Tengo la suerte de estar muy bien follada, con lo cual mis ansias cárnicas están bien cubiertas, pero estos días atrás me han pasado ciertas cosas "raras":
- El martes en el restaurante italiano me quedé hipnotizada mirando al camarero: morenito, con cara de gamberrete, ojos achinados y azules. Hasta que mi compañera me metió una patada en la espinilla.
- Mi colega del curro S, me parece que está buenísimo, nos llevamos de puta madre, como hermanos pero es que me mira con una cara que yo identifico con la palabra lujuria. Me pone muchísimo.
- Mi colega del curro K, con el que tengo que trabajar estrechamente y al que conozco más bien poco, me atrae sexualmente. El otro día reunidos, observé cómo me miraba la boca mientras yo hablaba, estábamos a 50 cms. Me gustó su mirada.
- El gallego de los ojos azules tiene cara de vicio, de hacer disfrutar a una pibita toda la noche, el otro día me giré y nuestros ojos se cruzaron con picardía, me encantó ver su cara de vicio dirigida hacia mí.
- B, que me cae a un par de mesas, me atrae bastante, sé que es un cabroncete, pero tiene un cuerpo muy apetecible y emana ese misterio que envuelve a los malos malotes.
¿Qué me pasa doctor? ¿Quizá exceso de testosterona? ¿debo preocuparme? ¿Es normal? ¿Le pasa a alguien más? ¿Será el espíritu navideño?
PS: Me encanta trabajar en esa oficina ;)
Fantasías y realidades eróticas escritas por cinco mujeres.
Pasa, lee, comenta, ríe, disfruta, sueña, goza, peca, ama, llora, sufre, siente, vive o vete.
22 diciembre 2005
21 diciembre 2005
CONSULTORIO: ¿Cómo les gusta a ellos?
Nos dejan este mensaje en el consultorio:
buenas!!
soy una chica de 17 años y hace unos días perdí la virginidad con mi novio(que también era su primera vez) La cuestión es que fue bastante bien, mejor de lo que me esperaba, pero no sé cómo actuar. Me explico, ahora cualquier roce, por muy torpe que sea, nos excita; es normal porque es todo nuevo, pero ¿cómo les gusta a ellos que se les toque? ¿cómo le puedo sorprender haciendo que sienta más placer teniendo en cuenta mi inexperiencia? sé que a cada uno les gustan cosas diferentes ,pero si me pudieráis orientar un poco os lo agradecería mucho.
Gracias y saludos:)
Maja, ¿qué más quieres?, estáis en la flor de la vida, como bien dices, cualquier pequeño roce os pone a cien. Lo mejor es experimentar con besos y caricias por toda vuestra piel, hay muchas fuentes de placer en el cuerpo sin necesidad de ir directamente al "temazo" (aunque esto probablemente es lo que más les gusta a ellos).
En todo caso, el sexo oral nunca falla, es una apuesta segura y puede ser un perfecto predecesor de un kiki.
Por aquí se pasan grandes gurús de la lujuria y te dejarán consejos más brillantes.
Suerte y disfruta!
buenas!!
soy una chica de 17 años y hace unos días perdí la virginidad con mi novio(que también era su primera vez) La cuestión es que fue bastante bien, mejor de lo que me esperaba, pero no sé cómo actuar. Me explico, ahora cualquier roce, por muy torpe que sea, nos excita; es normal porque es todo nuevo, pero ¿cómo les gusta a ellos que se les toque? ¿cómo le puedo sorprender haciendo que sienta más placer teniendo en cuenta mi inexperiencia? sé que a cada uno les gustan cosas diferentes ,pero si me pudieráis orientar un poco os lo agradecería mucho.
Gracias y saludos:)
Maja, ¿qué más quieres?, estáis en la flor de la vida, como bien dices, cualquier pequeño roce os pone a cien. Lo mejor es experimentar con besos y caricias por toda vuestra piel, hay muchas fuentes de placer en el cuerpo sin necesidad de ir directamente al "temazo" (aunque esto probablemente es lo que más les gusta a ellos).
En todo caso, el sexo oral nunca falla, es una apuesta segura y puede ser un perfecto predecesor de un kiki.
Por aquí se pasan grandes gurús de la lujuria y te dejarán consejos más brillantes.
Suerte y disfruta!
Me esperaba
Volví de marcha con las amigas, que se quedaban a dormir en casa, eran las 5 de la mañana y llegábamos "calentitas" por el alcohol. Nos habíamos reído mucho y nos lo habíamos pasado genial, pero ya era hora de la retirada. En casa aún estuvimos un rato en la cocina recordando los buenos momentos de la noche. Quizá debimos hablar demasiado alto y despertar a mi chato que estaba en la cama, aunque esto lo supe más tarde.
Me fuí a la habitación y me despeloté totalmente, me metí en la cama intentando no estorbar demasiado. La cama estaba muy calentita, pero además tuve la suerte de notar un abrazo estupendo y una dureza a la altura de mi culo. Cojonudo!. Y yo sin hacer ruido para no despertarlo. Me empezó a meter mano generosamente, se le notaba bastante despierto en todos los aspectos. Me giré hacia él y empecé a besarle húmedamente con vicio, deseo y hambre, mientras tanto él me seguía pasando la itv. Coloqué mi mano sobre su tienda de campaña del pijama, me encantó notarlo tan duro y rápidamente le tanteé por dentro. Le fuí bajando los pantalones mientras iba con mi boca hacia su polla, con muchas ganas de comérmela.
Tenía la boca muy glotona y babosa, le hice una comidita de esas geniales y lujuriosas, de esas comiditas de concurso de mamadas. Mientras tanto le mojaba la espinilla con movimientos de folleteo....tenía ganas de que me la metiera. No necesitamos palabras para que él me invitara a cabalgarlo, cuando estoy realmente mojada, la montada es muy alocada, muy rápida, muy profunda...es sencillamente genial. No quería correrse en ese momento.
Me bajó y me volvió a abrazar, con mi espalda contra su pecho y su polla contra mi culo. Le oí trastear con algún frasquito o algo así y luego noté un olor a fresa del lubricante fresquito entre mis nalgas...
(definitivamente me estaba esperando...)
FIN
Me fuí a la habitación y me despeloté totalmente, me metí en la cama intentando no estorbar demasiado. La cama estaba muy calentita, pero además tuve la suerte de notar un abrazo estupendo y una dureza a la altura de mi culo. Cojonudo!. Y yo sin hacer ruido para no despertarlo. Me empezó a meter mano generosamente, se le notaba bastante despierto en todos los aspectos. Me giré hacia él y empecé a besarle húmedamente con vicio, deseo y hambre, mientras tanto él me seguía pasando la itv. Coloqué mi mano sobre su tienda de campaña del pijama, me encantó notarlo tan duro y rápidamente le tanteé por dentro. Le fuí bajando los pantalones mientras iba con mi boca hacia su polla, con muchas ganas de comérmela.
Tenía la boca muy glotona y babosa, le hice una comidita de esas geniales y lujuriosas, de esas comiditas de concurso de mamadas. Mientras tanto le mojaba la espinilla con movimientos de folleteo....tenía ganas de que me la metiera. No necesitamos palabras para que él me invitara a cabalgarlo, cuando estoy realmente mojada, la montada es muy alocada, muy rápida, muy profunda...es sencillamente genial. No quería correrse en ese momento.
Me bajó y me volvió a abrazar, con mi espalda contra su pecho y su polla contra mi culo. Le oí trastear con algún frasquito o algo así y luego noté un olor a fresa del lubricante fresquito entre mis nalgas...
(definitivamente me estaba esperando...)
FIN
19 diciembre 2005
Lo que me gusta...
Antes del sexo: sentirme cómoda, guapa y deseada. Sentir que se muere por mis huesos en ese momento...
Durante el sexo: notar que me desea sin oir sus palabras, decirle que me pone con mi humedad, y que consiga hacerme rogarle que me folle.
Despues del sexo: Caer sobre él y notar su cuello palpitar en mis labios hasta que nuestra respiración se sincroniza.
¿Y a ti?
Durante el sexo: notar que me desea sin oir sus palabras, decirle que me pone con mi humedad, y que consiga hacerme rogarle que me folle.
Despues del sexo: Caer sobre él y notar su cuello palpitar en mis labios hasta que nuestra respiración se sincroniza.
¿Y a ti?
16 diciembre 2005
Atrévete con el culo
Cuando le estés haciendo una fantástica y chorreante mamadita a tu pareja, te recomiendo que le masajees al mismo tiempo por la zona que hay entre los testículos y el ano. Cuando veas que tiene las pelotas duras y esté a punto de correrse, métele un dedo por el culo, sin uñas largas, con cuidado, con cariño y si puede ser con vaselina, lubricante, crema o incluso saliva para suavizar la entrada.
Le encantará y es muy posible que gima de placer hasta hacerte estremecer.
Si al mismo tiempo te masturbas contra su espinilla, puede ser la guinda del pastel.
Es lo que tiene el cuerpo: cada trocito de piel es una nueva sensación.
Le encantará y es muy posible que gima de placer hasta hacerte estremecer.
Si al mismo tiempo te masturbas contra su espinilla, puede ser la guinda del pastel.
Es lo que tiene el cuerpo: cada trocito de piel es una nueva sensación.
14 diciembre 2005
Bricolage sexual
Mira que no soy aficionada a los aparatitos electrónicos para autoproporcionarte placer, pero un día tuve una experiencia curiosa con una sierra de calar.
Estaba cortando unos listones bastante largos, y para sujetarlos por la parte más cercana a mí, los apretaba con el pubis contra la mesa (lo sé, me tengo que comprar un gato). La sierra de calar vibra bastante mientras estás cortando y como me estaba temblequeando toda la zona baja, empecé a sentir una sensación de gustirrinín bastante descorcentante y placentera. Lástima que los listones eran cortos y la vibración acabó pronto.
Chicas! animaros al bricolage que es cojonudo, eso sí, no perdáis demasiado el control, a ver si vamos a tener un accidente con la sierra, que es peligrosa!!
Estaba cortando unos listones bastante largos, y para sujetarlos por la parte más cercana a mí, los apretaba con el pubis contra la mesa (lo sé, me tengo que comprar un gato). La sierra de calar vibra bastante mientras estás cortando y como me estaba temblequeando toda la zona baja, empecé a sentir una sensación de gustirrinín bastante descorcentante y placentera. Lástima que los listones eran cortos y la vibración acabó pronto.
Chicas! animaros al bricolage que es cojonudo, eso sí, no perdáis demasiado el control, a ver si vamos a tener un accidente con la sierra, que es peligrosa!!
07 diciembre 2005
CONSULTORIO
Aquí tenemos otra pregunta para el consultorio:
Bueno, quería hacerles una pregunta porque es algo que me ha incomodado un poco. Tengo casi 18 años (los cumplo en febrero) y nunca he tenido novio 'amos que ni siquiera he besado ni nada por el estilo. Mis amigas, todas han tenido por lo menos uno, pero yo no. Y es que de tener pretendientes los he tenido, pero me aterra y en seguida trato de hacer hasta lo imposible por evitarlos.
Yo siempre me he fijado en chicos que no se fijan en mí. Y si por alguna razón comienzan a fijarse en mi, los mando por donde vinieron. Igualmente, si tengo un pretendiente, no me gusta... hasta que se que él ya no quiere nada conmigo. No sé a que se deba esto, me gustaría que me dieran sus consejos y me dijeran si es normal esto o no.
Muchas gracias de Antemano.
Anna
Jeje..sería cojonudo gustarle a los tíos que nos gustan a nosotras, pero va a ser que esto no pasa, en la vida se nos van presentando oportunidades en forma de personas que nosotros decidimos coger o no...
Mi único consejo es que no te centres en el plano totalmente físico, porque los gachos de los poster no andan sueltos por la calle...(lamentablemente...snif).
Normal, es perfectamente normal. Ya sabrás cuando llega tu momento. No te agobies con las comparaciones con las amigas. (mi hermano de 20 está igual que tú!!)
Bueno, supongo que el resto de comentadores te dirán alguna cosa más!
Suerte!
Bueno, quería hacerles una pregunta porque es algo que me ha incomodado un poco. Tengo casi 18 años (los cumplo en febrero) y nunca he tenido novio 'amos que ni siquiera he besado ni nada por el estilo. Mis amigas, todas han tenido por lo menos uno, pero yo no. Y es que de tener pretendientes los he tenido, pero me aterra y en seguida trato de hacer hasta lo imposible por evitarlos.
Yo siempre me he fijado en chicos que no se fijan en mí. Y si por alguna razón comienzan a fijarse en mi, los mando por donde vinieron. Igualmente, si tengo un pretendiente, no me gusta... hasta que se que él ya no quiere nada conmigo. No sé a que se deba esto, me gustaría que me dieran sus consejos y me dijeran si es normal esto o no.
Muchas gracias de Antemano.
Anna
Jeje..sería cojonudo gustarle a los tíos que nos gustan a nosotras, pero va a ser que esto no pasa, en la vida se nos van presentando oportunidades en forma de personas que nosotros decidimos coger o no...
Mi único consejo es que no te centres en el plano totalmente físico, porque los gachos de los poster no andan sueltos por la calle...(lamentablemente...snif).
Normal, es perfectamente normal. Ya sabrás cuando llega tu momento. No te agobies con las comparaciones con las amigas. (mi hermano de 20 está igual que tú!!)
Bueno, supongo que el resto de comentadores te dirán alguna cosa más!
Suerte!
30 noviembre 2005
Aprobado en masturbación!
Tenía que descubrir el autoplacer porque lo de follar está de puta madre, pero lo de tocarse tiene que ser divertido, no?
Lo primero que he hecho ha sido depilarme bastante, casi todo, así me quedan los labios muy suavecitos y dan ganas de tocarse todo el día, desde los labios hasta el mohicano de la cumbre.
Luego empecé a acariciarme pero no lograba pensar en nada excitante, venían un montón de ideas locas a mi cabeza pero nada sexual. Lo de ponerme una peli porno u otro material gráfico no me ponía nada, así que empecé a pensar creativamente.
Agarré un bote de lubricante en gel y empecé a echármelo por la zona. Me tumbé en pelotas sobre la cama, cerré los ojos y comencé a pensar en situaciones excitantes que había vivido. Me toqué con los dedos rememorando la fricción de una polla. La humedad del gel lo hacía mucho más suave y más rápido. Me estaba gustando. Subí con mi mano por la cintura hasta recorrer mi pecho y llegar a mi pezón, con el que jugué hasta dejarlo de punta. Seguía navegándome con la otra mano. Cada vez iba más rápido, me estaba excitando, pero me estaba provocando un efecto secundario: el deseo de querer ser follada.Me sentía rara aunque me estaba gustando.
Escuché un ruido y abrí los ojos, en la puerta de la habitación estaba él, espiándome el muy capullo y yo pensando que estaba en el garaje cambiando el aceite!. Me fijé en el bulto de su pantalón y eso sí que me puso cardiaca perdida. Se acercó a la cama y le bajé el pantalón. Se arrodilló al lado de mi cabeza y me metí su polla en la boca. Mientras con su mano me hacía un trabajito. ¡Joder!, no estaba yo para más juegos de manos pero me castigó hasta que le tuve que rogar que me follara mientras me seguía pajeando con bastante éxito. Al final me dejó follarle y tuve un orgasmazo cojonudo.
Así es como me gustan las pajas!! Me voy a aficionar.
Lo primero que he hecho ha sido depilarme bastante, casi todo, así me quedan los labios muy suavecitos y dan ganas de tocarse todo el día, desde los labios hasta el mohicano de la cumbre.
Luego empecé a acariciarme pero no lograba pensar en nada excitante, venían un montón de ideas locas a mi cabeza pero nada sexual. Lo de ponerme una peli porno u otro material gráfico no me ponía nada, así que empecé a pensar creativamente.
Agarré un bote de lubricante en gel y empecé a echármelo por la zona. Me tumbé en pelotas sobre la cama, cerré los ojos y comencé a pensar en situaciones excitantes que había vivido. Me toqué con los dedos rememorando la fricción de una polla. La humedad del gel lo hacía mucho más suave y más rápido. Me estaba gustando. Subí con mi mano por la cintura hasta recorrer mi pecho y llegar a mi pezón, con el que jugué hasta dejarlo de punta. Seguía navegándome con la otra mano. Cada vez iba más rápido, me estaba excitando, pero me estaba provocando un efecto secundario: el deseo de querer ser follada.Me sentía rara aunque me estaba gustando.
Escuché un ruido y abrí los ojos, en la puerta de la habitación estaba él, espiándome el muy capullo y yo pensando que estaba en el garaje cambiando el aceite!. Me fijé en el bulto de su pantalón y eso sí que me puso cardiaca perdida. Se acercó a la cama y le bajé el pantalón. Se arrodilló al lado de mi cabeza y me metí su polla en la boca. Mientras con su mano me hacía un trabajito. ¡Joder!, no estaba yo para más juegos de manos pero me castigó hasta que le tuve que rogar que me follara mientras me seguía pajeando con bastante éxito. Al final me dejó follarle y tuve un orgasmazo cojonudo.
Así es como me gustan las pajas!! Me voy a aficionar.
27 noviembre 2005
Insomnio
Siempre dormimos abrazados, hasta que empezamos a sentirnos incómodos y nos vamos cada uno a nuestro lado. Por las noches nos dejamos dormir, pero algunas noches, un amante inesperado empieza a meterme mano de una manera que mi pareja no lo haría.
Es curioso, pero creo que él lo hace dormido, aunque la forma de tocarme no es "la de siempre", de repente se convierte en un amante sensual que me visita en sueños, me pilla adormilada y me despierta con suavidad mientras me quita la ropa. Cuando estoy desnuda entre sus brazos, empieza a estrujarme con fuerza, me abraza y me acerca a su cuerpo. El contacto con los pelitos de su pecho me pone los pelos de punta. Embiste su polla contra mi culo, como muestra de poder. Me da la vuelta y me besa el cuello, me muerde y me chuperretea los pezones mientras baja su mano a mi entrepierna y juega con los pelitos de mi pubis. Baja su lengua por mi ombligo hasta hundirse entre mis piernas. Mueve frenética su lengua entre mis labios, arqueo mi espalda y separo mis rodillas para abrir mi sexo. Me moja y me mojo, me excita y noto que me expando. Necesito que me folle. El lo sabe y sube hasta mi boca, tiene los labios empapados en mis jugos. Me como esa boca lujuriosa mientras él me la clava. Mueve con rapidez su pubis. Mientras le toco el pecho, pierdo mis dedos entre sus pelitos, busco sus pezones. Subo mis manos a sus hombros fuertes, a sus biceps en tensión. Me encanta sentir esa fuerza sobre mí. Bajo por su abdomen hasta su polla, la noto entrar y salir con la mano.
Gime sobre mí. Lo tiro a mi lado para que se ponga debajo. Me subo encima y me apoyo a horcajadas sobre su polla, empiezo a cabalgarlo y cojo sus manos y las pongo sobre mis tetas que se bambolean incómodamente. Me las aprieta con fuerza y yo acelero mi ritmo. Empiezo a sentir "eso" en el bajo abdomen, cuando ya sé que voy a tener un orgasmo y puedo sentir cómo se hinchan mis labios mayores, cómo se separa y se abre mi coño para dejarse frotar por el entrar y salir de la polla. Con la luz apagada, sólo me concentro en los ruidos, el tacto y los olores. No me doy cuenta y le araño el pecho, me agarro de sus brazos, él tensa sus bíceps porque sabe que me pone, es como tener una polla más en cada mano. Me encanta... me pone. Le sigo cabalgando, pero me voy a caer, ya tengo la boca abierta y noto un hilillo de baba desde mi boca a su cara. El me coge por la cintura y me aprieta más contra él. Ya me estoy yendo y noto cómo sus pelotas duras me golpean en el culo. Luego caigo encima suya y le beso con la boca aún jugosa por las babas del placer.
Uf! qué mala noche he pasao...
Es curioso, pero creo que él lo hace dormido, aunque la forma de tocarme no es "la de siempre", de repente se convierte en un amante sensual que me visita en sueños, me pilla adormilada y me despierta con suavidad mientras me quita la ropa. Cuando estoy desnuda entre sus brazos, empieza a estrujarme con fuerza, me abraza y me acerca a su cuerpo. El contacto con los pelitos de su pecho me pone los pelos de punta. Embiste su polla contra mi culo, como muestra de poder. Me da la vuelta y me besa el cuello, me muerde y me chuperretea los pezones mientras baja su mano a mi entrepierna y juega con los pelitos de mi pubis. Baja su lengua por mi ombligo hasta hundirse entre mis piernas. Mueve frenética su lengua entre mis labios, arqueo mi espalda y separo mis rodillas para abrir mi sexo. Me moja y me mojo, me excita y noto que me expando. Necesito que me folle. El lo sabe y sube hasta mi boca, tiene los labios empapados en mis jugos. Me como esa boca lujuriosa mientras él me la clava. Mueve con rapidez su pubis. Mientras le toco el pecho, pierdo mis dedos entre sus pelitos, busco sus pezones. Subo mis manos a sus hombros fuertes, a sus biceps en tensión. Me encanta sentir esa fuerza sobre mí. Bajo por su abdomen hasta su polla, la noto entrar y salir con la mano.
