31 octubre 2005

CONSULTORIO: "No me cabe"

Nos llega esta consulta al correo:
"¡Hola salidas!
He leído muchas veces que habáis del sexo anal, como si fuera algo habitual. Yo lo he intentado muchas veces, pero siempre lo dejo porque no me cabe y me hace daño.¿Hay algún truco?.
Muchas gracias. Me gusta vuestro blog!"
Pues como este tema ya lo hemos tratado, te remito al artículo correspondiente.

Lo fundamental: higiene, excitación y paciencia.

Vuestros consejos son bienvenidos!!

PS: Hemos añadido un buscador a la derecha para que podáis localizar artículos o relatos por medio de alguna palabra.

28 octubre 2005

SENSACIONES: Recordando el placer

A veces me sobrevienen recuerdos de situaciones placenteras y noto que mis genitales se ponen en marcha. Noto la sangre circular, los labios separarse y calor. Supongo que debe ser una sensación parecida a una erección masculina.

Es muy agradable, porque no lo controlo. Si le doy vueltas a ese pensamiento de excitación, aún me pongo más caliente y lo que es genial es llegar a mojarse sin tocarse, ni que te toquen.

Eso es lo que consiguen algunos textos que leo, sobre todo de experiencias que describen sensaciones, hacen no sólo que esté viendo lo que me cuentan, si no que esté participando en ello, aunque sea en mi imaginación. Si además lo cuenta un hombre, aún es más excitante, ya que no es habitual ver a un tío explorando el campo de los sentidos y mucho menos contándolo.

Dicen (con razón) que el cerebro es el órgano sexual más potente.

¿A ti qué te pone sin tocarte?

27 octubre 2005

CONSULTORIO: El orgasmo "sostenido"

Algunas veces y tras una sucesión de varios orgasmos, llega un momento que se me quedan los labios mayores inflamados y separados, como si estuvieran erectos, y además tengo una sensación de orgasmo sostenido, como si me quedara en el estado "a punto de tener un orgasmo", pero sin llegar a tenerlo, entre otras cosas porque es una sensación muy desagradable entre ese punto y las ganas de orinar.

Me quedo así unos 5 minutos y es una sensación extraña. No puedo hacer absolutamente nada para salir de ese estado.

¿Sólo me pasa a mi?

26 octubre 2005

Memefollo

Me ha gustado la cadena que le han pasado a Ababol, así que la secuestro y me la traigo para aquí. Por favor, contestad en los comentarios y si queréis os lo lleváis al blog.

1.¿Cuál ha sido el mejor polvo de tu vida?
Uno que eché en Asturias y que me provocó uno de los orgasmos más intensos que recuerdo y que sólo de pensar en él se me pone todo de punta.
2.¿Cuál es el sitio más original donde has follado?
En un bar con gente, más que original, atrevido.
3.¿Qué es lo que más te gusta en el momento del folle?
Que me digan cochinaditas al oído, que me adulen y que gima, grite o susurre. Me pone.
4.¿Qué es lo que más odias en el momento del folle?
Que haya que parar de follar en el mejor momento, por motivos ajenos a la emisión.
5.¿Qué fantasía sexual te queda por cumplir?
Muchos chicos para mi sola, a mi servicio.
6.¿Con qué personaje de la blogosfera masculino y femenino te darías un revolcón sin dudar?
Masculino:
Me apuntaría a un trío con el príncipe y el del gen. (Por separado también me servirían)
Femenino:
Me pegaría un filetazo con Luces, para poner a algún maromo, especialmente el suyo o el mío.

Hala! ahí queda eso!! Animo!!

La líbido baja

Desde que estoy adelgazando, estoy perdiendo la líbido, ¿qué me pasa doctor? ¿Será por haber perdido las asideras del amor? (lorcitas laterales)

¿Tendrá esto que ver con adelgazar o con el estrés del curro?¿Cómo puedo arreglarlo?

Ya sólo follo una vez al día, me empiezo a preocupar....

25 octubre 2005

Bajarse al pilón

Después de chatear y tontear por teléfono y mensajitos bastantes días, me decidí a quedar con él. Parecía una persona divertida con la que pasar un buen rato, así que quedamos en vernos en una zona céntrica y conocida por ambos.

