02 noviembre 2005

Una "salida" más

Nos ha llegado este correo:

Hola, os leo habitualmente y te mando este mail para que lo publiques (si quieres), pero no quiero que desveles mi mi mail ni nada (aunque lo he creado sólo para esto), pero necesito contar esto, y necesito alguna respuesta. He pensado que puede ser buena idea escribiros, y de paso deciros que tenéis algo de 'culpa' en lo que me ha pasado. Bueno, ha estado bien,
digamos que me habéis 'inspirado', aunque no estoy del todo segura.

Este finde he ligado. Lo digo en primera persona porque he sido yo la que ha tenido que acercarse.

Recapitulo.
Hicimos una cena de chicas en mi piso, mi marido se fue de viaje el fin de semana a ver a su familia aprovechando el puente (es de fuera).

Fui con mis dos amigas a 'El Confidencial', no sé si conocéis el sitio pero está bien para las chicas con mis añitos, que no son pocos. Hacía mucho tiempo que no salía, y desde el principio, al saber que estaba sola todo el fin de semana, y con las cosas que leo en vuestros blogs, digamos que estaba especialmente 'predispuesta' a no volver sola a casa. Tenía ganas de ligar.

Después de un par de rones con cola y bailar un buen rato no había nada que me apeteciese. Nos entraron varios chicos, pero nada interesante. Sobre las 4 nos entraron dos que despaché a mis amigas, que no sabían que yo 'buscaba'. Les dije que yo ya me iba, un poco frustrada la verdad de no haber encontrado nada, y ellas se quedaron hablando con ellos.

Cuando esperaba en el guardarropa me percaté de dos chicos que había apoyados en la barra, uno joven, moreno, ojos claros, bastante guapo. Me armé de valor, se me puso el corazón a 10.000 por hora, me acerqué pensando en que no estoy nada mal, y que estaba hecho, que ligar es fácil para las mujeres. Cuando me di cuenta estaba a su lado, me apoyé en su brazo y le susurré al oído: 'si te gusto, sígueme'. No me creía lo que estaba haciendo, pero me lo estaba pasando muy bien, casi no podía aguantar la risa, y no sé si se me notaba que me temblaban las piernas. Cuando llegué a la puerta me giré y el chico tenía una sonrisa de oreja a oreja, se estaba despidiendo del amigo. ¡Bien!

Nos encontramos fuera y le pregunté dónde tenía el coche. Me dijo que había venido en moto. Me apresuré en decirle que no quería saber su nombre, que no me importaba, y sonrió. Era bastante majo.

Me subí a su moto y le rodeé con los brazos. Era guapo pero estaba un poco gordito, pero parecía fuerte en cualquier caso.

Me llevó a su casa, un piso compartido, frío, de chicos solteros, y yo estaba helada de la moto. Él tenía 24. Me dijo que si quería una copa, pero no quería beber más. Me llevó de la mano a su habitación, puso algo de música, luces bajas y un calefactor. Su cama era muy baja, llena de cojines y todo empezó a parecerme de lo más acogedor. Pasaron imágenes por mi cabeza
y me puse a mil otra vez, pero algo más excitada. Entonces me cogió y nos besamos varias veces. Cada vez mejor, más apasionados. Nos empezamos a quitar la ropa, pero yo me dejé la ropa interior puesta. Él no. Tenía una polla bonita, un pelín pequeña con lo que estoy acostumbrada, pero seguro que funcionaría bien. Circuncidada. Se la acaricié un poco y nos tumbamos en la cama. Entonces se fue a lo típico, a quitarme el sostén y las bragas, pero me negué. Le dije "haz que lo desee", sino iba a ir directo al metesaca y me gusta que se lo trabajen un poco más (además, hacía mucho tiempo que no vivía algo parecido). Me besó por todas partes: el cuello, las orejas, la boca, la espalda, los pies... No le costó mucho que cediese. Lo cierto es que deseaba que me la metiese enseguida, que me la metiese entera. Cada vez que la tenía al alcance de la mano se la tocaba, y se la chupé tres veces. Estaba caliente como una perra en celo, así que me dejé quitar la ropa que me quedaba. Me chupó la vulva (que ya me chorreaba) y me hizo tocar las estrellas. Le pedí que me la metiese. Su polla era un poco pequeña, pero estaba muy dura, y me embestía muy rápido, con mucha fuerza. Me manejaba de un lado para otro, me dominaba con fuerza. Me ponía a cuatro patas y al momento siguiente se la estaba chupando.