Gime sobre mí. Lo tiro a mi lado para que se ponga debajo. Me subo encima y me apoyo a horcajadas sobre su polla, empiezo a cabalgarlo y cojo sus manos y las pongo sobre mis tetas que se bambolean incómodamente. Me las aprieta con fuerza y yo acelero mi ritmo. Empiezo a sentir "eso" en el bajo abdomen, cuando ya sé que voy a tener un orgasmo y puedo sentir cómo se hinchan mis labios mayores, cómo se separa y se abre mi coño para dejarse frotar por el entrar y salir de la polla. Con la luz apagada, sólo me concentro en los ruidos, el tacto y los olores. No me doy cuenta y le araño el pecho, me agarro de sus brazos, él tensa sus bíceps porque sabe que me pone, es como tener una polla más en cada mano. Me encanta... me pone. Le sigo cabalgando, pero me voy a caer, ya tengo la boca abierta y noto un hilillo de baba desde mi boca a su cara. El me coge por la cintura y me aprieta más contra él. Ya me estoy yendo y noto cómo sus pelotas duras me golpean en el culo. Luego caigo encima suya y le beso con la boca aún jugosa por las babas del placer.
Uf! qué mala noche he pasao...
25 noviembre 2005
Mujer contra mujer
Nos abrazábamos desnudas delante de ellos, besándonos de rodillas sobre la cama. Ella tenía una boca jugosa y suave.
Era difícil acariciar un cuerpo de mujer, era raro abrazar otros pechos y notar cerca del pubis otro pubis. Ella era una ninfa de 40 con las ganas de una de 20.
Era un ejercicio de sentirse hombre y de intentar pensar con la sangre acumulada en la inexistente polla. Era fácil pensar que eras él y la querías hacer gemir y derretirse entre tus brazos.
Era excitante pensar en ellos excitados contemplando la escena en silencio, con la mano nerviosa en su polla.
La puse delante de mí, frente a ellos, mi pecho en su espalda, mi boca en su cuello, mi mano en su pecho, afilando sus pezones y acariciando su cintura. No pensaba en ella, pensaba que era él, me empalmaba y le clavaba mi polla en el culo.
Notaba que se retorcía entre mis brazos y yo esquivaba llegar hasta su coño, quería mojar mi mano en la primera visita.
La apretaba contra mí agarrándola por su cintura. Era él, el que se la iba a follar, le susurraba al oído "hueles muy bien" y le calaba la lengua hasta el tímpano, ella se estremecía y se reía entre mis manos, como una niña. Era un juego de chicas que juegan a ser hombres, de mujeres que juegan a ser lolitas, de pelis porno sin guión y sin pantalla, de actrices en directo y en privado, de voyeurs de lo propio y lo prohibido.
Parecía un sueño. Era el sueño de ser hombre y notar el poder de hacer derretirse a una mujer en tus manos, un sueño alimentado por la excitación de ellos.
Daba igual no ser lesbiana, daba igual no sentir placer con aquel cuerpo, el verdadero placer venía con el deseo que generábamos en ellos, aguantando el poder tocarnos y follarnos.
A veces más que lo que das o lo que recibes, excita saber lo mucho que le estás excitando.
PS: La verdad es que una vez escrito, parece un cuento.
Era difícil acariciar un cuerpo de mujer, era raro abrazar otros pechos y notar cerca del pubis otro pubis. Ella era una ninfa de 40 con las ganas de una de 20.
Era un ejercicio de sentirse hombre y de intentar pensar con la sangre acumulada en la inexistente polla. Era fácil pensar que eras él y la querías hacer gemir y derretirse entre tus brazos.
Era excitante pensar en ellos excitados contemplando la escena en silencio, con la mano nerviosa en su polla.
La puse delante de mí, frente a ellos, mi pecho en su espalda, mi boca en su cuello, mi mano en su pecho, afilando sus pezones y acariciando su cintura. No pensaba en ella, pensaba que era él, me empalmaba y le clavaba mi polla en el culo.
Notaba que se retorcía entre mis brazos y yo esquivaba llegar hasta su coño, quería mojar mi mano en la primera visita.
La apretaba contra mí agarrándola por su cintura. Era él, el que se la iba a follar, le susurraba al oído "hueles muy bien" y le calaba la lengua hasta el tímpano, ella se estremecía y se reía entre mis manos, como una niña. Era un juego de chicas que juegan a ser hombres, de mujeres que juegan a ser lolitas, de pelis porno sin guión y sin pantalla, de actrices en directo y en privado, de voyeurs de lo propio y lo prohibido.
Parecía un sueño. Era el sueño de ser hombre y notar el poder de hacer derretirse a una mujer en tus manos, un sueño alimentado por la excitación de ellos.
Daba igual no ser lesbiana, daba igual no sentir placer con aquel cuerpo, el verdadero placer venía con el deseo que generábamos en ellos, aguantando el poder tocarnos y follarnos.
A veces más que lo que das o lo que recibes, excita saber lo mucho que le estás excitando.
PS: La verdad es que una vez escrito, parece un cuento.
23 noviembre 2005
CONSULTORIO: Cambio de rol
Otra consulta más que nos llega. Me gustaría decir que me las invento yo, pero los lectores superan mi imaginación con creces!!
Me encantan vuestros blogs y me gustaría usaros de "conejitas de indias", a ver si me explico. Quiero preguntaros acerca de una de mis fantasías, mejor dicho es "la fantasía" por excelencia. Desde que mi niña comparte cama revuelta conmigo he fantaseado con esto, probablemente vaya a ser un fiasco, con tanta expectación.
Me excita en sobremanera que ella me de una buena follada o que me haga el amor tiernamente, que me bese mientras me lo hace, que me muerda el cuello o me arañe la espalda, pero que haga todo eso mientras ella esta dentro de mi, me volvería loco. Ya, ya se que es algo extraño, decían por ahí que un cambio de rol, ahora bien ¿Quién tiene claro su papel?.
No hemos practicado el sexo anal, a mi me encanta hacerle el amor y a ella tampoco le resulta agradable la idea, pero me da un palo enorme pedirle a ella que me lo haga a mi. Claro que no voy a aparecer en casa con un arnés y un dildo en plan sorpresa!! La estrategia ha sido elaborada y según llega el momento final me entra el canguelis, por eso necesito una opinión (empujón), o varias, mejor aún.
Claro que sabe que me gusta que me toquen el perineo, incluso que me lo estimulen con un vibrador (sabe a gloria), que me aprieten en el culete mientras lo hacemos y la posición lo permite, que me metan un dedito (sobre todo le gusta hacerlo en la ducha), una pajilla mañanera haciendo el trenecito (normalmente viene acompañada por un -hay que ver como estamos- y besitos en el cuello), la penúltima etapa y definitivamente obvia es ponerle el culo en pompa y pedirle que me lo haga (preferiblemente hacerlo en medio de un buen calenton). De momento me tiene bloqueado.
¿Cual será su reacción? ¿Saldrá corriendo? ¿Se morirá de la risa? ¿Me empezara a llamar nenita delante de su madre? o de la mía, eso seria definitivamente peor... Hay posibilidades de que se ponga seria y me diga, -oye macho para mi que tu eres algo mariquita-, esa es la que menos me preocupa, a mi lo que me gusta es que me lo haga ella, con ese cuerpito, sus muslos contra los míos, su pubis contra mis cachetes..
Gracias por leerme, y por cualquier tipo de comentario.. besos!!
AL ataqueeer!!
No es nada anormal lo de tener fantasías de ese tipo, muchos hombres (y muchas mujeres también!!) rechazan el sexo anal porque parece que les quita "hombría". El caso es que se pierden una parte importante del placer masculino (y femenino!!).
Lo de invitarla a que te folle me parece cojonudo, ahora, lo de llegar a casa con un arnés, me parece fuertecillo. Sin conocerla a ella, no sé qué pensará, pero si tiene cierto rechazo, quizá se asuste un poco.
Yo que tú intentaría probar con algo más "light" , por ejemplo cómprate unas bolitas anales, o un rosario de bolas, e introdúcetelas tú mismo sin que ella lo sepa (o si?), cuando estéis en plena acción y si se presta a ello, sugiérele que las manipule (el rosario de bolas suele llevar una anillita al final para moverlo, sacarlo y meterlo), por ejemplo mientras te hace una mamadita de buen rollo. Esto te volverá loco!.
Es difícil llegar a esa zona en otras posturas, pero tú pones el límite.
Que lo disfrutes, ya nos lo contarás!
A ver que te recomiendan las otras "salidas" y los salidos adjuntos :-P
Me encantan vuestros blogs y me gustaría usaros de "conejitas de indias", a ver si me explico. Quiero preguntaros acerca de una de mis fantasías, mejor dicho es "la fantasía" por excelencia. Desde que mi niña comparte cama revuelta conmigo he fantaseado con esto, probablemente vaya a ser un fiasco, con tanta expectación.
Me excita en sobremanera que ella me de una buena follada o que me haga el amor tiernamente, que me bese mientras me lo hace, que me muerda el cuello o me arañe la espalda, pero que haga todo eso mientras ella esta dentro de mi, me volvería loco. Ya, ya se que es algo extraño, decían por ahí que un cambio de rol, ahora bien ¿Quién tiene claro su papel?.
No hemos practicado el sexo anal, a mi me encanta hacerle el amor y a ella tampoco le resulta agradable la idea, pero me da un palo enorme pedirle a ella que me lo haga a mi. Claro que no voy a aparecer en casa con un arnés y un dildo en plan sorpresa!! La estrategia ha sido elaborada y según llega el momento final me entra el canguelis, por eso necesito una opinión (empujón), o varias, mejor aún.
Claro que sabe que me gusta que me toquen el perineo, incluso que me lo estimulen con un vibrador (sabe a gloria), que me aprieten en el culete mientras lo hacemos y la posición lo permite, que me metan un dedito (sobre todo le gusta hacerlo en la ducha), una pajilla mañanera haciendo el trenecito (normalmente viene acompañada por un -hay que ver como estamos- y besitos en el cuello), la penúltima etapa y definitivamente obvia es ponerle el culo en pompa y pedirle que me lo haga (preferiblemente hacerlo en medio de un buen calenton). De momento me tiene bloqueado.
¿Cual será su reacción? ¿Saldrá corriendo? ¿Se morirá de la risa? ¿Me empezara a llamar nenita delante de su madre? o de la mía, eso seria definitivamente peor... Hay posibilidades de que se ponga seria y me diga, -oye macho para mi que tu eres algo mariquita-, esa es la que menos me preocupa, a mi lo que me gusta es que me lo haga ella, con ese cuerpito, sus muslos contra los míos, su pubis contra mis cachetes..
Gracias por leerme, y por cualquier tipo de comentario.. besos!!
AL ataqueeer!!
No es nada anormal lo de tener fantasías de ese tipo, muchos hombres (y muchas mujeres también!!) rechazan el sexo anal porque parece que les quita "hombría". El caso es que se pierden una parte importante del placer masculino (y femenino!!).
Lo de invitarla a que te folle me parece cojonudo, ahora, lo de llegar a casa con un arnés, me parece fuertecillo. Sin conocerla a ella, no sé qué pensará, pero si tiene cierto rechazo, quizá se asuste un poco.
Yo que tú intentaría probar con algo más "light" , por ejemplo cómprate unas bolitas anales, o un rosario de bolas, e introdúcetelas tú mismo sin que ella lo sepa (o si?), cuando estéis en plena acción y si se presta a ello, sugiérele que las manipule (el rosario de bolas suele llevar una anillita al final para moverlo, sacarlo y meterlo), por ejemplo mientras te hace una mamadita de buen rollo. Esto te volverá loco!.
Es difícil llegar a esa zona en otras posturas, pero tú pones el límite.
Que lo disfrutes, ya nos lo contarás!
A ver que te recomiendan las otras "salidas" y los salidos adjuntos :-P
22 noviembre 2005
CONSULTORIO: La masturbación
A falta de narrar polvos, menos mal que nos queda el consultorio:
"Hola!
Soy una lectora de vuestro blog y se me ha ocurrido poner algo en común con todos vosotros.
Acabo de tener un orgasmo, no un orgasmo cualquiera, uno de los buenos, de esos que te hacen gemir y crees llegar a morir de placer... Pero mi novio no está aquí, ni mi amante, ni el butanero, ni el fontanero. Yo misma me he producido el orgasmo, y es sobre eso de lo que quería hablar; de la masturbación.
Parece el tema "prohibido" para muchas personas, y más trantándose de nosotras las mujeres... Soy de las que piensa que tod@s nos masturbamos, aunque alguno no lo quiera reconocer. ¿Por qué negarnos ese placer al cuerpo?
Me masturbo, me masturbo en cuanto tengo ocasión y lo hago porque me gusta. Muchas cosas me excitan, como ver fotos de mujeres, y en especial un par de buenas lesbianas, aunque me considero completamente heterosexual, ¿esto es raro?, ¿qué creeis?.
La forma que a mi más me gusta es frotándome el clítoris con movimientos circulares y variando de velocidad, pero nada de tocamientos cercanos, directamente el clítoris, con una mano me sujeto los labios y la otra ya hace su labor. Para un mejor orgasmo necesito tener las piernas en alto y contra más abiertas mejor.
¿Y vosotros como os masturbais? Espero que no tengáis pelos en la lengua y os atreváis a contarlo igual que lo he hecho yo.
Un saludo."
Como soy la que chequea el buzón, te contesto primero:
Y de paso salgo del armario de la masturbación: NO ME MASTURBO. Descubrí el sexo compartido antes que individual, aunque tuve curiosidad por tocarme, nunca lo hice para darme placer, ni lo intenté ni lo conseguí "de casualidad". Mi juguete lo descubrí a través de otras manos, al principio un poco torpes, lo cual me hizo rechazar totalmente que me tocaran, pero dí con el tío apropiado y me descubrió el gran placer que me estaba perdiendo (bueno, tenía 15 ó 16 años, tampoco me lo perdía hacía tanto tiempo...). Luego ya, a los 17 añitos descubrí el folleteo, y he tenido la suerte de tenerlo siempre que me daba un calentón, o por lo menos de no necesitar tocarme. (Ahora preguntaré yo si es raro todo esto????).
Hace muchos años que tengo pareja estable y convive conmigo, siempre que quiero "marcha", la consigo compartida, no me llama la atención lo de tocarme y si lo hago a veces es para precalentarle a él mientras me mira!! (Creo que ni siquiera sé masturbarme :( ¿Es raro?
Ver fotos no me excita, ni de tíos ni de tías, me excitan algunos vídeos porno o leer algunos relatos porque me parecen más interactivos y me hacen "participar" mentalmente en la escena. Sin embargo escribí un relato "lesbiano" y me produjo un calentón bastante considerable, mientras lo escribía. ¿Eso me hace lesbiana?. Me gustan las mujeres desnudas, me parecen preciosas, pero donde este una polla empalmada, que se quiten tetas y almejillas. Como juego, tocar y besar a una mujer es muy placentero (somos muy suaves y tenemos muchas curvitas), pero al final siempre echo de menos algo dentro de mí.
Pelos en la lengua no tengo, a ver las otras chicas ;)
PS: Tu correo me ha recordado al típico piropo de albañil: "No tengo pelos en la lengua porque tú no quieres"
"Hola!
Soy una lectora de vuestro blog y se me ha ocurrido poner algo en común con todos vosotros.
Acabo de tener un orgasmo, no un orgasmo cualquiera, uno de los buenos, de esos que te hacen gemir y crees llegar a morir de placer... Pero mi novio no está aquí, ni mi amante, ni el butanero, ni el fontanero. Yo misma me he producido el orgasmo, y es sobre eso de lo que quería hablar; de la masturbación.
Parece el tema "prohibido" para muchas personas, y más trantándose de nosotras las mujeres... Soy de las que piensa que tod@s nos masturbamos, aunque alguno no lo quiera reconocer. ¿Por qué negarnos ese placer al cuerpo?
Me masturbo, me masturbo en cuanto tengo ocasión y lo hago porque me gusta. Muchas cosas me excitan, como ver fotos de mujeres, y en especial un par de buenas lesbianas, aunque me considero completamente heterosexual, ¿esto es raro?, ¿qué creeis?.
La forma que a mi más me gusta es frotándome el clítoris con movimientos circulares y variando de velocidad, pero nada de tocamientos cercanos, directamente el clítoris, con una mano me sujeto los labios y la otra ya hace su labor. Para un mejor orgasmo necesito tener las piernas en alto y contra más abiertas mejor.
¿Y vosotros como os masturbais? Espero que no tengáis pelos en la lengua y os atreváis a contarlo igual que lo he hecho yo.
Un saludo."
Como soy la que chequea el buzón, te contesto primero:
Y de paso salgo del armario de la masturbación: NO ME MASTURBO. Descubrí el sexo compartido antes que individual, aunque tuve curiosidad por tocarme, nunca lo hice para darme placer, ni lo intenté ni lo conseguí "de casualidad". Mi juguete lo descubrí a través de otras manos, al principio un poco torpes, lo cual me hizo rechazar totalmente que me tocaran, pero dí con el tío apropiado y me descubrió el gran placer que me estaba perdiendo (bueno, tenía 15 ó 16 años, tampoco me lo perdía hacía tanto tiempo...). Luego ya, a los 17 añitos descubrí el folleteo, y he tenido la suerte de tenerlo siempre que me daba un calentón, o por lo menos de no necesitar tocarme. (Ahora preguntaré yo si es raro todo esto????).
Hace muchos años que tengo pareja estable y convive conmigo, siempre que quiero "marcha", la consigo compartida, no me llama la atención lo de tocarme y si lo hago a veces es para precalentarle a él mientras me mira!! (Creo que ni siquiera sé masturbarme :( ¿Es raro?
Ver fotos no me excita, ni de tíos ni de tías, me excitan algunos vídeos porno o leer algunos relatos porque me parecen más interactivos y me hacen "participar" mentalmente en la escena. Sin embargo escribí un relato "lesbiano" y me produjo un calentón bastante considerable, mientras lo escribía. ¿Eso me hace lesbiana?. Me gustan las mujeres desnudas, me parecen preciosas, pero donde este una polla empalmada, que se quiten tetas y almejillas. Como juego, tocar y besar a una mujer es muy placentero (somos muy suaves y tenemos muchas curvitas), pero al final siempre echo de menos algo dentro de mí.
Pelos en la lengua no tengo, a ver las otras chicas ;)
PS: Tu correo me ha recordado al típico piropo de albañil: "No tengo pelos en la lengua porque tú no quieres"
Gemidos masculinos
Formábamos una pandilla de unos 12 o 13 personas entre chicos y chicas. Teníamos una media de 15 años o así y cada un@ se había liado por lo menos con uno o dos del sexo opuesto. Yo misma llevaba un ranking de dos pibes y eso que hacía sólo un mes y medio que andaba por esa zona costera.
JA había sido mi descubridor de las pollas y mi instructor de las pajillas. Cada vez que nos veíamos nos íbamos a un sitio oscuro a meternos mano y a hacernos pajillas, sobre todo yo a él, porque tras experimentado diversas torpezas masculinas, yo pasaba de ser "conejillo" de indias de nadie....Con JA hubo muy buen rollo desde siempre, incluso tras dejar de ser "novios" pudimos ser amigos.
Después vino I. El caso de I fué distinto. El se enteró de que yo "hacía pajas" y como JA y yo habíamos "quedado como amigos" empezó a tirarme los tejos a saco, a todas horas. A mí me cansaba un poco aquello, pero realmente me apetecía enrollarme con él. Era el tío más grande de la pandilla, el chulillo y algo gilipollas. Nos enrollamos en un portal de una finca, empezamos con los morreillos y metemanos típicas. Al cabo del rato noté que el tío se estaba empalmando y me apeteció tocarle la polla por encima del pantalón. El aceleró sus morreos y me acercaba más a él mientras me metía mano. Nos sentamos en un escalón, le desabroché el pantalón y le saqué la polla. (Con JA había desarrollado una gran destreza en el arte de "sacar pájaros de su jaula", no necesitaba ni mirar.)
La polla de I -por el recorrido de mi mano- era bastante grande, por lo menos más que la de JA. La calidad de mis pajas había mejorado bastante, ya la agarraba con fuerza y la meneaba a la velocidad adecuada, había tenido buen maestro. Me concentré en mirar la polla mientras le pajeaba. También miraba su cara, el tío ponía una cara entre placer y sufrimiento, incluso llegué a pensar que lo estaba haciendo mal, pero fué enconces cuando empezó a gemir. Aquellos gemidos pajilleros me calaron hondo, veía sus ojos cerrados, su boca abierta y me impresionó oir gemir a un tío, me resultaba poco masculino :-O pero me encantó.
Ese tío siempre gemía con las pajas, me parecía algo genial, me dejaba hipnotizada, desconectaba totalmente cuando gemía. Un día me fuí al baño y se metió dentro, conmigo. A mí no me importó porque iba algo piripi, meé mientras él me miraba y se la empezó a menear allí mismo. A mí me importó bastante poco, terminé mi faena y me puse a su lado a ayudarle, el tío se empezó a excitar más y más y empezó a gemir. Creo que me hice adicta a sus gemidos y necesitaba oirlos y verle la cara. No tenía ningún vínculo afectivo con él, pero me encantaba verlo y sobre todo oirlo gozar.