Me arreglé, aunque no en exceso, me decidí por una minifalda para sacar partido de mis piernas. No me ajusté demasiado el pecho y me maquillé ligeramente para tapar las ojeras que arrastraba. La cita era a las 9 del viernes.

Llegué 10 minutos tarde, porque no quería ser yo la que esperara. Cuando entré al bar, había demasiada gente, así que saqué el móvil y marqué su número mientras miraba a mi alrededor. Lo cogió y me indicó que estaba al fondo, en una mesita cerca de los baños.

Me miró de arriba abajo mientras me acercaba, noté que me sonrojaba por verguenza. Se me vinieron a la mente todas las cosas subidas de tono que habíamos estado intercambiando. Se levantó, nos dimos dos besos nerviosos y nos sentamos. Me pedí la que sería la primera de las 4 o 5 cañas que tomamos allí. Hablamos de nuestras cosas, del chat y de anécdotas que nos habían pasado con internautas.

Las cañitas nos fueron tornando más cariñosos y finalmente nos fuímos a otro bar. Ya eran las 12 y pico. Nos pedimos unas copas, martini cola y JB naranja y seguimos hablando. Había bastante ruido, así que teníamos que acercarnos mucho para hablar. Me puse nerviosa al notarle tan cerca. Estaba mucho mejor que en el avatar del messenger, además olía muy bien. No sé qué colonia era. En un descuido, me besó y respondí con mi lengua. No perdió el tiempo y me abrazó, metiendo su pulgar por la cinturilla de mi faldita. Aquello me excitó bastante. El alcohol también ayudó a que yo me encontrara mucho más cariñosa.

Me sentía preciosa y deseada. El me piropeaba entre beso y beso y aún me sentía mejor. Me arrimé a su entrepierna, su paquete coincidía justo con mi pubis. Lo noté durito y eso aún me excitó más. Seguimos besándonos, mientras él jugaba con ese dedo endiablado por mi espalda, rozando la tira del tanguita. Lo tensaba y ésto le hacía rozar mi sexo. Me estaba poniendo realmente caliente y deseaba comérmelo.

Lo cogí de la mano y lo llevé hacia la zona de los servicios. Nos besamos y nos sobamos confiando que se fueran las chicas de la fila del servicio. Aquella cola no paraba de crecer (la del servicio y la otra..jeje). AL final me lo llevé al servicio de hombres. El se dejaba hacer, le bajé los pantalones hasta los tobillos y me agaché delante de él, remangándome la minifalda hasta la cintura para dejarle ver mi tanga. Le lamí la polla de arriba abajo, para mojarla bien antes de metermela en la boca. Le agarraba las pelotas con la mano. Las tenía muy duritas y firmes. Cogí la polla y me la metí hasta la garganta. Comencé a chuparla con mucha pasión. El ayudaba a llevar el ritmo, cogiéndome la cabeza con las dos manos. Hacía mucho calor.

Paré un momento, me levanté, me desabroché la blusa y metí el sujetador en su bolsillo. El ya no me dejó volver a agacharme. Sacó un condón de la cartera y se lo colocó, me sentó en la pila del lavabo, me separó el tanga y me agarró las piernas con sus antebrazos. El contacto del culo con la pila me dió un escalofrío que erizó mis pezones.