Me gustaba cómo me manejaba, y me estaba dando mucho placer, pero no me corría, no paraba de pensar en que no me corría, y ya que él no lo hacía me acariciaba yo el clítoris siempre que podía. Me puso encima suyo, le cabalgué y me corrí mientras me cogía las tetas. Sentía estallar mi vientre de placer y perdí el mundo de vista unos segundos. Cuando acabó mi orgasmo me dijo que se iba a correr, entonces me la saqué muy rápido y le dije que quería que se corriese en mi culo, pero no dentro, por encima. Se pajeó y se corrió encima de mi culo, que me encanta.

Miraba su cara y su pose y me sentía bien, muy bien.

La sensación y la experiencia me gustaron en el momento, pero ahora no paro de darle vueltas. Me gustó más de lo que quería, pero no sé si la situación o el chico. Lo que sé es que pienso en él, y cuando volvió mi marido le pedí que me follase como él. No sé qué me pasa, querría follármelo otra vez, pero el polvo tampoco fue tan bueno. Creo que me gustó sentirme deseada, y eso me ha hecho sentirme viva otra vez. Me gustaría repetir pero tengo miedo de obsesionarme o engancharme. ¿Qué hago? También me siento culpable por mi marido, que es muy bueno y no sospecha nada. Me estoy volviendo loca.

No se lo he contado a mis amigas (ni loca) ni a nadie. Pero necesito contárselo a alguien y que me de su opinión. ¿Qué pensáis?

Gracias Chicas.


Yo opino: Maja...que te quiten lo bailao...

12 comentarios:

PJ dijo...

"También me siento culpable por mi marido, que es muy bueno y no sospecha nada". Buena moneda de cambio, no está mal. Me alegro de no ser tu marido.

Yo he puesto los cuernos, se de lo que hablas, como te sientes y la confusión que llevas por dentro.

En el caso de los tios los cuernos son puramente carnales, es decir, no sentimos. Jamás he sentido nada por un rollete de una noche. En cambio las mujeres sois más sentimentales, no sois muy dadas al follar por follar sin ningún sentimiento -normalmente-.

Mi consejo es CARPE DIEM!! y que te quiten lo bailao. Pero no repitas, ni te enganches sino quieres problemas en tu matrimonio.

Funny Blondie dijo...

Yo soy como Pj, mis cuernos son carnales y punto.

A veces es mejor no contárselo a nadie, porque si tú ya tienes remoridimientos, quizás te encuentres con alguien que se eche las manos a la cabeza y empiece con "halaa ¿ya no quieres a tu marido?" "halaaa que guarra" "halaaa eres despreciable" y así hasta el infinito.

Yo no creo que hayas hecho nada malo, así que como dice Ceci ¡¡que te quiten lo bailao!!

Solo me replantearía mi matrimonio si lo que pasó esa noche se repite todas las noches.

R dijo...

Bienvenida.

Q penita que no me eligieses a mí, suelo ir al "Confi" pero no ese finde.

Deja pasar un tiempo y conócete mejor, no te precipites porque puedes hacerte y hacerle mucho daño.

Consejo: nunca le digas nada, ni cambies NADA en tus costumbres, forma de ser y de vivir la vida, porque se dará cuenta.

Marisa Sonrisa dijo...

No tiene importancia, sólo la que tú le quieras dar.

Click dijo...

Pues a mi modo de ver creo que es un: a disfrutar y olvidar lo pasado. Quieres a tu marido, pero has deseado algo que una relacion estable no suele dar, como es la novedad, el deseo de alguien que te mira y quiere tenerte por primera vez, etc, etc.

El problema mas gorodo a mi modo de ver es que una vez que pruebas la manzana prohibida nunca es la ultima.

Click - Ojala fuese en la moto con casco, pero lo dudo y eso me jode mas!!!!!

Anónimo dijo...