Una de las últimas pajillas antes de abandonar aquella playa, fué en casa de JA. Habíamos quedado toda la pandilla para ver una peli porno. Era un poco coñazo y nos quedamos en la casa unos cuantos. El propio JA y R se fueron de allí. Mi rollito I comenzó a ponerse cariñoso conmigo. Yo tenía ganas de marcha y de oirle. El me cogió la mano y me llevó a una habitación. Nos empezamos a besar y nos quitamos algo de ropa, aunque éramos jóvenes para follar, pero la oscuridad nos arropaba y el alcohol nos desinhibía. De nuevo acabé con esa polla que tanto conocía en la mano, y comencé a menearla, recuerdo haber pensado que sólo tocaba pollas duras y me parecía que ese era su estado natural. No le veía la cara pero tocaba su boca con mis dedos, tenía la boca abierta y húmeda, pude imaginar su cara de placer. Eso me hizo acelerar mi mano lo que provocó empezar a oir sus gemidos. La oscuridad me hacían concentrarme completamente en ellos y disfrutar con su "música". Acababa con un jadeo progresivo que terminaba mojando el dorso de mi mano. Y ahí ya sabía que tenía que parar.
Aquello me costó un disgustillo con JA, ya que era su cama, pero creo que me perdonó.
¿Te ponen los gemidos?
PS: I sigue siendo un gilipollas, ahora casado y con hijos. Ví a JA hace unos años, estaba buenísimo el cabrón, encantador y simpático.
JA había sido mi descubridor de las pollas y mi instructor de las pajillas. Cada vez que nos veíamos nos íbamos a un sitio oscuro a meternos mano y a hacernos pajillas, sobre todo yo a él, porque tras experimentado diversas torpezas masculinas, yo pasaba de ser "conejillo" de indias de nadie....Con JA hubo muy buen rollo desde siempre, incluso tras dejar de ser "novios" pudimos ser amigos.
Después vino I. El caso de I fué distinto. El se enteró de que yo "hacía pajas" y como JA y yo habíamos "quedado como amigos" empezó a tirarme los tejos a saco, a todas horas. A mí me cansaba un poco aquello, pero realmente me apetecía enrollarme con él. Era el tío más grande de la pandilla, el chulillo y algo gilipollas. Nos enrollamos en un portal de una finca, empezamos con los morreillos y metemanos típicas. Al cabo del rato noté que el tío se estaba empalmando y me apeteció tocarle la polla por encima del pantalón. El aceleró sus morreos y me acercaba más a él mientras me metía mano. Nos sentamos en un escalón, le desabroché el pantalón y le saqué la polla. (Con JA había desarrollado una gran destreza en el arte de "sacar pájaros de su jaula", no necesitaba ni mirar.)
La polla de I -por el recorrido de mi mano- era bastante grande, por lo menos más que la de JA. La calidad de mis pajas había mejorado bastante, ya la agarraba con fuerza y la meneaba a la velocidad adecuada, había tenido buen maestro. Me concentré en mirar la polla mientras le pajeaba. También miraba su cara, el tío ponía una cara entre placer y sufrimiento, incluso llegué a pensar que lo estaba haciendo mal, pero fué enconces cuando empezó a gemir. Aquellos gemidos pajilleros me calaron hondo, veía sus ojos cerrados, su boca abierta y me impresionó oir gemir a un tío, me resultaba poco masculino :-O pero me encantó.
Ese tío siempre gemía con las pajas, me parecía algo genial, me dejaba hipnotizada, desconectaba totalmente cuando gemía. Un día me fuí al baño y se metió dentro, conmigo. A mí no me importó porque iba algo piripi, meé mientras él me miraba y se la empezó a menear allí mismo. A mí me importó bastante poco, terminé mi faena y me puse a su lado a ayudarle, el tío se empezó a excitar más y más y empezó a gemir. Creo que me hice adicta a sus gemidos y necesitaba oirlos y verle la cara. No tenía ningún vínculo afectivo con él, pero me encantaba verlo y sobre todo oirlo gozar.
Una de las últimas pajillas antes de abandonar aquella playa, fué en casa de JA. Habíamos quedado toda la pandilla para ver una peli porno. Era un poco coñazo y nos quedamos en la casa unos cuantos. El propio JA y R se fueron de allí. Mi rollito I comenzó a ponerse cariñoso conmigo. Yo tenía ganas de marcha y de oirle. El me cogió la mano y me llevó a una habitación. Nos empezamos a besar y nos quitamos algo de ropa, aunque éramos jóvenes para follar, pero la oscuridad nos arropaba y el alcohol nos desinhibía. De nuevo acabé con esa polla que tanto conocía en la mano, y comencé a menearla, recuerdo haber pensado que sólo tocaba pollas duras y me parecía que ese era su estado natural. No le veía la cara pero tocaba su boca con mis dedos, tenía la boca abierta y húmeda, pude imaginar su cara de placer. Eso me hizo acelerar mi mano lo que provocó empezar a oir sus gemidos. La oscuridad me hacían concentrarme completamente en ellos y disfrutar con su "música". Acababa con un jadeo progresivo que terminaba mojando el dorso de mi mano. Y ahí ya sabía que tenía que parar.
Aquello me costó un disgustillo con JA, ya que era su cama, pero creo que me perdonó.
¿Te ponen los gemidos?
PS: I sigue siendo un gilipollas, ahora casado y con hijos. Ví a JA hace unos años, estaba buenísimo el cabrón, encantador y simpático.
16 noviembre 2005
Me encanta su casa
Fui al cumpleaños.
Había hablado antes con Sergio, y le había contado mis intenciones. El no conocía directamente al homenajeado, con lo que no estaba invitado, aunque si había a un amigo común.
Cuando llegué a la fiesta, estaba allí. Me sorprendí. Me alegré. Me excité.
Alto, moreno, un cuerpo musculoso y perfecto hacía que mis pensamientos volaran hacia su más intimos rinconcitos.
Me acerqué a el. Nos miramos a los ojos, y sonreimos. No apartamos nuestras miradas, que empezaban a ser insinuantes, insultantes, indecentes. Aguantamos unos segundos, los suficientes para transmitir los deseos y sucios pensamientos que teníamos ambos en mente.
Me cogió de la cintura, y suavemente bajó su mano hasta mi culo.
Me acercó a el, y me presionó sobre su cuerpo. Se acercó a mi oído y me susurró "vámonos".
Su casa estaba a 200m de donde nos encontrábamos.
Fuimos despacio. Sin decir palabra. Sin tocarnos.
Entramos al portal y subimos en ascensor hasta su piso. Llegamos a la puerta de entrada a su casa e hizo ademán de meter la llave en la cerradura, de espaldas a mi, le abracé desde atrás, acariciando sus pectorales, duros como una roca, bajando hasta su estómago y continuando hasta su paquete.
Su respiración cambió y se volvió más acelerada.
Se dió la vuelta agarrándome del pelo y comenzando a besarme por boca, ojos, cuello, y bajando besándome los pechos por encima de la ropa. Sus manos no paraban de acariciarme, agarrarme y magrearme, con fuerza.
Me puso de espaldas a la pared, continuando el juego, sin parar, sin dejar de besame y acariciarme entera, acercando su sexo a mi cuerpo, restregándose. Mis manos se deslizaron por la hebilla del cinturón, abriéndola, siguiendo por el botón y cremallera. Sus pantalones cayeron, y casi en el mismo instante mi falda también cayó, dejando al descubierto mi tanguita y las medias negras de silicona.
Me vio y me susurró lo que le ponían esas medias, se bajó los calzoncillos, apareciendo su gran polla erecta ante mí, apartó un poco mi tanga y me penetró. Golpeándome contra la pared.
La luz de la escalera se había apagado hacía tiempo. Sentí no poder ver su cara.
Sacó su pene y me dió la vuelta, cogió mis manos y las elevó apoyándolas contra la pared, sujetándolas, no dandome opción a poder tocarle. Me penetró desde atrás con fuerza. Con mi cabeza girada, besaba y chupaba mi cuello, lamiendo el lóbulo y metiendo su lengua por la oreja. A cada empujón mi respiración se aceleraba más y más.
La luz de la escalera se encendió. Alguien estaba en la escalera.
Pero no paró, ni cesó en su ritmo, siguió empujándo su polla en mi interior como si me quisiera atravesar, besándome y susurrándo sus jadeos en mi oido. Me susurró, suave, que se iba a correr.
Terminamos jadeando en silencio, sin ruido, pero satisfechos.
Nos vestimos rápidamente. Nos miramos. Sonreimos.
El ascensor subía.
Metió la llave en la puerta, y me dijo que estaba seguro de que me encantaría su casa.
Una media copa bastó para que nuestros cuerpos recuperan la energía para volver a disfrutar el uno en el otro.
Me encantó su casa.
Había hablado antes con Sergio, y le había contado mis intenciones. El no conocía directamente al homenajeado, con lo que no estaba invitado, aunque si había a un amigo común.
Cuando llegué a la fiesta, estaba allí. Me sorprendí. Me alegré. Me excité.
Alto, moreno, un cuerpo musculoso y perfecto hacía que mis pensamientos volaran hacia su más intimos rinconcitos.
Me acerqué a el. Nos miramos a los ojos, y sonreimos. No apartamos nuestras miradas, que empezaban a ser insinuantes, insultantes, indecentes. Aguantamos unos segundos, los suficientes para transmitir los deseos y sucios pensamientos que teníamos ambos en mente.
Me cogió de la cintura, y suavemente bajó su mano hasta mi culo.
Me acercó a el, y me presionó sobre su cuerpo. Se acercó a mi oído y me susurró "vámonos".
Su casa estaba a 200m de donde nos encontrábamos.
Fuimos despacio. Sin decir palabra. Sin tocarnos.
Entramos al portal y subimos en ascensor hasta su piso. Llegamos a la puerta de entrada a su casa e hizo ademán de meter la llave en la cerradura, de espaldas a mi, le abracé desde atrás, acariciando sus pectorales, duros como una roca, bajando hasta su estómago y continuando hasta su paquete.
Su respiración cambió y se volvió más acelerada.
Se dió la vuelta agarrándome del pelo y comenzando a besarme por boca, ojos, cuello, y bajando besándome los pechos por encima de la ropa. Sus manos no paraban de acariciarme, agarrarme y magrearme, con fuerza.
Me puso de espaldas a la pared, continuando el juego, sin parar, sin dejar de besame y acariciarme entera, acercando su sexo a mi cuerpo, restregándose. Mis manos se deslizaron por la hebilla del cinturón, abriéndola, siguiendo por el botón y cremallera. Sus pantalones cayeron, y casi en el mismo instante mi falda también cayó, dejando al descubierto mi tanguita y las medias negras de silicona.
Me vio y me susurró lo que le ponían esas medias, se bajó los calzoncillos, apareciendo su gran polla erecta ante mí, apartó un poco mi tanga y me penetró. Golpeándome contra la pared.
La luz de la escalera se había apagado hacía tiempo. Sentí no poder ver su cara.
Sacó su pene y me dió la vuelta, cogió mis manos y las elevó apoyándolas contra la pared, sujetándolas, no dandome opción a poder tocarle. Me penetró desde atrás con fuerza. Con mi cabeza girada, besaba y chupaba mi cuello, lamiendo el lóbulo y metiendo su lengua por la oreja. A cada empujón mi respiración se aceleraba más y más.
La luz de la escalera se encendió. Alguien estaba en la escalera.
Pero no paró, ni cesó en su ritmo, siguió empujándo su polla en mi interior como si me quisiera atravesar, besándome y susurrándo sus jadeos en mi oido. Me susurró, suave, que se iba a correr.
Terminamos jadeando en silencio, sin ruido, pero satisfechos.
Nos vestimos rápidamente. Nos miramos. Sonreimos.
El ascensor subía.
Metió la llave en la puerta, y me dijo que estaba seguro de que me encantaría su casa.
Una media copa bastó para que nuestros cuerpos recuperan la energía para volver a disfrutar el uno en el otro.
Me encantó su casa.
13 noviembre 2005
CONSULTORIO: Reprimido neurótico
Hemos recibido la siguiente consulta por correo electrónico:
Hola,
Os mando una consulta para acabar pidiendoos un consejo.
El tema es el siguiente: estoy casado desde hace siete años con la primera chica que conocí hace 15. Soy de tendencia monógama y no me van las aventuras, busco la plena satisfacción sexual "en casa". Y ese es el problema. Yo no soy ninguna máquina sexual, soy normalito: con mis insinuaciones a lo largo del dia, mis besos inesperados, mis previos más o menos satisfactorios y con un promedio de acto sexual más bien pobre o "corto". Pero me gustaria mejorar, que todo fuese mejor y es que tengo mucha imaginación.
Continuamente tengo en la cabeza situaciones sexuales con la vecina, con mis colaboradoras en el trabajo (encima soy el jefe y la fantasia da para mucho), en la ducha, con clientas,... y cuando intento llevarlas a termino con mi pareja se niega: cunnilingus, felaciones, penetración anal, la recurrente nata en verano sobre sus grandes pechos, ... pero nada. No se deja.
Yo últimamente me he apuntado a la moda de los blogs y como no, me he hecho un blog un poco guarro, con todas las situaciones que os he comentado allí escritas y bueno, me sirve para distraerme, pero veo que no me lleva a ningún sitio.
He intentado hablarlo con ella, pero no quiere cambios. "Con lo que tiene se entretiene", dice que ella está bien así y que no quiere "experimentos".
Así que la consulta seria: ¿És normal que una mujer no quiera explorar nuevos caminos del placer? Que se conforme con tan poca cosa? Si vuestra pareja (estable o esporádica) os plantease un tema parecido no aceptariais?
Y el consejo que os pido: ¿Le enseño mi blog, que es "secreto total" y que se vaya leyendo todo lo que nos perdemos? Claro el problema es que la protagonista del blog no es ella, son todas las mujeres de mi entorno y puede coger un cabreo de campeonato.
Yo la quiero y no voy a buscar una pareja sexual que me de satisfacción en ese sentido, pero si esto puede mejorar porque conformarse? No?
Tremuntanal
Planteas un tema complicado, sobre todo por ir más allá de asuntos meramente sexuales. Como siempre, te diré lo que opino como "mujer y persona" y luego el resto de gente te ayudará con sus comentarios.
Personalmente siempre he visto el sexo como algo fantástico y placentero, en lo que hay que explorar para mejorar y echarle mucha imaginación para lograr crear situaciones "de película", es decir:"polvos mágicos". Pero había algunas cosas que me echaban directamente para atrás, no hace mucho tiempo, por ejemplo el sexo anal. Me producía tal rechazo que me era imposible intentar siquiera disfrutarlo. Hasta que un día (eso sí, estaba un poco bebida), descubrí que me gustaba y lo metí entre nuestros juegos "casi habituales". Otra cosa que tampoco me gustaba nada era el cunnilinguus, porque pensaba que mi sexo, aunque estuviera recién duchada, olería fatal y sólo de pensar que tuviera él la lengua y la nariz ahí cerca, me desconcentraba totalmente, no podía disfrutar nunca. Esto también cambió el día que tiré todos esos estúpidos pensamientos a la basura y pensé únicamente en disfrutar del sexo, que para eso es. Posiblemente su problema sea por temas de higiene o paranoias parecidas (olerá mal, sabrá mal, me dará asco..). Muchas mujeres que conozco renuncian a este tipo de actividades por que son muy escrupulosas y les da asco.
La solución pasa porque ella misma se convenza de que el sexo es algo fantástico, no porque la convenzas tú. Intenta crear situaciones propicias, por ejemplo bañaros o ducharos juntos, susurrale al oído tus fantasías (con ella como protagonista, por supuesto!).
Respecto a lo de presentarle tu blog...yo casi que no lo haría, sobre todo si las mujeres que allí aparecen son otras. Lo que sí puedes hacer es que descubra este blog, donde mujeres contamos como fantaseamos y disfrutamos del sexo, nuestros miedos y nuestros placeres. (Quizá sea una mala idea...pensará que lees a otras tías, las mujeres somos bastante celosonas con estas cosas...)
Es complicado, pero tiene que surgir de ella misma, nadie la puede convencer. Tú puedes ayudar a crear situaciones muy eróticas que la hagan desear hacer esas cosas que no quiere.
Suerte y Paciencia.
PS: Gracias por vuestros correos, nos enseñan a todos.
Hola,
Os mando una consulta para acabar pidiendoos un consejo.
El tema es el siguiente: estoy casado desde hace siete años con la primera chica que conocí hace 15. Soy de tendencia monógama y no me van las aventuras, busco la plena satisfacción sexual "en casa". Y ese es el problema. Yo no soy ninguna máquina sexual, soy normalito: con mis insinuaciones a lo largo del dia, mis besos inesperados, mis previos más o menos satisfactorios y con un promedio de acto sexual más bien pobre o "corto". Pero me gustaria mejorar, que todo fuese mejor y es que tengo mucha imaginación.
Continuamente tengo en la cabeza situaciones sexuales con la vecina, con mis colaboradoras en el trabajo (encima soy el jefe y la fantasia da para mucho), en la ducha, con clientas,... y cuando intento llevarlas a termino con mi pareja se niega: cunnilingus, felaciones, penetración anal, la recurrente nata en verano sobre sus grandes pechos, ... pero nada. No se deja.
Yo últimamente me he apuntado a la moda de los blogs y como no, me he hecho un blog un poco guarro, con todas las situaciones que os he comentado allí escritas y bueno, me sirve para distraerme, pero veo que no me lleva a ningún sitio.
He intentado hablarlo con ella, pero no quiere cambios. "Con lo que tiene se entretiene", dice que ella está bien así y que no quiere "experimentos".
Así que la consulta seria: ¿És normal que una mujer no quiera explorar nuevos caminos del placer? Que se conforme con tan poca cosa? Si vuestra pareja (estable o esporádica) os plantease un tema parecido no aceptariais?
Y el consejo que os pido: ¿Le enseño mi blog, que es "secreto total" y que se vaya leyendo todo lo que nos perdemos? Claro el problema es que la protagonista del blog no es ella, son todas las mujeres de mi entorno y puede coger un cabreo de campeonato.
Yo la quiero y no voy a buscar una pareja sexual que me de satisfacción en ese sentido, pero si esto puede mejorar porque conformarse? No?
Tremuntanal
Planteas un tema complicado, sobre todo por ir más allá de asuntos meramente sexuales. Como siempre, te diré lo que opino como "mujer y persona" y luego el resto de gente te ayudará con sus comentarios.
Personalmente siempre he visto el sexo como algo fantástico y placentero, en lo que hay que explorar para mejorar y echarle mucha imaginación para lograr crear situaciones "de película", es decir:"polvos mágicos". Pero había algunas cosas que me echaban directamente para atrás, no hace mucho tiempo, por ejemplo el sexo anal. Me producía tal rechazo que me era imposible intentar siquiera disfrutarlo. Hasta que un día (eso sí, estaba un poco bebida), descubrí que me gustaba y lo metí entre nuestros juegos "casi habituales". Otra cosa que tampoco me gustaba nada era el cunnilinguus, porque pensaba que mi sexo, aunque estuviera recién duchada, olería fatal y sólo de pensar que tuviera él la lengua y la nariz ahí cerca, me desconcentraba totalmente, no podía disfrutar nunca. Esto también cambió el día que tiré todos esos estúpidos pensamientos a la basura y pensé únicamente en disfrutar del sexo, que para eso es. Posiblemente su problema sea por temas de higiene o paranoias parecidas (olerá mal, sabrá mal, me dará asco..). Muchas mujeres que conozco renuncian a este tipo de actividades por que son muy escrupulosas y les da asco.
La solución pasa porque ella misma se convenza de que el sexo es algo fantástico, no porque la convenzas tú. Intenta crear situaciones propicias, por ejemplo bañaros o ducharos juntos, susurrale al oído tus fantasías (con ella como protagonista, por supuesto!).
Respecto a lo de presentarle tu blog...yo casi que no lo haría, sobre todo si las mujeres que allí aparecen son otras. Lo que sí puedes hacer es que descubra este blog, donde mujeres contamos como fantaseamos y disfrutamos del sexo, nuestros miedos y nuestros placeres. (Quizá sea una mala idea...pensará que lees a otras tías, las mujeres somos bastante celosonas con estas cosas...)
Es complicado, pero tiene que surgir de ella misma, nadie la puede convencer. Tú puedes ayudar a crear situaciones muy eróticas que la hagan desear hacer esas cosas que no quiere.
Suerte y Paciencia.
PS: Gracias por vuestros correos, nos enseñan a todos.
10 noviembre 2005
CONSULTORIO: Higiene
Nos mandan este correo al consultorio, que es un consejo interesante y por eso pasamos a publicarlo.
hola bellas:
Solo queria que hablaseis en el blog sobre la importacia del cuidado con la higiene mas básica. Esto viene a cuento de una infección que tuve en verano debido a que aquel pive no paraba de meter sus dedos en en mi culito y acto seguido en mi chochete. Eso me produjo una infección que me tuvo todo el verano loca. Por favor, si van a meter deditos en el culo, cosa muy chachi por cierto, no meter el mismo dedo luego en el chocho, pues te pillas una que no veas, mete otro o lavate primero, se pasa muy mal luego.
Y mejor que mejor lavarse las manos antes de, eso ya sería la bomba.
Gracias, buen blog por cierto
Gracias a tí!
hola bellas:
Solo queria que hablaseis en el blog sobre la importacia del cuidado con la higiene mas básica. Esto viene a cuento de una infección que tuve en verano debido a que aquel pive no paraba de meter sus dedos en en mi culito y acto seguido en mi chochete. Eso me produjo una infección que me tuvo todo el verano loca. Por favor, si van a meter deditos en el culo, cosa muy chachi por cierto, no meter el mismo dedo luego en el chocho, pues te pillas una que no veas, mete otro o lavate primero, se pasa muy mal luego.
Y mejor que mejor lavarse las manos antes de, eso ya sería la bomba.
Gracias, buen blog por cierto
Gracias a tí!
09 noviembre 2005
CONSULTORIO: Problemillas varios
Estamos de enhorabuena chicas, hemos recibido una consulta de un chico!.