La primera embestida fué brutal. Me encantó sentirla entrar tan suave, la tenía muy gordita. Al notarme tan lubricada, él empezó a acelerarse, a follarme muy rápido. Me agarré de su cuello para no caerme de la pila. Oía los ruidos que hacían mis tetas golpeándose por los movimientos...plas...plas...plas...El gemía y murmuraba algo que no entendí. Me miraba a los ojos con una cara mezcla de placer y sufrimiento. Yo me mordía el labio. Estaba a punto de correrme, me excitaba la situación, el movimiento, la gente esperando fuera, sus hombros, mis tetas golpeándose, sus labios hinchados...No era demasiado guapo, pero aquella cara de placer era para morirse de gusto. El seguía corriendo, me daba más y más rápido, yo no podía más, iba a estallar en un momento...Y cuando por fin llegó mi orgasmo, le tuve que pedir que parara porque me iba a morir de gusto como me siguiera dando. Notaba mis labios hinchados y separados, notaba mi clítoris erecto, completamente desnudo. Dejó de follarme, bajé de la pila y le quité el condón. Me la metí en la boca y noté ese sabor áspero y seco que deja el condón. Se la chupé mientras me ayudaba con la mano. Me metí las pelotas en la boca mientras le masturbaba. Le lamía de arriba a bajo, lamía frenéticamente el suavísimo glande que ya palpitaba. Me la saqué de la boca y la seguí meneando frente a mi cara, mientras le miraba a los ojos. El seguía con esa cara de vicio que me volvía loca. De vez en cuando le lamía la puntita y seguía dándole caña. Finalmente noté que se iba a correr, le dejé que se corriese sobre mi cara, hasta que perdió toda la fuerza.

Luego me lavé y me puse mi ropa, mientras él se vestía y me devolvía el sujetador.

Salimos del servicio riéndonos de la cara de gilipollas que tenían los que esperaban.

Fué una sesión de sexo estupenda. No tanto por la calidad del follaje si no por el entorno, el morbo, la situación y los acontecimientos.

...todo lo demás no tiene precio.

24 octubre 2005

Se abre la veda

Después de mi abstinencia obligada de casi un mes, el sábado, por fin, follé como una cosaca.
Lo mejor de la abstinencia es que cuando se acaba, lo coges con muchas ganas y el deseo, la imaginación, la excitación, se acrecienta más de lo habitual, lo peor, es, que siempre te sabe a poco, y quieres más.
Después de la fiesta, los tres entramos en casa. Sólo había una gran cama en toda la casa, así que decidimos compartirla.
Antes de irnos a dormir, debíamos tomar la última, así que nos pusimos a jugar al "
quinito". Como era tarde, empezamos a apostar fuerte. En la primera jugada perdida, el desnudo integral corrió a cargo de Fran. No hizo ningún streptess, no era necesario, la situación era suficientemente excitante como para que sobraran lo adornos.
Su cuerpo, fuerte, y su polla erecta, le hizo ponerse algo colorado. Estaba realmente bueno. Muy atractivo, y su miembro acompañaba muy bien a ese cuerpo, grande y potente.


Seguimos jugando. El siguiente en caer fui yo, la condición, desnuda, con mi falda de colegiala puesta. Solo con ella, sin bragas, sin sujetador. Sólo la faldita.
Como prueba complementaria, Pedro, arrojó un dado debajo del sofá, y me obligó a ir a por el. Debía ser a cuatro patas, de forma que, mientras me acercaba, el levantaba la pequeña faldita que llevaba puesta, y acercaba su mano, para acariciar mi culito y tocar mi sexo con sus dedos.

Como debía ser, y sin que las trampas aparecieran, Pedro fue el siguiente en perder. Cuando se desnudó completamente, fue cuando realmente, el juego comenzó.
Ambas pollas erectas, me produjeron una sensación de placer y dominio inmenso. Esas grandes pollas, izadas frente a mí, estaban así de excitadas por mi, deseaban penetrarme y hacerme gozar tanto como yo deseaba hacerlas gozar a ellas.
Elegí la primera, llevaba mirando a Fran desde hacía rato, y estaba comiendome su polla con los ojos desde que la ví tras el calzoncillo. Así que, de nuevo, a cuatro patas me acerqué, como una gatita en celo, a lamer el pene que me estaba esperando. Fran, cerró los ojos de placer.
Pedro, no quiso quedarse atrás, y detrás mío, me cogió por los pechos comenzando a acariciarme. Y buscó mi sexo con su mienbro. Yo chorreaba de placer, succionaba, chupaba y lamía concienzudamente, y me volvía loca, mi cuerpo no era capaz de trasmitir tanto placer que se me acumulaba dentro. Entonces, durante sólo un segundo, retiré mi boca del pene de Fran, volviéndome a Pedro para decirle que me montara, con una gran embestida.
Así lo hizo. Me embistió tan fuerte que me comí la polla de Fran hasta el fondo de mi garganta.
Entre embestida y embestida, Fran gemía con más placer mientras mi boca no paraba de chupar.

