando y quédate con una de sus piernas entre las tuyas, pegada a tu clítoris, ahora sí que puedes acercar tu boca a su polla, primero despacito, con la lengua en el glande. (Si todo ha ido bien, no necesitarás la mano para aguantarla :). Sube de arriba abajo con tu lengua, masajea sus huevos y mientras te la vas comiendo, síguete frotando contra su pierna y acerca tu pecho a sus pelotas para masajearle. Con tu mano puedes dar una masaje en la línea que hay entre sus huevos y su ano, si te atreves, incluso puedes llevar tu lengua a esa parte y seguir jugando.

Dile cositas, piropéale, halaga su polla, no dejes de tocarle con las manos, con la boca, con tu pecho...con todo tu cuerpo.

Date la vuelta, pon tus rodillas a ambos lados de su cabeza, hazle olerte, acércale tu clítoris para que lo pueda estimular con su lengua, mientras tú sigues con la mamadita. Métetela hasta el fondo, esta postura lo favorece por la inclinación de la polla, hacia tu garganta. Le encantará que te la metas tan adentro como puedas, mientras gimes, saboreas y te relames con sus sabores. No te cortes y da rienda suelta a tus sentidos, deja escapar tus gritos, tus gemidos y tus rugidos de gozo. Fóllate su lengua.

Podéis llegar aquí al orgasmo, recuperar un poquito y ya estáis listos para poder echar un polvo y acabar la faena.

Súbete sobre él, no te costará metértela bien adentro. Puedes elegir el movimiento tradicional, de adelante atrás, que estimulará tu clítoris con el roce por fuera y tu punto G por dentro, agárrate a sus hombros o a su pecho, aráñale. Puedes probar a ponerte a horcajadas sobre él y subir y bajar en esta posición, sólo apoyada sobre tus pies (esta cansa un poquito, pero a él le encantará). O puedes probar la samba sexual, que os encantará a los dos. O puedes tumbarte hacia sus pies y subir y bajar en esta postura.

Si quieres terminar de sorprenderlo, métetela por detrás, mientras llevas su mano a tu clítoris para que te siga estimulando. El resto y el cómo termines, lo dejo a tu imaginación.

Espero que disfrutes tanto probándolo como yo escribiéndolo.

10 junio 2005

La Samba Sexual

Ella lo monta a él. Es preferible que él esté recostado, ni sentado ni tumbado. Ella tiene que estar bastante mojadita y en vez de realizar el típico movimiento de detrás adelante, debe realizar un movimiento circular, al ritmo de la samba, moviendo las caderas en círculo.
Es muy excitante porque el pene roza por dentro todo el área donde está el Punto G y da mucho gustito...Además es un ejercicio fantástico para perder grasilla en la cintura..

09 junio 2005

Descubriéndote...

He podido recorrerte mil veces con mi boca
He conocido todos tus sabores en todos tus contornos
He llegado a todas tus profundidades
He probado todos tus placeres
He soñado todas tus noches
He gozado todos tus encantos

y he pensado que cada día, de nuevo te descubro.

07 junio 2005

La escalera

Me encontré contigo de casualidad, en la oscuridad de la bajada al baño de aquella escalera de caracol tan estrecha, nos rozamos a propósito, perdí los cuatro centímetros que me separaban de la barandilla, sólo para tocarte con mi pecho.
Con una mirada supe que cambiarías de dirección para encontrarte conmigo. Me besaste mientras acariciabas mi cintura con las yemas de tus dedos.