Vamos a intentar echarle una mano.
Tengo veintisiete años, casi veintiocho. A principios de 2004 salí de una relación de más de ocho años. Se nos murió el amor, como a Bernarda de Utrera, de tanto usarlo. Aún nos queremos, muchísimo, pero sabemos que es imposible compartir nuestras vidas como una pareja tradicional y lo hemos descartado definitivamente, por imposible.
Esos ocho años de relación fui fiel por lo que cuando se acabó el noviazgo me había acostado, en toda mi vida, con cuatro mujeres. Cuatro. Decidí recuperar esos ocho años de vida sexual cuanto antes. Además de la tarea de reconstrucción emotiva y personal, del aterrador trabajo de descubrirme a mí mismo, debía recuperar, mejor, construir mi identidad sexual. (Lo hice, las dos guerras, a base de egoísmo, ¿se hace así, no?).
Pues me empecé a follar a cuantas mujeres se dejaron. Algunos fueron polvos gloriosos y otros prefiero no recordarlos (o no puedo), pero, hasta hoy, no he conseguido volver a correrme dentro de un coño.
Ahora la cosa está empezando a ser patológica. Me he acostado con mujeres muy deseables y nada, no hay puta forma. La escena, como comprenderéis, es absolutamente patética, más que nada porque a estas alturas ya tengo la ceremonia asumida y es como ver una película (mala)
-¿Qué, tú no te vas a correr?
- No, mi niña, voy bastante ciego y no me corro yo hoy ni de coña, pero he disfrutado muchísimo –eso o “es que tengo una movida en la espalda que me duele la ostia” o, como mucho, y si estoy muy caliente, la saco y me corro donde puedo (o me dejan).
Y no hay forma. Ni con condón, ni sin condón, ni tierno, ni brutal: nada.
¿Qué? ¿Cómo lo veis? ¿Me la corto? ¿Creo la Asociación de Discapacitados Físicos? ¿O será minusvalía emocional?
(Volví a follar con mi novia un par de veces, polvos maravillosos, y tampoco pude correrme dentro. Y tengo como una cosa ciclotímica de pánico/absolutanecesidad de enamorarme otra vez, pero eso ya es otro tema. ¿O no? No sé. Lo digo por si puede influir. Y como veis pienso mucho en mi ex).
A mí, sobre lo de la depilación, me gusta que haya poco pelo, pero no ninguno (en coños y pollas). ¿A las tías les gusta una polla totalmente rapada?
Te voy a contestar con mi opinión, (totalmente personal y carente de fundamentos médicos). Parece que el problema está en tu cabeza, porque como comprenderás a las tías, lo de que el tío "se corra", en principio nos la trae al fresco, nos preocupa que disfrute del polvo, de nuestro cuerpo y que lo pase bien. Lo de la corrida final, está destinado a la fecundación, a mi personalmente me da igual que él se corra fuera o dentro (poniendo medidas, claro). No me da más placer que él se corra por el hecho de correrse, me da más placer que él disfrute follando conmigo y que me nos lo pasemos bien.
No te centres tanto en intentar correrte dentro, porque me da la impresión que tú sólo te bloqueas con ese pensamiento. Cuando dejes de obsesionarte con eso, empezarás a disfrutar más. Tampoco te obsesiones con "volver a enamorarte", porque no sirve de nada, lo que tenga que pasar, pasará. Tengo varios amigos (demasiados) "separados" tras largas relaciones, y a veces cometen el error gordísimo de agarrarse a "lo primero" que encuentran después de "cortar". No hagas lo mismo!.
Respecto a la depilación, ya hemos hablado por aquí en varias ocasiones así que te remito a estos posts.
Espero que te sean de utilidad los comentarios que te deje la gente por aquí.
Vamos a intentar echarle una mano.
Tengo veintisiete años, casi veintiocho. A principios de 2004 salí de una relación de más de ocho años. Se nos murió el amor, como a Bernarda de Utrera, de tanto usarlo. Aún nos queremos, muchísimo, pero sabemos que es imposible compartir nuestras vidas como una pareja tradicional y lo hemos descartado definitivamente, por imposible.
Esos ocho años de relación fui fiel por lo que cuando se acabó el noviazgo me había acostado, en toda mi vida, con cuatro mujeres. Cuatro. Decidí recuperar esos ocho años de vida sexual cuanto antes. Además de la tarea de reconstrucción emotiva y personal, del aterrador trabajo de descubrirme a mí mismo, debía recuperar, mejor, construir mi identidad sexual. (Lo hice, las dos guerras, a base de egoísmo, ¿se hace así, no?).
Pues me empecé a follar a cuantas mujeres se dejaron. Algunos fueron polvos gloriosos y otros prefiero no recordarlos (o no puedo), pero, hasta hoy, no he conseguido volver a correrme dentro de un coño.
Ahora la cosa está empezando a ser patológica. Me he acostado con mujeres muy deseables y nada, no hay puta forma. La escena, como comprenderéis, es absolutamente patética, más que nada porque a estas alturas ya tengo la ceremonia asumida y es como ver una película (mala)
-¿Qué, tú no te vas a correr?
- No, mi niña, voy bastante ciego y no me corro yo hoy ni de coña, pero he disfrutado muchísimo –eso o “es que tengo una movida en la espalda que me duele la ostia” o, como mucho, y si estoy muy caliente, la saco y me corro donde puedo (o me dejan).
Y no hay forma. Ni con condón, ni sin condón, ni tierno, ni brutal: nada.
¿Qué? ¿Cómo lo veis? ¿Me la corto? ¿Creo la Asociación de Discapacitados Físicos? ¿O será minusvalía emocional?
(Volví a follar con mi novia un par de veces, polvos maravillosos, y tampoco pude correrme dentro. Y tengo como una cosa ciclotímica de pánico/absolutanecesidad de enamorarme otra vez, pero eso ya es otro tema. ¿O no? No sé. Lo digo por si puede influir. Y como veis pienso mucho en mi ex).
A mí, sobre lo de la depilación, me gusta que haya poco pelo, pero no ninguno (en coños y pollas). ¿A las tías les gusta una polla totalmente rapada?
Te voy a contestar con mi opinión, (totalmente personal y carente de fundamentos médicos). Parece que el problema está en tu cabeza, porque como comprenderás a las tías, lo de que el tío "se corra", en principio nos la trae al fresco, nos preocupa que disfrute del polvo, de nuestro cuerpo y que lo pase bien. Lo de la corrida final, está destinado a la fecundación, a mi personalmente me da igual que él se corra fuera o dentro (poniendo medidas, claro). No me da más placer que él se corra por el hecho de correrse, me da más placer que él disfrute follando conmigo y que me nos lo pasemos bien.
No te centres tanto en intentar correrte dentro, porque me da la impresión que tú sólo te bloqueas con ese pensamiento. Cuando dejes de obsesionarte con eso, empezarás a disfrutar más. Tampoco te obsesiones con "volver a enamorarte", porque no sirve de nada, lo que tenga que pasar, pasará. Tengo varios amigos (demasiados) "separados" tras largas relaciones, y a veces cometen el error gordísimo de agarrarse a "lo primero" que encuentran después de "cortar". No hagas lo mismo!.
Respecto a la depilación, ya hemos hablado por aquí en varias ocasiones así que te remito a estos posts.
Espero que te sean de utilidad los comentarios que te deje la gente por aquí.
07 noviembre 2005
Prohibido
De nuevo algo prohibido aparece en mi vida.
Hemos dormido juntos, nos hemos abrazado, besado y charlado en la intimidad como si fuéramos amantes, pero no lo somos.
Es un "no permitido". Escrúpulo estúpido que hace que no me lo quiera tirar. Pero cada vez me pone más.
Me levanté empapada, siempre que nos abrazábamos notaba su paquete, su polla hinchada que reventaba el calzoncillo. Yo me acosté desnuda, como siempre, no reparé que quizá le provocaba.
En el fondo estaba deseando que me atacara. Sus caricias durante gran parte de la noche me hacían tiritar de excitación. Acariciaba mi espalda, despacio, mi cara, mis piernas, alrededor de mis tetas. Seductor, incitándome. Pero sin llegar a tocar las partes más íntimas.
Creo que quería que le suplicara, que le pidiera que me follara, que tocara mi sexo, mis tetas, que me comiera entera con su boca como lo estaba haciendo con sus manos.
El calentón fue tremendo...todavía me dura. Sólo pensarlo, me humedezco, me excito y busco la siguiente excusa para verle, para atraparle de nuevo en mi cama , y seguir jugando... hasta que no pueda más, hasta que le desee tanto que me sea imposible recharzalo.
Hemos dormido juntos, nos hemos abrazado, besado y charlado en la intimidad como si fuéramos amantes, pero no lo somos.
Es un "no permitido". Escrúpulo estúpido que hace que no me lo quiera tirar. Pero cada vez me pone más.
Me levanté empapada, siempre que nos abrazábamos notaba su paquete, su polla hinchada que reventaba el calzoncillo. Yo me acosté desnuda, como siempre, no reparé que quizá le provocaba.
En el fondo estaba deseando que me atacara. Sus caricias durante gran parte de la noche me hacían tiritar de excitación. Acariciaba mi espalda, despacio, mi cara, mis piernas, alrededor de mis tetas. Seductor, incitándome. Pero sin llegar a tocar las partes más íntimas.
Creo que quería que le suplicara, que le pidiera que me follara, que tocara mi sexo, mis tetas, que me comiera entera con su boca como lo estaba haciendo con sus manos.
El calentón fue tremendo...todavía me dura. Sólo pensarlo, me humedezco, me excito y busco la siguiente excusa para verle, para atraparle de nuevo en mi cama , y seguir jugando... hasta que no pueda más, hasta que le desee tanto que me sea imposible recharzalo.
06 noviembre 2005
Cosas que me encantan
Abrazarte cuando estamos en la cama, tocarte la polla por encima del pijama y notar que crece en mi mano, mientras te remango la camiseta y apoyo mis tetas en tu espalda.
Jugar a "las tiendas de campaña": meterme bajo las sábanas mientras duermes y notar cómo crece tu pollita en mi boca.
Que te abraces a mí, me metas mano por debajo del pijama, mientras me arrimas el paquetón al culo y acabemos en un polvo desde atrás.
Que me hagas rogarte que me folles, mientras me sigues acariciando y metiendo mano, me besas, me muerdes y me arrimas el paquete.
Notar tus biceps y tu pecho duros como piedras cuando me apoyo para follarte.
Que follando: gimas, suspires, jadees, me arañes, me aprietes, me estrujes...
Las mamaditas inesperadas.
Los dedos y lengua que se pierden en agujeros escondidos.
Que te cabalgue y notar mis tetas golpeándose entre sí.
Hacerme disfrutar hasta que pierdo el control y se me cae la babilla encima tuya....
Que follando: gima, suspire, jadee, te arañe, te apriete, te estruje...
¿Y a tí?
PS: Vaaaaleeeeeeeee, ya sé que odias que te acerque mis pies helados (llamados también de Walt Disney), cuando nos metemos en la cama ;)
Jugar a "las tiendas de campaña": meterme bajo las sábanas mientras duermes y notar cómo crece tu pollita en mi boca.
Que te abraces a mí, me metas mano por debajo del pijama, mientras me arrimas el paquetón al culo y acabemos en un polvo desde atrás.
Que me hagas rogarte que me folles, mientras me sigues acariciando y metiendo mano, me besas, me muerdes y me arrimas el paquete.
Notar tus biceps y tu pecho duros como piedras cuando me apoyo para follarte.
Que follando: gimas, suspires, jadees, me arañes, me aprietes, me estrujes...
Cosas que te encantan:
Las mamaditas inesperadas.
Los dedos y lengua que se pierden en agujeros escondidos.
Que te cabalgue y notar mis tetas golpeándose entre sí.
Hacerme disfrutar hasta que pierdo el control y se me cae la babilla encima tuya....
Que follando: gima, suspire, jadee, te arañe, te apriete, te estruje...
¿Y a tí?
PS: Vaaaaleeeeeeeee, ya sé que odias que te acerque mis pies helados (llamados también de Walt Disney), cuando nos metemos en la cama ;)
03 noviembre 2005
CONSULTORIO: Sorpresa inolvidable.
Nos llega este correo:
Hola!!
Bueno antes que nada quiero decirles que leo mucho su blog y que me gusta mucho, ahora, quisiera que me dieran un consejo, quisiera hacerle una sorpresa a mi novio, algo original respecto a estar juntos, solos, hacernos el amor y cositas asi, pero quiero soprenderlo, pero por mas que doy vueltas y vueltas, no encuentro algo que pueda hacerle, por eso recurro a ustedes ya que ustedes tiene buenas ideas, tal vez algun lugar en donde podramos estar o alguna forma en la que pueda sopredenderlo y hacerle que lo disfrute mucho mucho. Ojala amigas que puedan ayudarme por favor!!
Espero su respuesta y gracias por leerme.
Pilar
Encantadas de que nos leas. Personalmente te recomiendo que te leas esto, a ver si te da alguna idea.
En los comentarios seguramente te dejarán muchos más consejos.
Hola!!
Bueno antes que nada quiero decirles que leo mucho su blog y que me gusta mucho, ahora, quisiera que me dieran un consejo, quisiera hacerle una sorpresa a mi novio, algo original respecto a estar juntos, solos, hacernos el amor y cositas asi, pero quiero soprenderlo, pero por mas que doy vueltas y vueltas, no encuentro algo que pueda hacerle, por eso recurro a ustedes ya que ustedes tiene buenas ideas, tal vez algun lugar en donde podramos estar o alguna forma en la que pueda sopredenderlo y hacerle que lo disfrute mucho mucho. Ojala amigas que puedan ayudarme por favor!!
Espero su respuesta y gracias por leerme.
Pilar
Encantadas de que nos leas. Personalmente te recomiendo que te leas esto, a ver si te da alguna idea.
En los comentarios seguramente te dejarán muchos más consejos.
CONSULTORIO: "Volver a ponerle"
Nos llega esta consulta:
Hola!
Os escribo esto para el consultorio, porque tengo un GRAN problema. Cuando estoy ahí en el temita con mi novio y empiezo a tocarle, al principio bien, pero pasados uno momentín la cosa empieza a decaer (y mucho). Y ya claro, volver a ponerlo en posición me cuesta la vida.
El dice que no me preocupe (yo siempre le digo que me frusta completamente no poderle hacer eso) que no es mi culpa, que lo hago bien y tal... pero, ¿que es lo que hago mal?, ¿cómo puedo hacer que esto no ocurra?
Espero que lo mío tenga solución.
Besos azules para todas!!
Ante todo tienes que pensar que el mejor órgano sexual que tenemos que es EL CEREBRO, así que úsalo y sorprendele con cositas innovadoras y atrevidas. Si te enfrentas a una relación sexual pensando que lo vas a hacer mal, tú misma te estás predestinando a hacerlo así.
Hablas de "tocarle", o sea de acariciarle y masturbarle (no de echar un kiki, no?). Quizá es que te pegues demasiado tiempo en los "preliminares" y él se empiece a "evadir" de la escena y a pensar en otras cosas. Si quieres sorprenderle con algo que funcione, no esperes a que la tenga dura y métetela en la boca blandita y empieza a "enrollarte" con su polla, notarás que empieza a crecer en tu boca, y a él le encantará.
Hay otra cosa importante, los tíos tienen más zonas erógenas, no las descuides y mientras le masajeas la pollita, tócale también las pelotas, la entrepierna, el cuello, los pezones....Cómetelo a lametazos o restriégate con el cuerpo untado en crema o aceite por todo su cuerpo....No se podrá resistir.
Seguramente por aquí te darán más pistas de lo que les gusta a ellos y de los trucos que emplean ellas.... Espero que te sirvan de ayuda.
SUERTE!!
Hola!
Os escribo esto para el consultorio, porque tengo un GRAN problema. Cuando estoy ahí en el temita con mi novio y empiezo a tocarle, al principio bien, pero pasados uno momentín la cosa empieza a decaer (y mucho). Y ya claro, volver a ponerlo en posición me cuesta la vida.
El dice que no me preocupe (yo siempre le digo que me frusta completamente no poderle hacer eso) que no es mi culpa, que lo hago bien y tal... pero, ¿que es lo que hago mal?, ¿cómo puedo hacer que esto no ocurra?
Espero que lo mío tenga solución.
Besos azules para todas!!
Ante todo tienes que pensar que el mejor órgano sexual que tenemos que es EL CEREBRO, así que úsalo y sorprendele con cositas innovadoras y atrevidas. Si te enfrentas a una relación sexual pensando que lo vas a hacer mal, tú misma te estás predestinando a hacerlo así.
Hablas de "tocarle", o sea de acariciarle y masturbarle (no de echar un kiki, no?). Quizá es que te pegues demasiado tiempo en los "preliminares" y él se empiece a "evadir" de la escena y a pensar en otras cosas. Si quieres sorprenderle con algo que funcione, no esperes a que la tenga dura y métetela en la boca blandita y empieza a "enrollarte" con su polla, notarás que empieza a crecer en tu boca, y a él le encantará.
Hay otra cosa importante, los tíos tienen más zonas erógenas, no las descuides y mientras le masajeas la pollita, tócale también las pelotas, la entrepierna, el cuello, los pezones....Cómetelo a lametazos o restriégate con el cuerpo untado en crema o aceite por todo su cuerpo....No se podrá resistir.
Seguramente por aquí te darán más pistas de lo que les gusta a ellos y de los trucos que emplean ellas.... Espero que te sirvan de ayuda.
SUERTE!!
02 noviembre 2005
Una "salida" más
Nos ha llegado este correo:
Hola, os leo habitualmente y te mando este mail para que lo publiques (si quieres), pero no quiero que desveles mi mi mail ni nada (aunque lo he creado sólo para esto), pero necesito contar esto, y necesito alguna respuesta. He pensado que puede ser buena idea escribiros, y de paso deciros que tenéis algo de 'culpa' en lo que me ha pasado. Bueno, ha estado bien,
digamos que me habéis 'inspirado', aunque no estoy del todo segura.
Este finde he ligado. Lo digo en primera persona porque he sido yo la que ha tenido que acercarse.
Recapitulo.
Hicimos una cena de chicas en mi piso, mi marido se fue de viaje el fin de semana a ver a su familia aprovechando el puente (es de fuera).
Fui con mis dos amigas a 'El Confidencial', no sé si conocéis el sitio pero está bien para las chicas con mis añitos, que no son pocos. Hacía mucho tiempo que no salía, y desde el principio, al saber que estaba sola todo el fin de semana, y con las cosas que leo en vuestros blogs, digamos que estaba especialmente 'predispuesta' a no volver sola a casa. Tenía ganas de ligar.
Después de un par de rones con cola y bailar un buen rato no había nada que me apeteciese. Nos entraron varios chicos, pero nada interesante. Sobre las 4 nos entraron dos que despaché a mis amigas, que no sabían que yo 'buscaba'. Les dije que yo ya me iba, un poco frustrada la verdad de no haber encontrado nada, y ellas se quedaron hablando con ellos.
Cuando esperaba en el guardarropa me percaté de dos chicos que había apoyados en la barra, uno joven, moreno, ojos claros, bastante guapo. Me armé de valor, se me puso el corazón a 10.000 por hora, me acerqué pensando en que no estoy nada mal, y que estaba hecho, que ligar es fácil para las mujeres. Cuando me di cuenta estaba a su lado, me apoyé en su brazo y le susurré al oído: 'si te gusto, sígueme'. No me creía lo que estaba haciendo, pero me lo estaba pasando muy bien, casi no podía aguantar la risa, y no sé si se me notaba que me temblaban las piernas. Cuando llegué a la puerta me giré y el chico tenía una sonrisa de oreja a oreja, se estaba despidiendo del amigo. ¡Bien!
Nos encontramos fuera y le pregunté dónde tenía el coche. Me dijo que había venido en moto. Me apresuré en decirle que no quería saber su nombre, que no me importaba, y sonrió. Era bastante majo.
Me subí a su moto y le rodeé con los brazos. Era guapo pero estaba un poco gordito, pero parecía fuerte en cualquier caso.
Me llevó a su casa, un piso compartido, frío, de chicos solteros, y yo estaba helada de la moto. Él tenía 24. Me dijo que si quería una copa, pero no quería beber más. Me llevó de la mano a su habitación, puso algo de música, luces bajas y un calefactor. Su cama era muy baja, llena de cojines y todo empezó a parecerme de lo más acogedor. Pasaron imágenes por mi cabeza
y me puse a mil otra vez, pero algo más excitada. Entonces me cogió y nos besamos varias veces. Cada vez mejor, más apasionados. Nos empezamos a quitar la ropa, pero yo me dejé la ropa interior puesta. Él no. Tenía una polla bonita, un pelín pequeña con lo que estoy acostumbrada, pero seguro que funcionaría bien. Circuncidada. Se la acaricié un poco y nos tumbamos en la cama. Entonces se fue a lo típico, a quitarme el sostén y las bragas, pero me negué. Le dije "haz que lo desee", sino iba a ir directo al metesaca y me gusta que se lo trabajen un poco más (además, hacía mucho tiempo que no vivía algo parecido). Me besó por todas partes: el cuello, las orejas, la boca, la espalda, los pies... No le costó mucho que cediese. Lo cierto es que deseaba que me la metiese enseguida, que me la metiese entera. Cada vez que la tenía al alcance de la mano se la tocaba, y se la chupé tres veces. Estaba caliente como una perra en celo, así que me dejé quitar la ropa que me quedaba. Me chupó la vulva (que ya me chorreaba) y me hizo tocar las estrellas. Le pedí que me la metiese. Su polla era un poco pequeña, pero estaba muy dura, y me embestía muy rápido, con mucha fuerza. Me manejaba de un lado para otro, me dominaba con fuerza. Me ponía a cuatro patas y al momento siguiente se la estaba chupando.