Sabía que ni Fran ni Pedro podrían aguantar mucho más, Fran estaba muy húmedo y su pene no paraba de gotear, y los gemidos de Pedro eran tan intensos que delataban que su orgasmo se acercaba. El pene de Fran explotó y mi boca se llenó con su semen. Me encantó. Terminé de lamer, besé su miembro con dulcura. Pedro, me cogió del pelo, y me agachó, seguía empujando por detrás, me susurró al oído si estaba preparada para correrme. Le dije que sí, su movimiento aumentó y fue más rápido, mi jadeo se acentuó, mis gemidos se hicieron oir en la habitación, abrí los ojos y vi a Fran mirándonos, y cómo se acariciaba de nuevo su miembro, y se erguía.
Pedro y yo terminamos casi juntos, aunque Fran no pudo correrse con nosotros.
Nos miramos, nos besamos, y nos fuimos a dormir....
Mientrar Fran roncaba sonoramente en la cama. Pedro me deseaba sólo a mi, así que, sigilosamente, salimos al salón, a comernos enteros.
Con Pedro haría cualquier cosa... me vuelve loca. Y todavía me quedan ganas, muchas ganas de recorrer aquellos trocitos de su cuerpo que me faltaron por recorrer.

21 octubre 2005

Hablar en sexo

Me gusta saber qué dicen los hombre durante el sexo, aunque la situación se puede dividir en tres etapas:
Antes: creo que hay un juego, un cortejo que, sin tener que llegar a ningún compromiso emocional, debe calentar motores y es tan importante como las caricias.
Durante: aquí hay un tiempo para cada cosa y cada persona. Al margen de cierta concentración que requiere de silencio, no estarían nada mal algunas palabras, que sobre todo enciendan.
Después: es potestativo, depende de lo agotado que se esté, pero nada como juntar la piel para que surja la complicidad y la conversación...aunque a veces se larga más de la cuenta con gente que apenas conoces.
A mí lo que me interesa de verdad es lo que los hombres dicen durante todo el trajín. Me temo que de los hombres me fascina todo, los pequeños y morbosos detalles; desde el momento en que al besarte se les pone dura, si se les arruga los pezoncillos al tocarlos, si notas la humedad de su polla en el muslo, el sabor de su piel, los pequeños ruiditos de goce, o de los gemidos, las expresiones que se escapan sin querer. Así que por favor, por favor, por favor...soltad aquí todo lo que sepáis, los chicos lo suyo y las chicas lo que más les haya puesto de un tío.
A mí hubo una vez que me encantó un: míra, míra que hasta se me cae la baba...ummmmm me lo hubiera comido entero, porque se le caía de verdad.
Venga ánimo.

Un dedito

Cuando era jovencita no me tocaba. Por la noche metía mi mano bajo el pijama, tocaba el pelito con los dedos y curioseaba entre los labios. Llevaba mis dedos a la vagina y tocaba el exterior. Rozaba mi clítoris y lo bordeaba con cuidado. Lo hacía algunas noches. Notaba mi sexo húmedo y caliente, pero no excitado. No me tocaba por placer, me tocaba por curiosidad y lo dejaba pronto.

Más mayor descubrí el sexo, tuve la mala suerte de que el primero que me quiso tocar, lo hizo cuando aún no estaba excitada. Aquello no me gustó. Le rechacé. No me causó un trauma pero no quería que me tocaran.

Un día sí que paso, tras mucho magreo y algo de petting. Comencé a mojarme, no lo había experimentado nunca, me sentí extraña pero quería más, quería que aquello no acabara nunca. El no me tocaba el sexo directamente, aunque sí me había desabrochado el pantalón y jugaba con sus dedos por encima de mi braguita, entre los labios. La tela estaba tan mojada que casi podía sentir sus dedos en mi interior. Incluso tuve el reflejo de mover el pubis suavemente, corrigiendo sus caricias.

