La bala anal

Prometía, porque con las pilas puestas y aún en su caja vibraba bastante. Lo dejamos a mano, junto con el lubricante que usamos cuando jugamos al back orifice después de echar un polvo como dios manda.


Tras el pertinente orgasmo que dilata los sentidos y todos los orificios, comenzó a darme un masajito con el dedito y el lubricante y de allí pasó a la bala.

Pero tuve un momento pánico y me imaginé que se soltaba el cable y me quedaba con el trastito dentro del cuerpo y hala! a urgencias a explicarles el tema... menudo papelón.

Así que antes de adentrarlo en las profundidades, le pegué unos tirones para ver si se soltaba o se desmontaba y parece que no, así que retomamos el juego.

Fué tan sencillo introducirlo (sólo tiene 3cms de diámetro) que tuve que tocarlo para creerme que ya estaba dentro. Total que le dimos caña (al aparato y a nosotros mismos) y yo no notaba demasiado, pero mi partner lo estaba disfrutando de lo lindo.

Notaba toda la vibración del aparato en la minga y se puso a cien por hora, aquello me excitó bastante más que el propio juguete. Vamos que el segundo orgasmo vino porque tenía que venir, porque yo me sigo quedando con el rosario de bolitas...

PS: La foto dedicada a Monocamy, que seguro que le hace ilusión :-P, a ver si lo pilla....