Me gustaba cómo me manejaba, y me estaba dando mucho placer, pero no me corría, no paraba de pensar en que no me corría, y ya que él no lo hacía me acariciaba yo el clítoris siempre que podía. Me puso encima suyo, le cabalgué y me corrí mientras me cogía las tetas. Sentía estallar mi vientre de placer y perdí el mundo de vista unos segundos. Cuando acabó mi orgasmo me dijo que se iba a correr, entonces me la saqué muy rápido y le dije que quería que se corriese en mi culo, pero no dentro, por encima. Se pajeó y se corrió encima de mi culo, que me encanta.
Miraba su cara y su pose y me sentía bien, muy bien.
La sensación y la experiencia me gustaron en el momento, pero ahora no paro de darle vueltas. Me gustó más de lo que quería, pero no sé si la situación o el chico. Lo que sé es que pienso en él, y cuando volvió mi marido le pedí que me follase como él. No sé qué me pasa, querría follármelo otra vez, pero el polvo tampoco fue tan bueno. Creo que me gustó sentirme deseada, y eso me ha hecho sentirme viva otra vez. Me gustaría repetir pero tengo miedo de obsesionarme o engancharme. ¿Qué hago? También me siento culpable por mi marido, que es muy bueno y no sospecha nada. Me estoy volviendo loca.
No se lo he contado a mis amigas (ni loca) ni a nadie. Pero necesito contárselo a alguien y que me de su opinión. ¿Qué pensáis?
Gracias Chicas.
Yo opino: Maja...que te quiten lo bailao...
Hola, os leo habitualmente y te mando este mail para que lo publiques (si quieres), pero no quiero que desveles mi mi mail ni nada (aunque lo he creado sólo para esto), pero necesito contar esto, y necesito alguna respuesta. He pensado que puede ser buena idea escribiros, y de paso deciros que tenéis algo de 'culpa' en lo que me ha pasado. Bueno, ha estado bien,
digamos que me habéis 'inspirado', aunque no estoy del todo segura.
Este finde he ligado. Lo digo en primera persona porque he sido yo la que ha tenido que acercarse.
Recapitulo.
Hicimos una cena de chicas en mi piso, mi marido se fue de viaje el fin de semana a ver a su familia aprovechando el puente (es de fuera).
Fui con mis dos amigas a 'El Confidencial', no sé si conocéis el sitio pero está bien para las chicas con mis añitos, que no son pocos. Hacía mucho tiempo que no salía, y desde el principio, al saber que estaba sola todo el fin de semana, y con las cosas que leo en vuestros blogs, digamos que estaba especialmente 'predispuesta' a no volver sola a casa. Tenía ganas de ligar.
Después de un par de rones con cola y bailar un buen rato no había nada que me apeteciese. Nos entraron varios chicos, pero nada interesante. Sobre las 4 nos entraron dos que despaché a mis amigas, que no sabían que yo 'buscaba'. Les dije que yo ya me iba, un poco frustrada la verdad de no haber encontrado nada, y ellas se quedaron hablando con ellos.
Cuando esperaba en el guardarropa me percaté de dos chicos que había apoyados en la barra, uno joven, moreno, ojos claros, bastante guapo. Me armé de valor, se me puso el corazón a 10.000 por hora, me acerqué pensando en que no estoy nada mal, y que estaba hecho, que ligar es fácil para las mujeres. Cuando me di cuenta estaba a su lado, me apoyé en su brazo y le susurré al oído: 'si te gusto, sígueme'. No me creía lo que estaba haciendo, pero me lo estaba pasando muy bien, casi no podía aguantar la risa, y no sé si se me notaba que me temblaban las piernas. Cuando llegué a la puerta me giré y el chico tenía una sonrisa de oreja a oreja, se estaba despidiendo del amigo. ¡Bien!
Nos encontramos fuera y le pregunté dónde tenía el coche. Me dijo que había venido en moto. Me apresuré en decirle que no quería saber su nombre, que no me importaba, y sonrió. Era bastante majo.
Me subí a su moto y le rodeé con los brazos. Era guapo pero estaba un poco gordito, pero parecía fuerte en cualquier caso.
Me llevó a su casa, un piso compartido, frío, de chicos solteros, y yo estaba helada de la moto. Él tenía 24. Me dijo que si quería una copa, pero no quería beber más. Me llevó de la mano a su habitación, puso algo de música, luces bajas y un calefactor. Su cama era muy baja, llena de cojines y todo empezó a parecerme de lo más acogedor. Pasaron imágenes por mi cabeza
y me puse a mil otra vez, pero algo más excitada. Entonces me cogió y nos besamos varias veces. Cada vez mejor, más apasionados. Nos empezamos a quitar la ropa, pero yo me dejé la ropa interior puesta. Él no. Tenía una polla bonita, un pelín pequeña con lo que estoy acostumbrada, pero seguro que funcionaría bien. Circuncidada. Se la acaricié un poco y nos tumbamos en la cama. Entonces se fue a lo típico, a quitarme el sostén y las bragas, pero me negué. Le dije "haz que lo desee", sino iba a ir directo al metesaca y me gusta que se lo trabajen un poco más (además, hacía mucho tiempo que no vivía algo parecido). Me besó por todas partes: el cuello, las orejas, la boca, la espalda, los pies... No le costó mucho que cediese. Lo cierto es que deseaba que me la metiese enseguida, que me la metiese entera. Cada vez que la tenía al alcance de la mano se la tocaba, y se la chupé tres veces. Estaba caliente como una perra en celo, así que me dejé quitar la ropa que me quedaba. Me chupó la vulva (que ya me chorreaba) y me hizo tocar las estrellas. Le pedí que me la metiese. Su polla era un poco pequeña, pero estaba muy dura, y me embestía muy rápido, con mucha fuerza. Me manejaba de un lado para otro, me dominaba con fuerza. Me ponía a cuatro patas y al momento siguiente se la estaba chupando.
Me gustaba cómo me manejaba, y me estaba dando mucho placer, pero no me corría, no paraba de pensar en que no me corría, y ya que él no lo hacía me acariciaba yo el clítoris siempre que podía. Me puso encima suyo, le cabalgué y me corrí mientras me cogía las tetas. Sentía estallar mi vientre de placer y perdí el mundo de vista unos segundos. Cuando acabó mi orgasmo me dijo que se iba a correr, entonces me la saqué muy rápido y le dije que quería que se corriese en mi culo, pero no dentro, por encima. Se pajeó y se corrió encima de mi culo, que me encanta.
Miraba su cara y su pose y me sentía bien, muy bien.
La sensación y la experiencia me gustaron en el momento, pero ahora no paro de darle vueltas. Me gustó más de lo que quería, pero no sé si la situación o el chico. Lo que sé es que pienso en él, y cuando volvió mi marido le pedí que me follase como él. No sé qué me pasa, querría follármelo otra vez, pero el polvo tampoco fue tan bueno. Creo que me gustó sentirme deseada, y eso me ha hecho sentirme viva otra vez. Me gustaría repetir pero tengo miedo de obsesionarme o engancharme. ¿Qué hago? También me siento culpable por mi marido, que es muy bueno y no sospecha nada. Me estoy volviendo loca.
No se lo he contado a mis amigas (ni loca) ni a nadie. Pero necesito contárselo a alguien y que me de su opinión. ¿Qué pensáis?
Gracias Chicas.
Yo opino: Maja...que te quiten lo bailao...
01 noviembre 2005
Notaba la sangre circular por sus venas en la superficie de mi lengua
Fernando tiene unos ojazos azules donde ahogarse y una cara de vicio, que te lo imaginas montándote y haciéndote sudar toda la noche. Trabaja en el departamento de soporte técnico y coincidimos a veces por los laboratorios.
Nos conocemos desde hace bastante tiempo y hace unos días, en una fiesta de la empresa, habíamos estado tonteando más de lo normal. El otro día, por diversas circunstancias, nos vimos obligados a trabajar en un tema urgente y a permanecer muy tarde en la oficina. El me tenía que contar la situación para que hicieramos un plan de proyecto. Yo escuchaba atenta sus explicaciones, bueno, más bien miraba sus labios gruesos, sus ojazos azules y oía su voz, aunque no me estaba enterando de nada, pero asentía con la cabeza de vez en cuando.
El se dió cuenta de que no le hacía ni puto caso y me miró desafiante. Yo le mostraba mi escote generoso, quizá más generoso que de costumbre para provocarlo. Necesitaba que saltara sobre mí.
Decidimos salir a tomar un café, a la máquina y empezamos a hablar de la gente de la oficina y de sus lios, acabamos hablando de sexo en la oficina. Yo nunca lo había hecho en la oficina. Mi asco al trabajo, hace que me atraiga esa idea bastante poco. El me contó que había tenido una experiencia de ese tipo, que había sido muy excitante. Le dije que me apetecía mucho, pero que quería que me sorprendiera.
Volvimos al cubículo y nos sentamos en mi mesa. Me dijo que me quitara el sujetador y lo guardara en el cajón. Lo hice y el comenzó a tocarme las tetas por encima de la camisa, rozaba con el dorso de su mano el contorno de mi pecho. Muy despacito, me producía escalofríos.
Se puso de pie, detrás de mí y comenzó a tocarme las tetas por la parte que asomaba el escote, me besaba en el cuello y lo lamía hasta llegar al lóbulo de la oreja. Me metía su lengua dentro mientras me susurraba que quería follarme. Luego se sentó a mi lado y puso mi mano encima de su paquete, lo tenía hinchado, palpitante por encima de la ropa. Nos arrimamos a la mesa, cada uno en su silla. El metió la mano por debajo de la mesa y empezó a tocarme el coñito por fuera, por encima del tanga que alcanzaba con sus dedos bajo mi falda. Yo hacía lo mismo por encima de su paquete. Estaba bastante empalmado. Me gustó mucho sentir su excitación en mi mano y su mano rozando la tela sobre mis labios excitados.
Llevaba falda y medias con portaligas, él acariciaba el interior de mis muslos hasta llegar al centro, se paraba a jugar con sus dedos y volvía a bajar por la otra pierna. Me estaba notando cada vez más húmeda, había empezado a bajarle la cremallera del pantalón. Le desabroché también el botón y emergió su polla como un paraguas, cubierta con un boxer de algodón blanco. Busqué la cinturilla y se la remangué hasta dejarla por debajo de sus pelotas. No tenía un gran aparato, pero se veía perfecto, tan hinchado, con ese glande tan brillante. Era precioso.
Empecé a meneársela y noté el olor a macho que sólo las tías notamos, ese olor a polla caliente, limpia y excitada. Un olor que decía "cómeme perra, me deseas.". Mi parte más salvaje sintió esa llamada y comenzó a notar que salivaba. Mientras tanto el seguía marcando mis pezones con sus dedos, besando mi cuello y con su mano perdida bajo mi falda. Deseaba comérsela, pero no quería que notara mi hambre.
El lo notaba en mi calor y en mi humedad, su mano hacía movimientos de follar sobre mi coño, acelerados por mis meneos en su palanca. Nos besábamos, sus manos no paraban quietas, mi mano sin polla estaba perdida bajo su camiseta, arañando los rizos de su pecho. Me la quería comer.
Aparté sus manos, la cogí y me la metí en la boca. Estaba muy caliente, muy suave. Notaba la sangre circular por sus venas en la superficie de mi lengua. Me la metí hasta adentro y volví a salir. Me detuve jugueteando en el glande, metido en mi boca y atacado con salvajes aleteos de mi lengua. Era muy suave cuando se hinchaba. Bajé por el contorno de la polla, dibujando todo su perimetro con mis labios, le hice un meneo con la boca, agarrándola con fuerza. Volví a subir y me la metí hasta la garganta. La apretaba fuerte con los labios mientras la lengua seguía nerviosa su ritmo frenético por su cuerpo. Arriba y abajo. Llegaba a la garganta y me la quería tragar, subía otra vez. Arriba y abajo. Le oía gemir y me estimulaba a seguir con más pasión, era mi premio.
Déjame que te folle - Dijo él.
Tuvo que oir mis labios aplaudiendo de júbilo por aquella idea. Me subió la falda hasta la cintura y me puso de rodillas sobre mi silla mirando hacia el respaldo. Saqué un condón de mi bolso y se lo ofrecí. Mientras se lo ponía, me quité el tanga y lo dejé en el cajón junto al sujetador. Estaba bastante mojadita. Oí su cinturón golpeando el suelo cuando el pantalón cayó hasta sus tobillos. Eso me hizo estremecer. Llegó, me separó las piernas y me la metió con cuidado. Al ver que entraba sin dificultad, agarró mi cintura, y comenzó a follarme con rapidez, la silla iba y venía con facilidad. Sus rueditas giraban sobre el suelo ayudando a las embestidas. Le oía gemir cada vez más alto, yo misma me unía a sus gemidos con cada pollazo, cada vez más fuerte, más profundos.
mmmmmmm...me encanta...qué gustazo....dale más rápido, cabrón!!
Aceleró mucho, notaba casi ardiendo nuestras pieles al rozarse, sus embestidas eran completas, notaba sus pelotas dándome golpes atrás...plas...plas...plas...
Sus gemidos se fueron convirtiendo en aullidos..
aaah!!...que me corro...aaah...ahhh...aaaaaah!!
Noté llenarse el condón en mi interior mientras él cayó sobre mi espalda exhausto, me había dejado (el muy cabrón) a puntito a punto de tener un orgasmo.
Cabrón!! termínalo!!
El se quitó el condón, me sentó sobre la mesa, apartando el teclado y el ratón y se arrodilló ante mí. Su boca estaba a la altura de mi sexo, excitado y abierto, le rogaba ser follado de nuevo. Acarició los labios con su lengua, rodeó con su boca mi clítoris erecto, como si fuera una pequeña pollita, movía su lengua frenéticamente, de arriba y abajo, en círculos, abarcando todo mi sexo, buscando mis agujeros. Yo movía mi pubis de atrás adelante, follándome su lengua, deseaba que aquello no terminara nunca. Arrimaba su cabeza a mi coño...mas rápido...más rápido...Se centró en el clítoris y empezó a lamerlo a toda velocidad, comencé a perder fuerza en mis brazos que aguantaban el peso de mi cuerpo hacia atrás. Me tumbé sobre la mesa y el siguió trabajándome....era precioso...me estaba empezando a elevar sobre aquella mesa...mis gemidos se hicieron intensos en mi garganta. Mi cintura se encorvaba y se separaba de la mesa con mis retortijones de placer. El seguía con su lengua loca sobre mi coño, bajaba a la entrada de la vagina y me acariciaba con su nariz el clítoris, aquello me estaba matando de gusto. Apretó su boca contra mi coño y comenzó a dar unos lametones fuertes y rápidos que acabaron en un genial orgasmo.
Qué cansancio!!.
Tuve que pararle, porque él seguía.
En aquel trasiego le había dado tiempo a volver a empalmarse. Yo estaba exhausta por el esfuerzo, me temblaban las piernas por la postura.
Terminó esta segunda vez en un modesto pajote mientras yo terminaba de vestirme mientras contemplaba la preciosa escena.
Nos conocemos desde hace bastante tiempo y hace unos días, en una fiesta de la empresa, habíamos estado tonteando más de lo normal. El otro día, por diversas circunstancias, nos vimos obligados a trabajar en un tema urgente y a permanecer muy tarde en la oficina. El me tenía que contar la situación para que hicieramos un plan de proyecto. Yo escuchaba atenta sus explicaciones, bueno, más bien miraba sus labios gruesos, sus ojazos azules y oía su voz, aunque no me estaba enterando de nada, pero asentía con la cabeza de vez en cuando.
El se dió cuenta de que no le hacía ni puto caso y me miró desafiante. Yo le mostraba mi escote generoso, quizá más generoso que de costumbre para provocarlo. Necesitaba que saltara sobre mí.
Decidimos salir a tomar un café, a la máquina y empezamos a hablar de la gente de la oficina y de sus lios, acabamos hablando de sexo en la oficina. Yo nunca lo había hecho en la oficina. Mi asco al trabajo, hace que me atraiga esa idea bastante poco. El me contó que había tenido una experiencia de ese tipo, que había sido muy excitante. Le dije que me apetecía mucho, pero que quería que me sorprendiera.
Volvimos al cubículo y nos sentamos en mi mesa. Me dijo que me quitara el sujetador y lo guardara en el cajón. Lo hice y el comenzó a tocarme las tetas por encima de la camisa, rozaba con el dorso de su mano el contorno de mi pecho. Muy despacito, me producía escalofríos.
Se puso de pie, detrás de mí y comenzó a tocarme las tetas por la parte que asomaba el escote, me besaba en el cuello y lo lamía hasta llegar al lóbulo de la oreja. Me metía su lengua dentro mientras me susurraba que quería follarme. Luego se sentó a mi lado y puso mi mano encima de su paquete, lo tenía hinchado, palpitante por encima de la ropa. Nos arrimamos a la mesa, cada uno en su silla. El metió la mano por debajo de la mesa y empezó a tocarme el coñito por fuera, por encima del tanga que alcanzaba con sus dedos bajo mi falda. Yo hacía lo mismo por encima de su paquete. Estaba bastante empalmado. Me gustó mucho sentir su excitación en mi mano y su mano rozando la tela sobre mis labios excitados.
Llevaba falda y medias con portaligas, él acariciaba el interior de mis muslos hasta llegar al centro, se paraba a jugar con sus dedos y volvía a bajar por la otra pierna. Me estaba notando cada vez más húmeda, había empezado a bajarle la cremallera del pantalón. Le desabroché también el botón y emergió su polla como un paraguas, cubierta con un boxer de algodón blanco. Busqué la cinturilla y se la remangué hasta dejarla por debajo de sus pelotas. No tenía un gran aparato, pero se veía perfecto, tan hinchado, con ese glande tan brillante. Era precioso.
Empecé a meneársela y noté el olor a macho que sólo las tías notamos, ese olor a polla caliente, limpia y excitada. Un olor que decía "cómeme perra, me deseas.". Mi parte más salvaje sintió esa llamada y comenzó a notar que salivaba. Mientras tanto el seguía marcando mis pezones con sus dedos, besando mi cuello y con su mano perdida bajo mi falda. Deseaba comérsela, pero no quería que notara mi hambre.
El lo notaba en mi calor y en mi humedad, su mano hacía movimientos de follar sobre mi coño, acelerados por mis meneos en su palanca. Nos besábamos, sus manos no paraban quietas, mi mano sin polla estaba perdida bajo su camiseta, arañando los rizos de su pecho. Me la quería comer.
Aparté sus manos, la cogí y me la metí en la boca. Estaba muy caliente, muy suave. Notaba la sangre circular por sus venas en la superficie de mi lengua. Me la metí hasta adentro y volví a salir. Me detuve jugueteando en el glande, metido en mi boca y atacado con salvajes aleteos de mi lengua. Era muy suave cuando se hinchaba. Bajé por el contorno de la polla, dibujando todo su perimetro con mis labios, le hice un meneo con la boca, agarrándola con fuerza. Volví a subir y me la metí hasta la garganta. La apretaba fuerte con los labios mientras la lengua seguía nerviosa su ritmo frenético por su cuerpo. Arriba y abajo. Llegaba a la garganta y me la quería tragar, subía otra vez. Arriba y abajo. Le oía gemir y me estimulaba a seguir con más pasión, era mi premio.
Déjame que te folle - Dijo él.
Tuvo que oir mis labios aplaudiendo de júbilo por aquella idea. Me subió la falda hasta la cintura y me puso de rodillas sobre mi silla mirando hacia el respaldo. Saqué un condón de mi bolso y se lo ofrecí. Mientras se lo ponía, me quité el tanga y lo dejé en el cajón junto al sujetador. Estaba bastante mojadita. Oí su cinturón golpeando el suelo cuando el pantalón cayó hasta sus tobillos. Eso me hizo estremecer. Llegó, me separó las piernas y me la metió con cuidado. Al ver que entraba sin dificultad, agarró mi cintura, y comenzó a follarme con rapidez, la silla iba y venía con facilidad. Sus rueditas giraban sobre el suelo ayudando a las embestidas. Le oía gemir cada vez más alto, yo misma me unía a sus gemidos con cada pollazo, cada vez más fuerte, más profundos.
mmmmmmm...me encanta...qué gustazo....dale más rápido, cabrón!!
Aceleró mucho, notaba casi ardiendo nuestras pieles al rozarse, sus embestidas eran completas, notaba sus pelotas dándome golpes atrás...plas...plas...plas...
Sus gemidos se fueron convirtiendo en aullidos..
aaah!!...que me corro...aaah...ahhh...aaaaaah!!
Noté llenarse el condón en mi interior mientras él cayó sobre mi espalda exhausto, me había dejado (el muy cabrón) a puntito a punto de tener un orgasmo.
Cabrón!! termínalo!!