Mis besos se entremezclaban con gemidos en su boca. Deseaba que me siguiera tocando, pero no quería decírselo. No hicieron falta palabras. El comenzó a apartar la braguita de mi coño, metió sus dedos entre mis labios y me acarició rítmicamente, resbalando por mi piel. Yo comencé a cabalgar su mano, lo apretaba contra mi para sentirlo más cerca y le pellizcaba los pezones, le acariciaba y le arañaba el pecho. Mi pulso se aceleraba con la velocidad de su mano, jadeaba en su boca, empecé a sentir algo raro e incontrolable en el bajo vientre que me poseía y me hacía perder el control. Noté que mi sexo se estremecía mientras yo abandonaba mis juegos de manos y mis besos hipnotizada por el placer. Comencé a gemir, a respirar jadeante mientras me notaba derretirme en su mano hasta que le tuve que pedir que parara para no matarme de gusto.

Fué entonces cuando tras mi primer dedo, supe lo que era un orgasmo.

20 octubre 2005

7 citas 7 minutos

El otro día me hablaron sobre una nueva forma de "conocer" gente.
7 Citas 7 minutos.
El juego consiste en inscribirte a una de las veladas propuestas, en un local, y compartir durante 7 minutos la mesa con una persona del sexo que te interese.
Durante esos 7 minutos tienes que realizar las preguntas que creas necesarias para "conocer" a tu pareja.
Tienes 7 citas diferentes en una misma noche, distribuidas en 7 minutos cada una.

Me pareció, al principio, un juego divertido, y hasta me planteé "jugar" un poco, pero pensándolo en primera persona (es decir, para mí misma), yo no tengo problemas para "conocer" a gente. Así que supongo que ir a algo así, para mí sería una "nueva forma de FOLLAR" con gente que me guste.
Si ese es mi interés, de los 7 minutos, me sobran quizá, 6 minutos y medio, porque en 30 segundos tengo bastante claro si me lo quiero tirar o no.

Así que, ¿para que pagar por ir a una cita en la que el número de candidatos se reduce tan solo a 7 hombres, teniendo los bares a reventar con tipos deseosos de follar como cosacos?

Pero bueno, si os interesa, aqui dejo la página donde podéis inscribiros:
7 Citas 7 minutos

Si vais, no dejéis de contarlo.... a lo mejor, me estoy perdiendo algo interesante :-)...

18 octubre 2005

Relaciones extra escolares.

Creo que las relaciones "ocultas" siempre han sido mi especialidad.
Me excitan de forma especial.
Aquellas relaciones prohibidas, aquellas que sabes que pocas personas pueden entender, aquellas que son éticamente poco adepctadas.
En casa sólo he presentado a dos "novios", y, a amig@s, quizá llegaron a 4.
El resto (unos 30 más) siempre han pertenecido a mi vida personal, y digamos que se han dado a la luz a un grupo muy reducido de gente, que quizá eran conocedores por motivos escepcionales.
Me apasiona el saber que hay un "secreto", que hay una "complicidad" y un "halo" de censura alrededor, y que pertenece sólo a unos pocos...
Sepadados, casados, compañeros de trabajo, amigos de amigos, completos desconocidos de una noche con los que, repites durante un tiempo pero sabes que no llegará a nada importante en tu corazón.

No me excita el estar con alguien y tener la sensación de poder ser descubiertaen algún lugar por un conocido. Me produce verdadero placer el saber que, es algo entre dos, el y yo, y, que, a pesar, de poder existir un mundo cercano, involucrado en nuestras vidas, es a la vez, ajeno a nuestros deseos, a nuestros encuentros sexuales.Me crea una sensación de placer el saber que nuestro acercamiento es estrictamente sexual. Sólo sexo. Sexo por sexo. Sexo porque sí. Sexo sin importar nada ni nadie más que su sexo y el mío.

Recuerdo a un separado, Pedro, con una excitación especial. Lo presenté a mis amigas como "un compañero de curro".En una borrachera, vi cómo Pedro daba la mano a una de mis amigas y caminaban por lacalle riendo, de la mano.
Y, yo disfruté, disfruté mucho del placer de saber que esa misma noche serçia yo la que follaría con el, de saber que no lo haríamos una, ni dos veces. Tenía una increhíble media de tres polvos casi seguidos por noche. Más cuando despertaba, a mitad de la noche, más cuando nos levantábamos....