Pues qué queréis que os diga... El relato está bien, calentorro y eso. Pero las conclusiones que extraéis, empezando por mi admirada ceci, son patéticas. Yo es que las infidelidades no las considero bien o mal, me parecen directamente un fruto estúpido de la debilidad mental. Si su marido no le pone, ¿por qué sigue con él? ¿Por qué meterse en una dinámica de mentiras, fingimientos y engaños? Jamás lo he entendido y jamás lo entenderé. Claro que es mucho más sencillo mantener la comodidad -a muy diversos niveles- que ofrece una relación estable, en este caso un matrimonio, que encarar las situaciones con valentía y honestidad. Para mi gusto, la base de una relación sentimental entre un hombre y una mujer es el deseo sexual y, más allá de puntuales altibajos, cuando éste se ha acabado, lo honesto es enfrentarse al problema y dejarlo. Lo otro es mentir. Y está muy feo. Ya que me pongo criticón, me resulta absurdo comprobar como en el siglo 21 todavía se siguen perpetuando lugares comunes como el que comenta PJ: "En el caso de los tios los cuernos son puramente carnales, es decir, no sentimos. En cambio las mujeres sois más sentimentales, no sois muy dadas al follar por follar sin ningún sentimiento." Qué pena. Besos!

Ramón Machón dijo...

Habría que ver con quién estuvo mientras tanto ese tu buen maridito...

laceci dijo...

Doggy, Gracias por la admiración, no la merezco ;-P

Respecto al tema de la infidelidad, sólo tengo clara una cosa: seguimos siendo animales, hombres y mujeres, así que nos dejamos llevar por instintos básicos.

Lo que yo no podría hacer jamás sería seguir con mi pareja sin reconocer una infidelidad, sobre todo queriendo a la persona que está conmigo. De lo que estoy segura es que eso es entrar en un círculo vicioso que no acaba nunca. Pero nadie dijo que la vida fuera fácil.

En todo caso, si ya lo has hecho, ¿de qué te sirve amargarte?, lamentablemente no podemos volver atrás.

La opción (valiente) de reconocer unos cuernos, acaba con la base de la pareja: la confianza. Se acabó.

Y si hay que jugar a liarse con otr@s, soy de la idea que O follamos todos o la puta al río...

R dijo...

Pues fíjate por donde, yo creo que la infidelidad femenina es mucho más frecuente, cruel y planeada de lo que podamos imaginar, o creer. Digamos que está ligado íntimamente a su naturaleza (genética) el mentir y ser infiel.
Ahora vais a ver de qué va mi vena "genética".
Pienso que la mujer se valora a sí misma, y valora a qué tipo de macho puede retener a su lado para suplir sus necesidades actuales o futuras, proporcionando ocio, bienestar, cariño... Pero a la hora de la verdad (de procrear, transmitir sus genes a lo largo de las generaciones) van a por el mejor macho posible, teniendo en relativa consideración al que han elegido para su sustento y el de sus herederos (los de ella).
Ejemplo: un hospital madrileño hizo unos estudios genéticos para ver cómo se propagaban los genes de padres y madres a hijos. Sacaron una conclusión alucinante que no hicieron pública (ni os voy a contar cómo lo sé o porqué la conozco) y es que UN TERCIO DE LOS NIÑOS NO ERAN DE SUS SUPUESTOS PADRES.
Si es que las mujeres sois de malas...

R dijo...

Apuntar que, por supuesto, todas estas valoraciones y decisiones que hacen las mujeres no son conscientes, sino instintivas. "Algo" os empujará a ello en el momento más inesperado.
Por suerte los hombres estamos genéticamente preparados para esto, y es que en nuestro semen existen espermatozoides específicamente diseñados para destruir el semen de otros machos (curioso no?). Así que el primero en correrse en el coño de su chica tiene ventaja. Tenedlo en cuenta!! Si no fuera así, me temo que ese 33% de hijos bastardos sería más alto...

Viroide dijo...

Ser infiel y no sentirete arrepentido solo kiere decir una cosa k ya no amas a tu pareja! Y si d verdad estas arrepentido expia tus kulapas y atente a las konsecuencias de tus actos eso es ser CONSECUENTE kon uno mismo.

Humbert dijo...

una cosa son rollos de una noche del tipo que se explican aquí, y otra muy distinta es la infidelidad con una misma persona y por la que sientes algo. lo primero son instintos, como dice laceci, y no hay que darle mayor importancia. lo segundo si que es para comentar con tu pareja y acabar con esa relación que, en teoria, no te aporta todo lo que tendría que aportarte.

un placer.