El se quitó el condón, me sentó sobre la mesa, apartando el teclado y el ratón y se arrodilló ante mí. Su boca estaba a la altura de mi sexo, excitado y abierto, le rogaba ser follado de nuevo. Acarició los labios con su lengua, rodeó con su boca mi clítoris erecto, como si fuera una pequeña pollita, movía su lengua frenéticamente, de arriba y abajo, en círculos, abarcando todo mi sexo, buscando mis agujeros. Yo movía mi pubis de atrás adelante, follándome su lengua, deseaba que aquello no terminara nunca. Arrimaba su cabeza a mi coño...mas rápido...más rápido...Se centró en el clítoris y empezó a lamerlo a toda velocidad, comencé a perder fuerza en mis brazos que aguantaban el peso de mi cuerpo hacia atrás. Me tumbé sobre la mesa y el siguió trabajándome....era precioso...me estaba empezando a elevar sobre aquella mesa...mis gemidos se hicieron intensos en mi garganta. Mi cintura se encorvaba y se separaba de la mesa con mis retortijones de placer. El seguía con su lengua loca sobre mi coño, bajaba a la entrada de la vagina y me acariciaba con su nariz el clítoris, aquello me estaba matando de gusto. Apretó su boca contra mi coño y comenzó a dar unos lametones fuertes y rápidos que acabaron en un genial orgasmo.
Qué cansancio!!.
Tuve que pararle, porque él seguía.
En aquel trasiego le había dado tiempo a volver a empalmarse. Yo estaba exhausta por el esfuerzo, me temblaban las piernas por la postura.
Terminó esta segunda vez en un modesto pajote mientras yo terminaba de vestirme mientras contemplaba la preciosa escena.
Esto es una fantasía convertida a relato a petición de Monocamy.
PS: Fernando existe y está así de bueno, aunque es un gilipollas.
PS2: me ha costado muchísimo terminar esta historia, esto de fantasear es muy fácil, pero lo de llevarla al teclado es muy complicado, todo pasa demasiado rápido y además provoca el efecto secundario de tener que ir a ducharse después.
PS3:"ese olor a polla caliente, limpia y excitada" ¿sólo lo noto yo?
31 octubre 2005
CONSULTORIO: "No me cabe"
Nos llega esta consulta al correo:
Lo fundamental: higiene, excitación y paciencia.
Vuestros consejos son bienvenidos!!
PS: Hemos añadido un buscador a la derecha para que podáis localizar artículos o relatos por medio de alguna palabra.
"¡Hola salidas!Pues como este tema ya lo hemos tratado, te remito al artículo correspondiente.
He leído muchas veces que habáis del sexo anal, como si fuera algo habitual. Yo lo he intentado muchas veces, pero siempre lo dejo porque no me cabe y me hace daño.¿Hay algún truco?.
Muchas gracias. Me gusta vuestro blog!"
Lo fundamental: higiene, excitación y paciencia.
Vuestros consejos son bienvenidos!!
PS: Hemos añadido un buscador a la derecha para que podáis localizar artículos o relatos por medio de alguna palabra.
28 octubre 2005
SENSACIONES: Recordando el placer
A veces me sobrevienen recuerdos de situaciones placenteras y noto que mis genitales se ponen en marcha. Noto la sangre circular, los labios separarse y calor. Supongo que debe ser una sensación parecida a una erección masculina.
Es muy agradable, porque no lo controlo. Si le doy vueltas a ese pensamiento de excitación, aún me pongo más caliente y lo que es genial es llegar a mojarse sin tocarse, ni que te toquen.
Eso es lo que consiguen algunos textos que leo, sobre todo de experiencias que describen sensaciones, hacen no sólo que esté viendo lo que me cuentan, si no que esté participando en ello, aunque sea en mi imaginación. Si además lo cuenta un hombre, aún es más excitante, ya que no es habitual ver a un tío explorando el campo de los sentidos y mucho menos contándolo.
Dicen (con razón) que el cerebro es el órgano sexual más potente.
¿A ti qué te pone sin tocarte?
Es muy agradable, porque no lo controlo. Si le doy vueltas a ese pensamiento de excitación, aún me pongo más caliente y lo que es genial es llegar a mojarse sin tocarse, ni que te toquen.
Eso es lo que consiguen algunos textos que leo, sobre todo de experiencias que describen sensaciones, hacen no sólo que esté viendo lo que me cuentan, si no que esté participando en ello, aunque sea en mi imaginación. Si además lo cuenta un hombre, aún es más excitante, ya que no es habitual ver a un tío explorando el campo de los sentidos y mucho menos contándolo.
Dicen (con razón) que el cerebro es el órgano sexual más potente.
¿A ti qué te pone sin tocarte?
27 octubre 2005
CONSULTORIO: El orgasmo "sostenido"
Algunas veces y tras una sucesión de varios orgasmos, llega un momento que se me quedan los labios mayores inflamados y separados, como si estuvieran erectos, y además tengo una sensación de orgasmo sostenido, como si me quedara en el estado "a punto de tener un orgasmo", pero sin llegar a tenerlo, entre otras cosas porque es una sensación muy desagradable entre ese punto y las ganas de orinar.
Me quedo así unos 5 minutos y es una sensación extraña. No puedo hacer absolutamente nada para salir de ese estado.
¿Sólo me pasa a mi?
Me quedo así unos 5 minutos y es una sensación extraña. No puedo hacer absolutamente nada para salir de ese estado.
¿Sólo me pasa a mi?
26 octubre 2005
Memefollo
Me ha gustado la cadena que le han pasado a Ababol, así que la secuestro y me la traigo para aquí. Por favor, contestad en los comentarios y si queréis os lo lleváis al blog.
1.¿Cuál ha sido el mejor polvo de tu vida?
Uno que eché en Asturias y que me provocó uno de los orgasmos más intensos que recuerdo y que sólo de pensar en él se me pone todo de punta.
2.¿Cuál es el sitio más original donde has follado?
En un bar con gente, más que original, atrevido.
3.¿Qué es lo que más te gusta en el momento del folle?
Que me digan cochinaditas al oído, que me adulen y que gima, grite o susurre. Me pone.
4.¿Qué es lo que más odias en el momento del folle?
Que haya que parar de follar en el mejor momento, por motivos ajenos a la emisión.
5.¿Qué fantasía sexual te queda por cumplir?
Muchos chicos para mi sola, a mi servicio.
6.¿Con qué personaje de la blogosfera masculino y femenino te darías un revolcón sin dudar?
Masculino: Me apuntaría a un trío con el príncipe y el del gen. (Por separado también me servirían)
Femenino: Me pegaría un filetazo con Luces, para poner a algún maromo, especialmente el suyo o el mío.
Hala! ahí queda eso!! Animo!!
1.¿Cuál ha sido el mejor polvo de tu vida?
Uno que eché en Asturias y que me provocó uno de los orgasmos más intensos que recuerdo y que sólo de pensar en él se me pone todo de punta.
2.¿Cuál es el sitio más original donde has follado?
En un bar con gente, más que original, atrevido.
3.¿Qué es lo que más te gusta en el momento del folle?
Que me digan cochinaditas al oído, que me adulen y que gima, grite o susurre. Me pone.
4.¿Qué es lo que más odias en el momento del folle?
Que haya que parar de follar en el mejor momento, por motivos ajenos a la emisión.
5.¿Qué fantasía sexual te queda por cumplir?
Muchos chicos para mi sola, a mi servicio.
6.¿Con qué personaje de la blogosfera masculino y femenino te darías un revolcón sin dudar?
Masculino: Me apuntaría a un trío con el príncipe y el del gen. (Por separado también me servirían)
Femenino: Me pegaría un filetazo con Luces, para poner a algún maromo, especialmente el suyo o el mío.
Hala! ahí queda eso!! Animo!!
La líbido baja
Desde que estoy adelgazando, estoy perdiendo la líbido, ¿qué me pasa doctor? ¿Será por haber perdido las asideras del amor? (lorcitas laterales)
¿Tendrá esto que ver con adelgazar o con el estrés del curro?¿Cómo puedo arreglarlo?
Ya sólo follo una vez al día, me empiezo a preocupar....
¿Tendrá esto que ver con adelgazar o con el estrés del curro?¿Cómo puedo arreglarlo?
Ya sólo follo una vez al día, me empiezo a preocupar....
25 octubre 2005
Bajarse al pilón
Después de chatear y tontear por teléfono y mensajitos bastantes días, me decidí a quedar con él. Parecía una persona divertida con la que pasar un buen rato, así que quedamos en vernos en una zona céntrica y conocida por ambos.
Me arreglé, aunque no en exceso, me decidí por una minifalda para sacar partido de mis piernas. No me ajusté demasiado el pecho y me maquillé ligeramente para tapar las ojeras que arrastraba. La cita era a las 9 del viernes.
Llegué 10 minutos tarde, porque no quería ser yo la que esperara. Cuando entré al bar, había demasiada gente, así que saqué el móvil y marqué su número mientras miraba a mi alrededor. Lo cogió y me indicó que estaba al fondo, en una mesita cerca de los baños.
Me miró de arriba abajo mientras me acercaba, noté que me sonrojaba por verguenza. Se me vinieron a la mente todas las cosas subidas de tono que habíamos estado intercambiando. Se levantó, nos dimos dos besos nerviosos y nos sentamos. Me pedí la que sería la primera de las 4 o 5 cañas que tomamos allí. Hablamos de nuestras cosas, del chat y de anécdotas que nos habían pasado con internautas.
Las cañitas nos fueron tornando más cariñosos y finalmente nos fuímos a otro bar. Ya eran las 12 y pico. Nos pedimos unas copas, martini cola y JB naranja y seguimos hablando. Había bastante ruido, así que teníamos que acercarnos mucho para hablar. Me puse nerviosa al notarle tan cerca. Estaba mucho mejor que en el avatar del messenger, además olía muy bien. No sé qué colonia era. En un descuido, me besó y respondí con mi lengua. No perdió el tiempo y me abrazó, metiendo su pulgar por la cinturilla de mi faldita. Aquello me excitó bastante. El alcohol también ayudó a que yo me encontrara mucho más cariñosa.
Me sentía preciosa y deseada. El me piropeaba entre beso y beso y aún me sentía mejor. Me arrimé a su entrepierna, su paquete coincidía justo con mi pubis. Lo noté durito y eso aún me excitó más. Seguimos besándonos, mientras él jugaba con ese dedo endiablado por mi espalda, rozando la tira del tanguita. Lo tensaba y ésto le hacía rozar mi sexo. Me estaba poniendo realmente caliente y deseaba comérmelo.
Lo cogí de la mano y lo llevé hacia la zona de los servicios. Nos besamos y nos sobamos confiando que se fueran las chicas de la fila del servicio. Aquella cola no paraba de crecer (la del servicio y la otra..jeje). AL final me lo llevé al servicio de hombres. El se dejaba hacer, le bajé los pantalones hasta los tobillos y me agaché delante de él, remangándome la minifalda hasta la cintura para dejarle ver mi tanga. Le lamí la polla de arriba abajo, para mojarla bien antes de metermela en la boca. Le agarraba las pelotas con la mano. Las tenía muy duritas y firmes. Cogí la polla y me la metí hasta la garganta. Comencé a chuparla con mucha pasión. El ayudaba a llevar el ritmo, cogiéndome la cabeza con las dos manos. Hacía mucho calor.
Paré un momento, me levanté, me desabroché la blusa y metí el sujetador en su bolsillo. El ya no me dejó volver a agacharme. Sacó un condón de la cartera y se lo colocó, me sentó en la pila del lavabo, me separó el tanga y me agarró las piernas con sus antebrazos. El contacto del culo con la pila me dió un escalofrío que erizó mis pezones.
La primera embestida fué brutal. Me encantó sentirla entrar tan suave, la tenía muy gordita. Al notarme tan lubricada, él empezó a acelerarse, a follarme muy rápido. Me agarré de su cuello para no caerme de la pila. Oía los ruidos que hacían mis tetas golpeándose por los movimientos...plas...plas...plas...El gemía y murmuraba algo que no entendí. Me miraba a los ojos con una cara mezcla de placer y sufrimiento. Yo me mordía el labio. Estaba a punto de correrme, me excitaba la situación, el movimiento, la gente esperando fuera, sus hombros, mis tetas golpeándose, sus labios hinchados...No era demasiado guapo, pero aquella cara de placer era para morirse de gusto. El seguía corriendo, me daba más y más rápido, yo no podía más, iba a estallar en un momento...Y cuando por fin llegó mi orgasmo, le tuve que pedir que parara porque me iba a morir de gusto como me siguiera dando. Notaba mis labios hinchados y separados, notaba mi clítoris erecto, completamente desnudo. Dejó de follarme, bajé de la pila y le quité el condón. Me la metí en la boca y noté ese sabor áspero y seco que deja el condón. Se la chupé mientras me ayudaba con la mano. Me metí las pelotas en la boca mientras le masturbaba. Le lamía de arriba a bajo, lamía frenéticamente el suavísimo glande que ya palpitaba. Me la saqué de la boca y la seguí meneando frente a mi cara, mientras le miraba a los ojos. El seguía con esa cara de vicio que me volvía loca. De vez en cuando le lamía la puntita y seguía dándole caña. Finalmente noté que se iba a correr, le dejé que se corriese sobre mi cara, hasta que perdió toda la fuerza.
Luego me lavé y me puse mi ropa, mientras él se vestía y me devolvía el sujetador.
Salimos del servicio riéndonos de la cara de gilipollas que tenían los que esperaban.
Fué una sesión de sexo estupenda. No tanto por la calidad del follaje si no por el entorno, el morbo, la situación y los acontecimientos.
...todo lo demás no tiene precio.
Me arreglé, aunque no en exceso, me decidí por una minifalda para sacar partido de mis piernas. No me ajusté demasiado el pecho y me maquillé ligeramente para tapar las ojeras que arrastraba. La cita era a las 9 del viernes.
Llegué 10 minutos tarde, porque no quería ser yo la que esperara. Cuando entré al bar, había demasiada gente, así que saqué el móvil y marqué su número mientras miraba a mi alrededor. Lo cogió y me indicó que estaba al fondo, en una mesita cerca de los baños.
Me miró de arriba abajo mientras me acercaba, noté que me sonrojaba por verguenza. Se me vinieron a la mente todas las cosas subidas de tono que habíamos estado intercambiando. Se levantó, nos dimos dos besos nerviosos y nos sentamos. Me pedí la que sería la primera de las 4 o 5 cañas que tomamos allí. Hablamos de nuestras cosas, del chat y de anécdotas que nos habían pasado con internautas.
Las cañitas nos fueron tornando más cariñosos y finalmente nos fuímos a otro bar. Ya eran las 12 y pico. Nos pedimos unas copas, martini cola y JB naranja y seguimos hablando. Había bastante ruido, así que teníamos que acercarnos mucho para hablar. Me puse nerviosa al notarle tan cerca. Estaba mucho mejor que en el avatar del messenger, además olía muy bien. No sé qué colonia era. En un descuido, me besó y respondí con mi lengua. No perdió el tiempo y me abrazó, metiendo su pulgar por la cinturilla de mi faldita. Aquello me excitó bastante. El alcohol también ayudó a que yo me encontrara mucho más cariñosa.
Me sentía preciosa y deseada. El me piropeaba entre beso y beso y aún me sentía mejor. Me arrimé a su entrepierna, su paquete coincidía justo con mi pubis. Lo noté durito y eso aún me excitó más. Seguimos besándonos, mientras él jugaba con ese dedo endiablado por mi espalda, rozando la tira del tanguita. Lo tensaba y ésto le hacía rozar mi sexo. Me estaba poniendo realmente caliente y deseaba comérmelo.
Lo cogí de la mano y lo llevé hacia la zona de los servicios. Nos besamos y nos sobamos confiando que se fueran las chicas de la fila del servicio. Aquella cola no paraba de crecer (la del servicio y la otra..jeje). AL final me lo llevé al servicio de hombres. El se dejaba hacer, le bajé los pantalones hasta los tobillos y me agaché delante de él, remangándome la minifalda hasta la cintura para dejarle ver mi tanga. Le lamí la polla de arriba abajo, para mojarla bien antes de metermela en la boca. Le agarraba las pelotas con la mano. Las tenía muy duritas y firmes. Cogí la polla y me la metí hasta la garganta. Comencé a chuparla con mucha pasión. El ayudaba a llevar el ritmo, cogiéndome la cabeza con las dos manos. Hacía mucho calor.
Paré un momento, me levanté, me desabroché la blusa y metí el sujetador en su bolsillo. El ya no me dejó volver a agacharme. Sacó un condón de la cartera y se lo colocó, me sentó en la pila del lavabo, me separó el tanga y me agarró las piernas con sus antebrazos. El contacto del culo con la pila me dió un escalofrío que erizó mis pezones.
La primera embestida fué brutal. Me encantó sentirla entrar tan suave, la tenía muy gordita. Al notarme tan lubricada, él empezó a acelerarse, a follarme muy rápido. Me agarré de su cuello para no caerme de la pila. Oía los ruidos que hacían mis tetas golpeándose por los movimientos...plas...plas...plas...El gemía y murmuraba algo que no entendí. Me miraba a los ojos con una cara mezcla de placer y sufrimiento. Yo me mordía el labio. Estaba a punto de correrme, me excitaba la situación, el movimiento, la gente esperando fuera, sus hombros, mis tetas golpeándose, sus labios hinchados...No era demasiado guapo, pero aquella cara de placer era para morirse de gusto. El seguía corriendo, me daba más y más rápido, yo no podía más, iba a estallar en un momento...Y cuando por fin llegó mi orgasmo, le tuve que pedir que parara porque me iba a morir de gusto como me siguiera dando. Notaba mis labios hinchados y separados, notaba mi clítoris erecto, completamente desnudo. Dejó de follarme, bajé de la pila y le quité el condón. Me la metí en la boca y noté ese sabor áspero y seco que deja el condón. Se la chupé mientras me ayudaba con la mano. Me metí las pelotas en la boca mientras le masturbaba. Le lamía de arriba a bajo, lamía frenéticamente el suavísimo glande que ya palpitaba. Me la saqué de la boca y la seguí meneando frente a mi cara, mientras le miraba a los ojos. El seguía con esa cara de vicio que me volvía loca. De vez en cuando le lamía la puntita y seguía dándole caña. Finalmente noté que se iba a correr, le dejé que se corriese sobre mi cara, hasta que perdió toda la fuerza.
Luego me lavé y me puse mi ropa, mientras él se vestía y me devolvía el sujetador.
Salimos del servicio riéndonos de la cara de gilipollas que tenían los que esperaban.
Fué una sesión de sexo estupenda. No tanto por la calidad del follaje si no por el entorno, el morbo, la situación y los acontecimientos.
...todo lo demás no tiene precio.
24 octubre 2005
Se abre la veda
Después de mi abstinencia obligada de casi un mes, el sábado, por fin, follé como una cosaca.
Lo mejor de la abstinencia es que cuando se acaba, lo coges con muchas ganas y el deseo, la imaginación, la excitación, se acrecienta más de lo habitual, lo peor, es, que siempre te sabe a poco, y quieres más.
Después de la fiesta, los tres entramos en casa. Sólo había una gran cama en toda la casa, así que decidimos compartirla.
Antes de irnos a dormir, debíamos tomar la última, así que nos pusimos a jugar al "quinito". Como era tarde, empezamos a apostar fuerte. En la primera jugada perdida, el desnudo integral corrió a cargo de Fran. No hizo ningún streptess, no era necesario, la situación era suficientemente excitante como para que sobraran lo adornos.
Su cuerpo, fuerte, y su polla erecta, le hizo ponerse algo colorado. Estaba realmente bueno. Muy atractivo, y su miembro acompañaba muy bien a ese cuerpo, grande y potente.
Seguimos jugando. El siguiente en caer fui yo, la condición, desnuda, con mi falda de colegiala puesta. Solo con ella, sin bragas, sin sujetador. Sólo la faldita.
Como prueba complementaria, Pedro, arrojó un dado debajo del sofá, y me obligó a ir a por el. Debía ser a cuatro patas, de forma que, mientras me acercaba, el levantaba la pequeña faldita que llevaba puesta, y acercaba su mano, para acariciar mi culito y tocar mi sexo con sus dedos.
Como debía ser, y sin que las trampas aparecieran, Pedro fue el siguiente en perder. Cuando se desnudó completamente, fue cuando realmente, el juego comenzó.
Ambas pollas erectas, me produjeron una sensación de placer y dominio inmenso. Esas grandes pollas, izadas frente a mí, estaban así de excitadas por mi, deseaban penetrarme y hacerme gozar tanto como yo deseaba hacerlas gozar a ellas.
Elegí la primera, llevaba mirando a Fran desde hacía rato, y estaba comiendome su polla con los ojos desde que la ví tras el calzoncillo. Así que, de nuevo, a cuatro patas me acerqué, como una gatita en celo, a lamer el pene que me estaba esperando. Fran, cerró los ojos de placer.
Pedro, no quiso quedarse atrás, y detrás mío, me cogió por los pechos comenzando a acariciarme. Y buscó mi sexo con su mienbro. Yo chorreaba de placer, succionaba, chupaba y lamía concienzudamente, y me volvía loca, mi cuerpo no era capaz de trasmitir tanto placer que se me acumulaba dentro. Entonces, durante sólo un segundo, retiré mi boca del pene de Fran, volviéndome a Pedro para decirle que me montara, con una gran embestida.
Así lo hizo. Me embistió tan fuerte que me comí la polla de Fran hasta el fondo de mi garganta.
Entre embestida y embestida, Fran gemía con más placer mientras mi boca no paraba de chupar.