El sentido moral y ético es difícil definir en estos casos, probablemente hay much@s que me tachen de inmoral, o de falta de ética, pero, yo siempre fui libre de elegir, no tenía ningún compromiso con nadie, y no tenía que dar explicaciones a nadie, ni siquieraa las novias, mujeres o amig@s con los que estaba. Para mí, eran siempre ellos los que hubieran tenido que dar, en algún caso explicaciones.
Me pongo cachonda sólo pensar en estas relaciones, o en la posibilidad de tener alguna.

Y no las busco, me buscan.
Siempre me buscan.
Se que es por mi Luna en Escorpio.
Será eso. Será por eso....

16 octubre 2005

CONSULTORIO: Ropa Interior

Nos dejan esta pregunta en un comentario:
..".necesito de su ayuda, soy una mujer que no sabe na de ropa interior, osea lo basico, que no esten deshilachadas y limpias, lo demas no se,osea, diganme que tipo de ropa interior usar dependiendo de la ropa que ando, se los agradeceria :), ahora hombres, ustedes, que prefieren, solo algodon o lenceria con encajes ( si luego ira eso)."
Personalmente y por comodidad prefiero los tangas sin puntillas ni gilipolleces de esas....pero claro, cuando busco guerra me gusta llevar alguna cosita con transparencias, puntillas o joyas incrustadas en las tiras (aunque sean de pacotilla).

Mi chato prefiere los tangas, cuanto más delgadas sean las tiras mejor, aunque para practicar el sexo, lo mejor es quitar la ropa.

En ellos me encantan los boxer sueltos para dormir o los slips de microfibra, ambos cuando él está empalmado, le quedan de cine :)

¿Opiniones?

12 octubre 2005

CONSULTORIO: ¿depiladas o peludas?

Nos llega esta pregunta al consultorio:
para gustos ya sabemos todos que están los colores, pero ¿cómo prefieren ellos que vayan las mujeres y por qué: totalmente depiladas, o con el vello púbico natural?
Por mera observación, en las pelis, revistas y demás material erótico, suelen aparecer unos sexos perfectamente depilados, ya que estéticamente son más atractivos.

Funcionalmente también es mejor la depilación para una mejor higiene. Sino total, por lo menos dejando un penachito de pelo en "lo alto".

En las relaciones, sobre todo en el sexo oral, supongo que es preferible que esté depilado (lo siento no he practicado demasiado el cunnilinguus).

La primera vez que me hice la brasileña me sentí muy bien, toda la zona tan suave y tan tersa, era muy cómodo y limpio, la verdad es que vale la pena el esfuerzo.

Como siempre, dejamos que el foro contribuya con sus opiniones.

10 octubre 2005

Mancillar el lecho conyugal

Mañana vienen a instalar el aire acondicionado. Le bromeé a mi churri que iba a recibir al instalador con una camisetita y culotte a juego sin nada debajo, de esos que dejan asomar los mofletes bajos.

Le bromeé con que iba a tener la cama aún caliente cuando llegara el instalador a la habitación y que me tumbaría en la cama para monitorizarlo mientras me pone el aparato.

Le dije que me imaginé que vendría un instalador joven y fresco, morenito con los ojos claros, rapao, cachitas y simpaticón.

Pero jamás se me ocurrió pensar en ayudarle a agarrar el aparato para que no se esfuerce tanto al colocarlo en su sitio. Ni siquiera he pensado que tendré que probar el aparato para ver si sube o baja la temperatura de la habitación, vamos si funciona!

Y vaya problema si con el frío del aire se me ponen los pezones de punta! Con lo tímida que soy...

Qué va!!, si las chicas jamás pensamos en esas cosas y mucho menos aquellas que tenemos pareja, y por lo tanto el sexo asegurado...¿o no?

