15 mayo 2005

Trío de Reyes (II y III) VERSION LU

Marcos la tumbó encima de la mesa y Alex fue a buscar un lápiz de labios y el “rosario” de bolas chinas. Probaron a pintar los labios de su sexo pero la humedad hacía que fuera inútil, así que ambos fueron secando con sus bocas lo que de allí sobraba. Finalmente el resultado fue espectacular, bajo la pequeña matita de pelo púbico quedó una llamativa boca rojo fuego de la que sobresalía una lengüita rosada. Blanca estaba extasiada por todas las operaciones y se dejaba hacer desde una absoluta entrega.
La incorporaron, y mientras uno la sostenía por delante el otro había bajado hasta sus tobillos y la acariciaba desde abajo con ambas manos, deslizando la lengua en algunas zonas elegidas: las corvas, levemente el interior de los muslos, insertando luego algo más en la hendidura de sus nalgas. Luego se aprestó a chupar todas y cada una de las protuberancias de su columna hasta llegar a la nuca, donde se demoró en largos besos y sonoros chupetones. Blanca se fue dejando caer hacia delante completamente concentrada es sus sensaciones. Así Marcos pudo inspeccionar su sexo, abrirlo y acogiéndola en sus brazos la ensartó, mientras hacía que las piernas de ella le rodearan la cintura y se apoyaran en la espalda. Blanca gimió levemente y se dejaba caer sobre el cuerpo de su amante. Alex aprovechó para redondearle el ano con un dedo, el carmín de labios sirvió de lubricante y una a una fue metiendo las cinco bolas chinas por la estrecha abertura de los glúteos de una Blanca cada vez más excitada.
Marcos inició un movimiento suave de pelvis que rozaba más que nada la parte superior del rojo sexo de la chica, pero que además empujaba y hacía danzar a las canicas ambarinas que tenía en su interior. Su cara se fue inflamando más y más. Pero Alex dijo que pararan y él inmediatamente se quedó quieto. Ella protestó, pidiendo por favor, por favor, por lo que más quieras no pares ahora.
- No gatita - dijo Alex- ahora jugaremos los tres.
Y con parsimonia fue tirando del hilo y sacando una a una las pelotitas, con cierta dificultad porque la chica oponía resistencia para aumentar el placer. Él comprobó, con los dedos, que la abertura estaba preparada para otro calibre mayor, y recogiendo los restos de lápiz labial lo aplicó al contorno abierto de su ano y lentamente fue introduciendo su pene, observando cuáles eran las reacciones de ella. Hacia el final gimió un poco de placer, puede que mezclado con dolor.
Allí los dos chicos de pie, y ella entre ambos, con las piernas abiertas y colgando. Una criatura espléndida, ciega por las sensaciones, roja y sudorosa, recibiendo caricias y besos por el pecho y por la espalda. Fue entonces cuando ambos comenzaron un vaivén lento de sus miembros, fricciones encontradas en el interior de ella, primero una crece y la otra mengua, pero en un punto intermedio ambas presionan, acarician, chocan. Y Blanca yendo y viniendo, como la melena de una campana muda, en su interior miles de silenciosos e intensos espasmos rompían en olas de placer.


por LUCES
Continúa aquí

4 comentarios:

Anónimo dijo...

buena fantasís, buenísima
y buen ejercicio

Anónimo dijo...

Lu que quiere decir?... esta era su fantasía? ah ya, la versión de Lu, la del lubricante de emergencia no?
seguir así chicas

laceci dijo...

Joder, LU, hiciste parecer mi final una partida al mus de monjas de clausura...

R dijo...

Clausura rima con dura. Así me habéis puesto la polla, bien dura, jejeje.
Y de paso, por pedir... ¿Por qué no os mojáis un poco más y contáis algo que os haya pasado de verdad?
Un beso, me ha gustado mucho, voy a seguir leyendo.