Sabía que ni Fran ni Pedro podrían aguantar mucho más, Fran estaba muy húmedo y su pene no paraba de gotear, y los gemidos de Pedro eran tan intensos que delataban que su orgasmo se acercaba. El pene de Fran explotó y mi boca se llenó con su semen. Me encantó. Terminé de lamer, besé su miembro con dulcura. Pedro, me cogió del pelo, y me agachó, seguía empujando por detrás, me susurró al oído si estaba preparada para correrme. Le dije que sí, su movimiento aumentó y fue más rápido, mi jadeo se acentuó, mis gemidos se hicieron oir en la habitación, abrí los ojos y vi a Fran mirándonos, y cómo se acariciaba de nuevo su miembro, y se erguía.
Pedro y yo terminamos casi juntos, aunque Fran no pudo correrse con nosotros.
Nos miramos, nos besamos, y nos fuimos a dormir....
Mientrar Fran roncaba sonoramente en la cama. Pedro me deseaba sólo a mi, así que, sigilosamente, salimos al salón, a comernos enteros.
Con Pedro haría cualquier cosa... me vuelve loca. Y todavía me quedan ganas, muchas ganas de recorrer aquellos trocitos de su cuerpo que me faltaron por recorrer.
Lo mejor de la abstinencia es que cuando se acaba, lo coges con muchas ganas y el deseo, la imaginación, la excitación, se acrecienta más de lo habitual, lo peor, es, que siempre te sabe a poco, y quieres más.
Después de la fiesta, los tres entramos en casa. Sólo había una gran cama en toda la casa, así que decidimos compartirla.
Antes de irnos a dormir, debíamos tomar la última, así que nos pusimos a jugar al "quinito". Como era tarde, empezamos a apostar fuerte. En la primera jugada perdida, el desnudo integral corrió a cargo de Fran. No hizo ningún streptess, no era necesario, la situación era suficientemente excitante como para que sobraran lo adornos.
Su cuerpo, fuerte, y su polla erecta, le hizo ponerse algo colorado. Estaba realmente bueno. Muy atractivo, y su miembro acompañaba muy bien a ese cuerpo, grande y potente.
Seguimos jugando. El siguiente en caer fui yo, la condición, desnuda, con mi falda de colegiala puesta. Solo con ella, sin bragas, sin sujetador. Sólo la faldita.
Como prueba complementaria, Pedro, arrojó un dado debajo del sofá, y me obligó a ir a por el. Debía ser a cuatro patas, de forma que, mientras me acercaba, el levantaba la pequeña faldita que llevaba puesta, y acercaba su mano, para acariciar mi culito y tocar mi sexo con sus dedos.
Como debía ser, y sin que las trampas aparecieran, Pedro fue el siguiente en perder. Cuando se desnudó completamente, fue cuando realmente, el juego comenzó.
Ambas pollas erectas, me produjeron una sensación de placer y dominio inmenso. Esas grandes pollas, izadas frente a mí, estaban así de excitadas por mi, deseaban penetrarme y hacerme gozar tanto como yo deseaba hacerlas gozar a ellas.
Elegí la primera, llevaba mirando a Fran desde hacía rato, y estaba comiendome su polla con los ojos desde que la ví tras el calzoncillo. Así que, de nuevo, a cuatro patas me acerqué, como una gatita en celo, a lamer el pene que me estaba esperando. Fran, cerró los ojos de placer.
Pedro, no quiso quedarse atrás, y detrás mío, me cogió por los pechos comenzando a acariciarme. Y buscó mi sexo con su mienbro. Yo chorreaba de placer, succionaba, chupaba y lamía concienzudamente, y me volvía loca, mi cuerpo no era capaz de trasmitir tanto placer que se me acumulaba dentro. Entonces, durante sólo un segundo, retiré mi boca del pene de Fran, volviéndome a Pedro para decirle que me montara, con una gran embestida.
Así lo hizo. Me embistió tan fuerte que me comí la polla de Fran hasta el fondo de mi garganta.
Entre embestida y embestida, Fran gemía con más placer mientras mi boca no paraba de chupar.
Sabía que ni Fran ni Pedro podrían aguantar mucho más, Fran estaba muy húmedo y su pene no paraba de gotear, y los gemidos de Pedro eran tan intensos que delataban que su orgasmo se acercaba. El pene de Fran explotó y mi boca se llenó con su semen. Me encantó. Terminé de lamer, besé su miembro con dulcura. Pedro, me cogió del pelo, y me agachó, seguía empujando por detrás, me susurró al oído si estaba preparada para correrme. Le dije que sí, su movimiento aumentó y fue más rápido, mi jadeo se acentuó, mis gemidos se hicieron oir en la habitación, abrí los ojos y vi a Fran mirándonos, y cómo se acariciaba de nuevo su miembro, y se erguía.
Pedro y yo terminamos casi juntos, aunque Fran no pudo correrse con nosotros.
Nos miramos, nos besamos, y nos fuimos a dormir....
Mientrar Fran roncaba sonoramente en la cama. Pedro me deseaba sólo a mi, así que, sigilosamente, salimos al salón, a comernos enteros.
Con Pedro haría cualquier cosa... me vuelve loca. Y todavía me quedan ganas, muchas ganas de recorrer aquellos trocitos de su cuerpo que me faltaron por recorrer.
21 octubre 2005
Hablar en sexo
Me gusta saber qué dicen los hombre durante el sexo, aunque la situación se puede dividir en tres etapas:
Antes: creo que hay un juego, un cortejo que, sin tener que llegar a ningún compromiso emocional, debe calentar motores y es tan importante como las caricias.
Durante: aquí hay un tiempo para cada cosa y cada persona. Al margen de cierta concentración que requiere de silencio, no estarían nada mal algunas palabras, que sobre todo enciendan.
Después: es potestativo, depende de lo agotado que se esté, pero nada como juntar la piel para que surja la complicidad y la conversación...aunque a veces se larga más de la cuenta con gente que apenas conoces.
A mí lo que me interesa de verdad es lo que los hombres dicen durante todo el trajín. Me temo que de los hombres me fascina todo, los pequeños y morbosos detalles; desde el momento en que al besarte se les pone dura, si se les arruga los pezoncillos al tocarlos, si notas la humedad de su polla en el muslo, el sabor de su piel, los pequeños ruiditos de goce, o de los gemidos, las expresiones que se escapan sin querer. Así que por favor, por favor, por favor...soltad aquí todo lo que sepáis, los chicos lo suyo y las chicas lo que más les haya puesto de un tío.
A mí hubo una vez que me encantó un: míra, míra que hasta se me cae la baba...ummmmm me lo hubiera comido entero, porque se le caía de verdad.
Venga ánimo.
Antes: creo que hay un juego, un cortejo que, sin tener que llegar a ningún compromiso emocional, debe calentar motores y es tan importante como las caricias.
Durante: aquí hay un tiempo para cada cosa y cada persona. Al margen de cierta concentración que requiere de silencio, no estarían nada mal algunas palabras, que sobre todo enciendan.
Después: es potestativo, depende de lo agotado que se esté, pero nada como juntar la piel para que surja la complicidad y la conversación...aunque a veces se larga más de la cuenta con gente que apenas conoces.
A mí lo que me interesa de verdad es lo que los hombres dicen durante todo el trajín. Me temo que de los hombres me fascina todo, los pequeños y morbosos detalles; desde el momento en que al besarte se les pone dura, si se les arruga los pezoncillos al tocarlos, si notas la humedad de su polla en el muslo, el sabor de su piel, los pequeños ruiditos de goce, o de los gemidos, las expresiones que se escapan sin querer. Así que por favor, por favor, por favor...soltad aquí todo lo que sepáis, los chicos lo suyo y las chicas lo que más les haya puesto de un tío.
A mí hubo una vez que me encantó un: míra, míra que hasta se me cae la baba...ummmmm me lo hubiera comido entero, porque se le caía de verdad.
Venga ánimo.
Un dedito
Cuando era jovencita no me tocaba. Por la noche metía mi mano bajo el pijama, tocaba el pelito con los dedos y curioseaba entre los labios. Llevaba mis dedos a la vagina y tocaba el exterior. Rozaba mi clítoris y lo bordeaba con cuidado. Lo hacía algunas noches. Notaba mi sexo húmedo y caliente, pero no excitado. No me tocaba por placer, me tocaba por curiosidad y lo dejaba pronto.
Más mayor descubrí el sexo, tuve la mala suerte de que el primero que me quiso tocar, lo hizo cuando aún no estaba excitada. Aquello no me gustó. Le rechacé. No me causó un trauma pero no quería que me tocaran.
Un día sí que paso, tras mucho magreo y algo de petting. Comencé a mojarme, no lo había experimentado nunca, me sentí extraña pero quería más, quería que aquello no acabara nunca. El no me tocaba el sexo directamente, aunque sí me había desabrochado el pantalón y jugaba con sus dedos por encima de mi braguita, entre los labios. La tela estaba tan mojada que casi podía sentir sus dedos en mi interior. Incluso tuve el reflejo de mover el pubis suavemente, corrigiendo sus caricias.
Mis besos se entremezclaban con gemidos en su boca. Deseaba que me siguiera tocando, pero no quería decírselo. No hicieron falta palabras. El comenzó a apartar la braguita de mi coño, metió sus dedos entre mis labios y me acarició rítmicamente, resbalando por mi piel. Yo comencé a cabalgar su mano, lo apretaba contra mi para sentirlo más cerca y le pellizcaba los pezones, le acariciaba y le arañaba el pecho. Mi pulso se aceleraba con la velocidad de su mano, jadeaba en su boca, empecé a sentir algo raro e incontrolable en el bajo vientre que me poseía y me hacía perder el control. Noté que mi sexo se estremecía mientras yo abandonaba mis juegos de manos y mis besos hipnotizada por el placer. Comencé a gemir, a respirar jadeante mientras me notaba derretirme en su mano hasta que le tuve que pedir que parara para no matarme de gusto.
Fué entonces cuando tras mi primer dedo, supe lo que era un orgasmo.
Más mayor descubrí el sexo, tuve la mala suerte de que el primero que me quiso tocar, lo hizo cuando aún no estaba excitada. Aquello no me gustó. Le rechacé. No me causó un trauma pero no quería que me tocaran.
Un día sí que paso, tras mucho magreo y algo de petting. Comencé a mojarme, no lo había experimentado nunca, me sentí extraña pero quería más, quería que aquello no acabara nunca. El no me tocaba el sexo directamente, aunque sí me había desabrochado el pantalón y jugaba con sus dedos por encima de mi braguita, entre los labios. La tela estaba tan mojada que casi podía sentir sus dedos en mi interior. Incluso tuve el reflejo de mover el pubis suavemente, corrigiendo sus caricias.
Mis besos se entremezclaban con gemidos en su boca. Deseaba que me siguiera tocando, pero no quería decírselo. No hicieron falta palabras. El comenzó a apartar la braguita de mi coño, metió sus dedos entre mis labios y me acarició rítmicamente, resbalando por mi piel. Yo comencé a cabalgar su mano, lo apretaba contra mi para sentirlo más cerca y le pellizcaba los pezones, le acariciaba y le arañaba el pecho. Mi pulso se aceleraba con la velocidad de su mano, jadeaba en su boca, empecé a sentir algo raro e incontrolable en el bajo vientre que me poseía y me hacía perder el control. Noté que mi sexo se estremecía mientras yo abandonaba mis juegos de manos y mis besos hipnotizada por el placer. Comencé a gemir, a respirar jadeante mientras me notaba derretirme en su mano hasta que le tuve que pedir que parara para no matarme de gusto.
Fué entonces cuando tras mi primer dedo, supe lo que era un orgasmo.
20 octubre 2005
7 citas 7 minutos
El otro día me hablaron sobre una nueva forma de "conocer" gente.
7 Citas 7 minutos.
El juego consiste en inscribirte a una de las veladas propuestas, en un local, y compartir durante 7 minutos la mesa con una persona del sexo que te interese.
Durante esos 7 minutos tienes que realizar las preguntas que creas necesarias para "conocer" a tu pareja.
Tienes 7 citas diferentes en una misma noche, distribuidas en 7 minutos cada una.
Me pareció, al principio, un juego divertido, y hasta me planteé "jugar" un poco, pero pensándolo en primera persona (es decir, para mí misma), yo no tengo problemas para "conocer" a gente. Así que supongo que ir a algo así, para mí sería una "nueva forma de FOLLAR" con gente que me guste.
Si ese es mi interés, de los 7 minutos, me sobran quizá, 6 minutos y medio, porque en 30 segundos tengo bastante claro si me lo quiero tirar o no.
Así que, ¿para que pagar por ir a una cita en la que el número de candidatos se reduce tan solo a 7 hombres, teniendo los bares a reventar con tipos deseosos de follar como cosacos?
Pero bueno, si os interesa, aqui dejo la página donde podéis inscribiros:
7 Citas 7 minutos
Si vais, no dejéis de contarlo.... a lo mejor, me estoy perdiendo algo interesante :-)...
7 Citas 7 minutos.
El juego consiste en inscribirte a una de las veladas propuestas, en un local, y compartir durante 7 minutos la mesa con una persona del sexo que te interese.
Durante esos 7 minutos tienes que realizar las preguntas que creas necesarias para "conocer" a tu pareja.
Tienes 7 citas diferentes en una misma noche, distribuidas en 7 minutos cada una.
Me pareció, al principio, un juego divertido, y hasta me planteé "jugar" un poco, pero pensándolo en primera persona (es decir, para mí misma), yo no tengo problemas para "conocer" a gente. Así que supongo que ir a algo así, para mí sería una "nueva forma de FOLLAR" con gente que me guste.
Si ese es mi interés, de los 7 minutos, me sobran quizá, 6 minutos y medio, porque en 30 segundos tengo bastante claro si me lo quiero tirar o no.
Así que, ¿para que pagar por ir a una cita en la que el número de candidatos se reduce tan solo a 7 hombres, teniendo los bares a reventar con tipos deseosos de follar como cosacos?
Pero bueno, si os interesa, aqui dejo la página donde podéis inscribiros:
7 Citas 7 minutos
Si vais, no dejéis de contarlo.... a lo mejor, me estoy perdiendo algo interesante :-)...
18 octubre 2005
Relaciones extra escolares.
Creo que las relaciones "ocultas" siempre han sido mi especialidad.
Me excitan de forma especial.
Aquellas relaciones prohibidas, aquellas que sabes que pocas personas pueden entender, aquellas que son éticamente poco adepctadas.
En casa sólo he presentado a dos "novios", y, a amig@s, quizá llegaron a 4.
El resto (unos 30 más) siempre han pertenecido a mi vida personal, y digamos que se han dado a la luz a un grupo muy reducido de gente, que quizá eran conocedores por motivos escepcionales.
Me apasiona el saber que hay un "secreto", que hay una "complicidad" y un "halo" de censura alrededor, y que pertenece sólo a unos pocos...
Sepadados, casados, compañeros de trabajo, amigos de amigos, completos desconocidos de una noche con los que, repites durante un tiempo pero sabes que no llegará a nada importante en tu corazón.
No me excita el estar con alguien y tener la sensación de poder ser descubiertaen algún lugar por un conocido. Me produce verdadero placer el saber que, es algo entre dos, el y yo, y, que, a pesar, de poder existir un mundo cercano, involucrado en nuestras vidas, es a la vez, ajeno a nuestros deseos, a nuestros encuentros sexuales.Me crea una sensación de placer el saber que nuestro acercamiento es estrictamente sexual. Sólo sexo. Sexo por sexo. Sexo porque sí. Sexo sin importar nada ni nadie más que su sexo y el mío.
Recuerdo a un separado, Pedro, con una excitación especial. Lo presenté a mis amigas como "un compañero de curro".En una borrachera, vi cómo Pedro daba la mano a una de mis amigas y caminaban por lacalle riendo, de la mano.
Y, yo disfruté, disfruté mucho del placer de saber que esa misma noche serçia yo la que follaría con el, de saber que no lo haríamos una, ni dos veces. Tenía una increhíble media de tres polvos casi seguidos por noche. Más cuando despertaba, a mitad de la noche, más cuando nos levantábamos....
El sentido moral y ético es difícil definir en estos casos, probablemente hay much@s que me tachen de inmoral, o de falta de ética, pero, yo siempre fui libre de elegir, no tenía ningún compromiso con nadie, y no tenía que dar explicaciones a nadie, ni siquieraa las novias, mujeres o amig@s con los que estaba. Para mí, eran siempre ellos los que hubieran tenido que dar, en algún caso explicaciones.
Me pongo cachonda sólo pensar en estas relaciones, o en la posibilidad de tener alguna.
Y no las busco, me buscan.
Siempre me buscan.
Se que es por mi Luna en Escorpio.
Será eso. Será por eso....
Me excitan de forma especial.
Aquellas relaciones prohibidas, aquellas que sabes que pocas personas pueden entender, aquellas que son éticamente poco adepctadas.
En casa sólo he presentado a dos "novios", y, a amig@s, quizá llegaron a 4.
El resto (unos 30 más) siempre han pertenecido a mi vida personal, y digamos que se han dado a la luz a un grupo muy reducido de gente, que quizá eran conocedores por motivos escepcionales.
Me apasiona el saber que hay un "secreto", que hay una "complicidad" y un "halo" de censura alrededor, y que pertenece sólo a unos pocos...
Sepadados, casados, compañeros de trabajo, amigos de amigos, completos desconocidos de una noche con los que, repites durante un tiempo pero sabes que no llegará a nada importante en tu corazón.
No me excita el estar con alguien y tener la sensación de poder ser descubiertaen algún lugar por un conocido. Me produce verdadero placer el saber que, es algo entre dos, el y yo, y, que, a pesar, de poder existir un mundo cercano, involucrado en nuestras vidas, es a la vez, ajeno a nuestros deseos, a nuestros encuentros sexuales.Me crea una sensación de placer el saber que nuestro acercamiento es estrictamente sexual. Sólo sexo. Sexo por sexo. Sexo porque sí. Sexo sin importar nada ni nadie más que su sexo y el mío.
Recuerdo a un separado, Pedro, con una excitación especial. Lo presenté a mis amigas como "un compañero de curro".En una borrachera, vi cómo Pedro daba la mano a una de mis amigas y caminaban por lacalle riendo, de la mano.
Y, yo disfruté, disfruté mucho del placer de saber que esa misma noche serçia yo la que follaría con el, de saber que no lo haríamos una, ni dos veces. Tenía una increhíble media de tres polvos casi seguidos por noche. Más cuando despertaba, a mitad de la noche, más cuando nos levantábamos....
El sentido moral y ético es difícil definir en estos casos, probablemente hay much@s que me tachen de inmoral, o de falta de ética, pero, yo siempre fui libre de elegir, no tenía ningún compromiso con nadie, y no tenía que dar explicaciones a nadie, ni siquieraa las novias, mujeres o amig@s con los que estaba. Para mí, eran siempre ellos los que hubieran tenido que dar, en algún caso explicaciones.
Me pongo cachonda sólo pensar en estas relaciones, o en la posibilidad de tener alguna.
Y no las busco, me buscan.
Siempre me buscan.
Se que es por mi Luna en Escorpio.
Será eso. Será por eso....
16 octubre 2005
CONSULTORIO: Ropa Interior
Nos dejan esta pregunta en un comentario:
Mi chato prefiere los tangas, cuanto más delgadas sean las tiras mejor, aunque para practicar el sexo, lo mejor es quitar la ropa.
En ellos me encantan los boxer sueltos para dormir o los slips de microfibra, ambos cuando él está empalmado, le quedan de cine :)
¿Opiniones?
..".necesito de su ayuda, soy una mujer que no sabe na de ropa interior, osea lo basico, que no esten deshilachadas y limpias, lo demas no se,osea, diganme que tipo de ropa interior usar dependiendo de la ropa que ando, se los agradeceria :), ahora hombres, ustedes, que prefieren, solo algodon o lenceria con encajes ( si luego ira eso)."Personalmente y por comodidad prefiero los tangas sin puntillas ni gilipolleces de esas....pero claro, cuando busco guerra me gusta llevar alguna cosita con transparencias, puntillas o joyas incrustadas en las tiras (aunque sean de pacotilla).
Mi chato prefiere los tangas, cuanto más delgadas sean las tiras mejor, aunque para practicar el sexo, lo mejor es quitar la ropa.
En ellos me encantan los boxer sueltos para dormir o los slips de microfibra, ambos cuando él está empalmado, le quedan de cine :)
¿Opiniones?
12 octubre 2005
CONSULTORIO: ¿depiladas o peludas?
Nos llega esta pregunta al consultorio:
Funcionalmente también es mejor la depilación para una mejor higiene. Sino total, por lo menos dejando un penachito de pelo en "lo alto".
En las relaciones, sobre todo en el sexo oral, supongo que es preferible que esté depilado (lo siento no he practicado demasiado el cunnilinguus).
La primera vez que me hice la brasileña me sentí muy bien, toda la zona tan suave y tan tersa, era muy cómodo y limpio, la verdad es que vale la pena el esfuerzo.
Como siempre, dejamos que el foro contribuya con sus opiniones.
para gustos ya sabemos todos que están los colores, pero ¿cómo prefieren ellos que vayan las mujeres y por qué: totalmente depiladas, o con el vello púbico natural?Por mera observación, en las pelis, revistas y demás material erótico, suelen aparecer unos sexos perfectamente depilados, ya que estéticamente son más atractivos.
Funcionalmente también es mejor la depilación para una mejor higiene. Sino total, por lo menos dejando un penachito de pelo en "lo alto".
En las relaciones, sobre todo en el sexo oral, supongo que es preferible que esté depilado (lo siento no he practicado demasiado el cunnilinguus).
La primera vez que me hice la brasileña me sentí muy bien, toda la zona tan suave y tan tersa, era muy cómodo y limpio, la verdad es que vale la pena el esfuerzo.