07 octubre 2005

Más de alegrías

Continuando con el filón de Susana (me encantó este último post, es muy sugerente) se me ha ocurrido contar una de esas situaciones que te dan alegría y cierto impulso sensual...y sexual, por qué no decirlo.
Situémonos en un avión, un viaje transoceánico. Tengo debilidad por cierto tipo de hombres (en realidad pueden cambiar en función de no sé exactamente qué): altos, delgados, de pelo rapado y de piel negra. A mi derecha el asiento estaba vacío y la azafata tuvo la gentileza, loado sean todos los celestinos del universo, de decirle al pasajero de atrás que ocupara ese hueco a mi costado. Pareció enfurruñarse, el muy desgraciado, ¡pero si detrás sólo había señores mayores!...y yo estoy de mejor ver que esos fulanos.
Por tanto le miré con distancia y me enfrasqué en mi libro. Él se sentó, estrujando sus larguísimas piernas contra el asiento de delante, y también empezó a manosear su novela policíaca, en inglés.
Nada habría pasado si no fuera por el frío que hace en los malditos aviones. Enseguida abrí el precinto de la manta y me tapé tanto como pude, sacando un par de dedos para sostener el libro. Durante los primeros momentos la gente me miraba con asombro, incluído mi vecino de vuelo, pero a medida que el frío se fue extendiendo no faltó ni una sola manta por sacar. Todos arropaditos... él también, y decidió echar una cabezadita embozado hasta la cintura.
Gracias a eso pude observarle mejor.
Aislado del resto del pasaje en un sopor ligero me asombraba que en unos segundos su cuerpo hubiera conseguido la languidez del sueño, serena y constante que me transmitía, sin poder evitarlo, una intensa y sensual calma. De su cuerpo iba emanando, despacio, su olor personal, que me llegaba a rachas de la respiración. Era limpio, cálido, y agradable. Teníe una piel tersa, con cierto brillo de seda y una tonalidad como de cuero quemado. Llevaba las manos muy cuidadas, y su dedo gordo era una breve escultura, la uña de color rosa con un brillo esmaltado.
De repente se tapa un poco más, lleva el cobertor a los hombros y cambia la posición de su cabeza hacia mi lado. Al moverse me toca el hombro con la mano, por debajo de las mantas sus dedos se mueven sobre la piel de mi brazo. Lo interpreto como un gesto casual, inconsciente y sigo leyendo. Pero no puedo negar que ha sido muy agradable, que se me ha erizado la piel a su contacto.
No tardó mucho más tiempo en investigar hasta dónde podía llegar en el juego del descuido. Insertó la mano bajo mi manta, los dedos buscando la cintura...si alguien me toca la cintura estoy perdida. La encontró y comenzó entonces una serie de caricias leves, aunque ya nada de lo que hacía podía confundirse con la casualidad o lo involuntario. Me subió la temperatura y algunas otras cosas adquirieron volumen y humedad. No se detuvo en ningún momento y cuando consiguió cogerme la mano, tan diminuta al lado de la suya, la arrastró sobre su muslo interminable hasta dejarla posada en la entrepierna. Dureza máxima, tamaño king size como nunca antes había palpado (y eso que he bailado con cubanos).
Entonces hizo como que se despertaba, se estiraba y con parsimonia para que me diera tiempo a retirar la mano, se puso de pie, me miró y con un disimulado gesto me indicó la dirección del baño.
Sí vamos, cualquier día me voy yo a follar en un servición de avión cuando lleva más de 4 horas volando: están repugnantes de meados internacionales. Respiré hondo y me enfrasqué en el libro.

06 octubre 2005

Pequeñas alegrías para la vista

Es curioso cómo las cosas más cotidianas pueden resultar más sexys e insinuantes que cualquier otra cosa.

A mí por ejemplo me parece sumamente sexy ver conducir a un hombre; ir de copiloto y ver cómo coge la palanca de cambios, cómo cambia de marchas y cómo mueve suavemente el volante en las curvas...

También me resulta sexy el ceño fruncido de un hombre sumamente concentrado; y el movimiento de muñeca de un tío escribiendo...

¿Y a vosotr@s? ¿Hay algún gesto diário que os ponga a cien?