Como siempre, dejamos que el foro contribuya con sus opiniones.
10 octubre 2005
Mancillar el lecho conyugal
Mañana vienen a instalar el aire acondicionado. Le bromeé a mi churri que iba a recibir al instalador con una camisetita y culotte a juego sin nada debajo, de esos que dejan asomar los mofletes bajos.
Le bromeé con que iba a tener la cama aún caliente cuando llegara el instalador a la habitación y que me tumbaría en la cama para monitorizarlo mientras me pone el aparato.
Le dije que me imaginé que vendría un instalador joven y fresco, morenito con los ojos claros, rapao, cachitas y simpaticón.
Pero jamás se me ocurrió pensar en ayudarle a agarrar el aparato para que no se esfuerce tanto al colocarlo en su sitio. Ni siquiera he pensado que tendré que probar el aparato para ver si sube o baja la temperatura de la habitación, vamos si funciona!
Y vaya problema si con el frío del aire se me ponen los pezones de punta! Con lo tímida que soy...
Qué va!!, si las chicas jamás pensamos en esas cosas y mucho menos aquellas que tenemos pareja, y por lo tanto el sexo asegurado...¿o no?
Le bromeé con que iba a tener la cama aún caliente cuando llegara el instalador a la habitación y que me tumbaría en la cama para monitorizarlo mientras me pone el aparato.
Le dije que me imaginé que vendría un instalador joven y fresco, morenito con los ojos claros, rapao, cachitas y simpaticón.
Pero jamás se me ocurrió pensar en ayudarle a agarrar el aparato para que no se esfuerce tanto al colocarlo en su sitio. Ni siquiera he pensado que tendré que probar el aparato para ver si sube o baja la temperatura de la habitación, vamos si funciona!
Y vaya problema si con el frío del aire se me ponen los pezones de punta! Con lo tímida que soy...
Qué va!!, si las chicas jamás pensamos en esas cosas y mucho menos aquellas que tenemos pareja, y por lo tanto el sexo asegurado...¿o no?
07 octubre 2005
Más de alegrías
Continuando con el filón de Susana (me encantó este último post, es muy sugerente) se me ha ocurrido contar una de esas situaciones que te dan alegría y cierto impulso sensual...y sexual, por qué no decirlo.
Situémonos en un avión, un viaje transoceánico. Tengo debilidad por cierto tipo de hombres (en realidad pueden cambiar en función de no sé exactamente qué): altos, delgados, de pelo rapado y de piel negra. A mi derecha el asiento estaba vacío y la azafata tuvo la gentileza, loado sean todos los celestinos del universo, de decirle al pasajero de atrás que ocupara ese hueco a mi costado. Pareció enfurruñarse, el muy desgraciado, ¡pero si detrás sólo había señores mayores!...y yo estoy de mejor ver que esos fulanos.
Por tanto le miré con distancia y me enfrasqué en mi libro. Él se sentó, estrujando sus larguísimas piernas contra el asiento de delante, y también empezó a manosear su novela policíaca, en inglés.
Nada habría pasado si no fuera por el frío que hace en los malditos aviones. Enseguida abrí el precinto de la manta y me tapé tanto como pude, sacando un par de dedos para sostener el libro. Durante los primeros momentos la gente me miraba con asombro, incluído mi vecino de vuelo, pero a medida que el frío se fue extendiendo no faltó ni una sola manta por sacar. Todos arropaditos... él también, y decidió echar una cabezadita embozado hasta la cintura.
Gracias a eso pude observarle mejor.
Aislado del resto del pasaje en un sopor ligero me asombraba que en unos segundos su cuerpo hubiera conseguido la languidez del sueño, serena y constante que me transmitía, sin poder evitarlo, una intensa y sensual calma. De su cuerpo iba emanando, despacio, su olor personal, que me llegaba a rachas de la respiración. Era limpio, cálido, y agradable. Teníe una piel tersa, con cierto brillo de seda y una tonalidad como de cuero quemado. Llevaba las manos muy cuidadas, y su dedo gordo era una breve escultura, la uña de color rosa con un brillo esmaltado.
De repente se tapa un poco más, lleva el cobertor a los hombros y cambia la posición de su cabeza hacia mi lado. Al moverse me toca el hombro con la mano, por debajo de las mantas sus dedos se mueven sobre la piel de mi brazo. Lo interpreto como un gesto casual, inconsciente y sigo leyendo. Pero no puedo negar que ha sido muy agradable, que se me ha erizado la piel a su contacto.
No tardó mucho más tiempo en investigar hasta dónde podía llegar en el juego del descuido. Insertó la mano bajo mi manta, los dedos buscando la cintura...si alguien me toca la cintura estoy perdida. La encontró y comenzó entonces una serie de caricias leves, aunque ya nada de lo que hacía podía confundirse con la casualidad o lo involuntario. Me subió la temperatura y algunas otras cosas adquirieron volumen y humedad. No se detuvo en ningún momento y cuando consiguió cogerme la mano, tan diminuta al lado de la suya, la arrastró sobre su muslo interminable hasta dejarla posada en la entrepierna. Dureza máxima, tamaño king size como nunca antes había palpado (y eso que he bailado con cubanos).
Entonces hizo como que se despertaba, se estiraba y con parsimonia para que me diera tiempo a retirar la mano, se puso de pie, me miró y con un disimulado gesto me indicó la dirección del baño.
Sí vamos, cualquier día me voy yo a follar en un servición de avión cuando lleva más de 4 horas volando: están repugnantes de meados internacionales. Respiré hondo y me enfrasqué en el libro.
Situémonos en un avión, un viaje transoceánico. Tengo debilidad por cierto tipo de hombres (en realidad pueden cambiar en función de no sé exactamente qué): altos, delgados, de pelo rapado y de piel negra. A mi derecha el asiento estaba vacío y la azafata tuvo la gentileza, loado sean todos los celestinos del universo, de decirle al pasajero de atrás que ocupara ese hueco a mi costado. Pareció enfurruñarse, el muy desgraciado, ¡pero si detrás sólo había señores mayores!...y yo estoy de mejor ver que esos fulanos.
Por tanto le miré con distancia y me enfrasqué en mi libro. Él se sentó, estrujando sus larguísimas piernas contra el asiento de delante, y también empezó a manosear su novela policíaca, en inglés.
Nada habría pasado si no fuera por el frío que hace en los malditos aviones. Enseguida abrí el precinto de la manta y me tapé tanto como pude, sacando un par de dedos para sostener el libro. Durante los primeros momentos la gente me miraba con asombro, incluído mi vecino de vuelo, pero a medida que el frío se fue extendiendo no faltó ni una sola manta por sacar. Todos arropaditos... él también, y decidió echar una cabezadita embozado hasta la cintura.
Gracias a eso pude observarle mejor.
Aislado del resto del pasaje en un sopor ligero me asombraba que en unos segundos su cuerpo hubiera conseguido la languidez del sueño, serena y constante que me transmitía, sin poder evitarlo, una intensa y sensual calma. De su cuerpo iba emanando, despacio, su olor personal, que me llegaba a rachas de la respiración. Era limpio, cálido, y agradable. Teníe una piel tersa, con cierto brillo de seda y una tonalidad como de cuero quemado. Llevaba las manos muy cuidadas, y su dedo gordo era una breve escultura, la uña de color rosa con un brillo esmaltado.
De repente se tapa un poco más, lleva el cobertor a los hombros y cambia la posición de su cabeza hacia mi lado. Al moverse me toca el hombro con la mano, por debajo de las mantas sus dedos se mueven sobre la piel de mi brazo. Lo interpreto como un gesto casual, inconsciente y sigo leyendo. Pero no puedo negar que ha sido muy agradable, que se me ha erizado la piel a su contacto.
No tardó mucho más tiempo en investigar hasta dónde podía llegar en el juego del descuido. Insertó la mano bajo mi manta, los dedos buscando la cintura...si alguien me toca la cintura estoy perdida. La encontró y comenzó entonces una serie de caricias leves, aunque ya nada de lo que hacía podía confundirse con la casualidad o lo involuntario. Me subió la temperatura y algunas otras cosas adquirieron volumen y humedad. No se detuvo en ningún momento y cuando consiguió cogerme la mano, tan diminuta al lado de la suya, la arrastró sobre su muslo interminable hasta dejarla posada en la entrepierna. Dureza máxima, tamaño king size como nunca antes había palpado (y eso que he bailado con cubanos).
Entonces hizo como que se despertaba, se estiraba y con parsimonia para que me diera tiempo a retirar la mano, se puso de pie, me miró y con un disimulado gesto me indicó la dirección del baño.
Sí vamos, cualquier día me voy yo a follar en un servición de avión cuando lleva más de 4 horas volando: están repugnantes de meados internacionales. Respiré hondo y me enfrasqué en el libro.
06 octubre 2005
Pequeñas alegrías para la vista
Es curioso cómo las cosas más cotidianas pueden resultar más sexys e insinuantes que cualquier otra cosa.
A mí por ejemplo me parece sumamente sexy ver conducir a un hombre; ir de copiloto y ver cómo coge la palanca de cambios, cómo cambia de marchas y cómo mueve suavemente el volante en las curvas...
También me resulta sexy el ceño fruncido de un hombre sumamente concentrado; y el movimiento de muñeca de un tío escribiendo...
¿Y a vosotr@s? ¿Hay algún gesto diário que os ponga a cien?
A mí por ejemplo me parece sumamente sexy ver conducir a un hombre; ir de copiloto y ver cómo coge la palanca de cambios, cómo cambia de marchas y cómo mueve suavemente el volante en las curvas...
También me resulta sexy el ceño fruncido de un hombre sumamente concentrado; y el movimiento de muñeca de un tío escribiendo...
¿Y a vosotr@s? ¿Hay algún gesto diário que os ponga a cien?
28 septiembre 2005
CONSULTA: Depilación Masculina y Sexo anal
Nos llega por mail esta pregunta:
En lo que respecta a la depilación, la más sencilla es la depilación a la crema, aunque mucho ojo con las zonas donde se aplica, ya que es fuertecilla y puede escocer. Se recomienda hacer una prueba antes en la zona en cuestión.
Su aplicación es sencilla, se echa, se espera el rato que haga falta (lo indica en el tubo) y se retira con una espátula. La cuchilla o la cera son otras opciones, pero más peligrosas.
A las mujeres...para gustos colores. Algunos se depilan la zona para que parezca más grande la minga, es más higiénico para el sexo oral, pero visualmente puede resultar raro de ver.
Respecto al sexo anal en solitario, pido el comodín del público, que también puede comentar el resto de preguntas. (faltaría más!)
Hola!!!
Lo que me gustaría preguntar es, sobre si es recomendable depilarse los
genitales, y que depilación es mejor para los hombres. Algo que no sea
muy doloroso, y que pueda hacer yo mismo estaría bien. Sobre todo,
también, saber que es lo que más le gusta a las mujeres.
Y otra es sobre el sexo anal. ¿Cómo puedo practicarlo solo? Debería solo
estimularme el ano, o masturbarme a la vez
Gracias y un saludo.
En lo que respecta a la depilación, la más sencilla es la depilación a la crema, aunque mucho ojo con las zonas donde se aplica, ya que es fuertecilla y puede escocer. Se recomienda hacer una prueba antes en la zona en cuestión.
Su aplicación es sencilla, se echa, se espera el rato que haga falta (lo indica en el tubo) y se retira con una espátula. La cuchilla o la cera son otras opciones, pero más peligrosas.
A las mujeres...para gustos colores. Algunos se depilan la zona para que parezca más grande la minga, es más higiénico para el sexo oral, pero visualmente puede resultar raro de ver.
Respecto al sexo anal en solitario, pido el comodín del público, que también puede comentar el resto de preguntas. (faltaría más!)
Cuestión de confianza
Algunas amigas solteras me cuentan las torpezas que se cometen en esas primeros encuentros sexuales con "extraños": que si el condón corta el rollo, que si las posturas son predecibles y aburridas, que si no se llega al orgasmo (y se finje!!)... en fin, cosas relativamente lógicas, por temas de confianza sobre todo y que muchas veces suelen ser parte de culpa en la ruptura final.
Llevo mucho tiempo viviendo en pareja. Durante este tiempo, hemos evolucionado sexualmente, hemos pasado de esos primeros encuentros torpes a disfrutar plenamente de nuestros cuerpos, a probar cosas nuevas y geniales, a comentarlas para mejorar, a pedir y a preguntar, a dar y recibir, a gritar, a gemir sin importar que se oiga, a pedir repetir, a decir que no y a decir que si... Y sobre todo a pedir sin palabras y que se cumplan mis deseos.
La confianza no es algo que se compre, es algo que viene con el tiempo y sobre todo con la sinceridad, pero hay que provocarla, no hay que esperar a que sea el otro el que pregunte qué prefieres o qué deseas en ese momento...
Está muy bien y es muy morboso descubrir nuevos amantes y nuevas técnicas que te hagan descubrir cosas que no habías probado, pero también es genial que te toquen justo la tecla del placer y se dejen de rollos....
¿o no?
Llevo mucho tiempo viviendo en pareja. Durante este tiempo, hemos evolucionado sexualmente, hemos pasado de esos primeros encuentros torpes a disfrutar plenamente de nuestros cuerpos, a probar cosas nuevas y geniales, a comentarlas para mejorar, a pedir y a preguntar, a dar y recibir, a gritar, a gemir sin importar que se oiga, a pedir repetir, a decir que no y a decir que si... Y sobre todo a pedir sin palabras y que se cumplan mis deseos.
La confianza no es algo que se compre, es algo que viene con el tiempo y sobre todo con la sinceridad, pero hay que provocarla, no hay que esperar a que sea el otro el que pregunte qué prefieres o qué deseas en ese momento...
Está muy bien y es muy morboso descubrir nuevos amantes y nuevas técnicas que te hagan descubrir cosas que no habías probado, pero también es genial que te toquen justo la tecla del placer y se dejen de rollos....
¿o no?
25 septiembre 2005
24 septiembre 2005
Una de fantasías
Leyendo a mi adorado inadaptado, que referencia en varias ocasiones a los estudios del dr. Von Karajoten, del que soy ferviente seguidora, me han llevado a reflexionar sobre mis propias fantasías sexuales, las que van más allá de dos personas y me gustaría confesarlas, porque en el fondo todos llevamos un gay dentro...
Una chica, mi chico y yo:
Un chico, mi chico y yo:
Sólo eso. Tampoco pido nada raro...no?
;-)
PS: Al infierno voy fijo...pero tú que te has leido esto tampoco te libras ...
Una chica, mi chico y yo:
Me gustaría participar en un trío de este tipo y además que el chico fuera mi pareja actual. La otra chica sería una rubia natural, cara de ángel, curvas peligrosísimas, culo perfecto, labios carnosos y pechos estupendos.
Es posible que sea porque sería la fantasía de mi chico, pero precisamente por eso le da más morbo. Me gustaría pegarnos primero un baño con él, en un jacuzzi, desnudos y besándonos los tres, acariciándonos y montando algún numerito lésbico light para su deleite. Después pasaríamos a la cama y nos echaríamos crema hidratante sin usar las manos, simplemente nuestros cuerpos rozándose sobre las sábanas, a media luz, con incienso, música chillout y una cubitera con champán para la sed.
Después pasaríamos al sexo (hasta aquí eran mariconadas...), le empezaríamos a hacer una mamada entre las dos, cada a horcajadas sobre una de sus piernas, para que el notara nuestras humedades sobre su piel y se excitara más. No le dejaríamos correrse, cuando viéramos que estaba a punto le ataría las muñecas a los barrotes de la cama y nos pegaríamos un filete high lésbos la rubia y yo, delante de él sin que pudiera tocarse, rozándole de vez en cuando con nuestros cuerpos, poniéndole de vez en cuando el coñito en la cara. (Los coñitos estarían depilados dibujando el ying ella y el yang el mío).
Para no hacerlo sufrir más, luego le echaría un polvo magistral, cabalgándolo mientras el le come el coño a la rubia y yo me beso con ella.
De postre fresas con nata.
Un chico, mi chico y yo:
En este caso mi fantasía está basada en algo que me pasó hace algún tiempo, pero para darle más misterio, no revelaré dónde está lo real.
El otro chico sería un morenazo con los ojos azules, cara de malo, barba de dos días, un poquito gay, metrosexual y cachitas por supuesto, que para eso es mi fantasía!! En este caso, también empezaríamos con jacuzzi, que siempre se baña una mejor acompañada. Ellos me estarían mimando, besando, acariciando cada flanco de mi cuerpo sin llegar a mis zonas más íntimas. El gay intentaría tocar a mi churri con disimulo, él se dejaría y yo haría que no me daba cuenta (jeje).
Tras el baño, pasaríamos a la cama. Podría ser otoño y hacer un poquito de fresco, por eso estaríamos tapados con el nórdico. Ellos se acostarían uno a cada lado y me seguirían besando y acariciando: el cuello, el pecho, los labios. Me acercarían los dedos a la entrepierna, pero sin llegar a tocar mi sexo, me lamerían, me darían bocaditos por la piel, me lamerían entre los dedos, en la parte alta de la espalda, en la cintura, en las nalgas. Me meterían la lengua hasta el tímpano, me susurrarían guarradas al oído.
Mientras yo podría sentir cerca de mí sus pollas, tiesas, duras y palpitantes, llamando a mi piel, acariciándome, dándome pollazos en el muslo.
Ellos me atarían a la cama y me vendarían los ojos, seguirían lamiéndome, chupandome, dándome mordisquitos inesperados. De repente me pondrían un glande en los labios, que yo besaría y lamería, mientras el otro me hacía un maravilloso cunnilinguus, ya deseado por mi hambriento coño. Me comería esa polla al mismo ritmo que sentía las lamidas, me aplicaría como una buena alumna, sin importarme quien me lame y a quién lamo. Me correría casi ahogándome con la polla de mi boca, que quitaría y llenaría con su lengua...
Me incorporaría, aún con los ojos vendados y me pondría a cabalgar a uno de ellos, mientras se la como al otro, estaríamos así un buen rato, hasta un orgasmito por lo menos (y van dos), y luego el de abajo me tumbaría sobre él, dejando que el otro empezase a lamerme el ano en circulitos, dilatándolo con el dedo e incorporándose más tarde a penetrarme por allí mientras seguimos follando. En esta doble penetración, podría tener un orgasmo de esos que casi me hacen perder el conocimiento (y van 3) y me tumbaría sobra la cama quitándome la venda, se pondrían uno a cada lado y se harían una paja mutua que acabarían derramando por el pecho de su satisfecha espectadora.
Sólo eso. Tampoco pido nada raro...no?
;-)
PS: Al infierno voy fijo...pero tú que te has leido esto tampoco te libras ...
21 septiembre 2005
¿Fantasía o realidad?
Me hace gracia leer y/o escuchar opiniones tan contrapuestas en relación a los artículos y relatos publicados en este blog.
Es cierto que empezó siendo un depósito de fantasías y relatos eróticos y parece ser que hemos derivado a contar experiencias personales de manera bastante cruda, cosa que incluso puede resultar de mal gusto para algun@s lectores. Otros sin embargo, me han dicho que dejaron de leer salidas porque era demasiado poético/romántico/fantástico y que les gustaba más leer cosas que sonaran reales.
Dentro de mi evolución en estos escritos, he de decir que al principio escribía de manera más "suave", en mis primeros escritos, jamás mencioné la palabra polla (y eso que todo empezó en un trío). Me releía y me parecía bastante artificial, no me acababa de convencer, quería contar cosas como yo las sentía, como yo se las contaría a alguien de confianza. En ese nuevo estilo me empecé a sentir más a gusto.
El 95% de mis posts son basados en experiencias reales, pero...¿Eso es realmente es importante?
Estoy satisfecha con mis textos, me gusta haber recibido alabanzas por correo o en comentarios, incluso críticas constructivas. Me gusta escribir, me gusta provocar sensaciones, me gusta que la gente se imagine lo que está leyendo, que lo sienta como propio e incluso que se excite.
No estoy aquí para ganar premios literarios, estoy para compartir mis fantasías y hacértelas llegar, siento si en ocasiones puedo resultar cruda, pero es mi manera de ser, puedo disfrazarla pero no me siento a gusto, no me representa.
El resto de las escritoras del blog, tienen su propio estilo, por eso cada lector puede encontrar en cada una su preferido. Estoy satisfecha de haber reunido a 4 tías que no se tiren de los pelos por un minuto de gloria en el mismo escenario. Estoy contenta con que cada día visite más gente este blog, con que lo enlacen y lo añadan a sus favoritos. Me encanta la cantidad de visitas que se reciben "en la sombra" y "el clan de los lujuriosos" (más o menos fieles) que se pasan por aquí.
Es cierto que empezó siendo un depósito de fantasías y relatos eróticos y parece ser que hemos derivado a contar experiencias personales de manera bastante cruda, cosa que incluso puede resultar de mal gusto para algun@s lectores. Otros sin embargo, me han dicho que dejaron de leer salidas porque era demasiado poético/romántico/fantástico y que les gustaba más leer cosas que sonaran reales.
Dentro de mi evolución en estos escritos, he de decir que al principio escribía de manera más "suave", en mis primeros escritos, jamás mencioné la palabra polla (y eso que todo empezó en un trío). Me releía y me parecía bastante artificial, no me acababa de convencer, quería contar cosas como yo las sentía, como yo se las contaría a alguien de confianza. En ese nuevo estilo me empecé a sentir más a gusto.
El 95% de mis posts son basados en experiencias reales, pero...¿Eso es realmente es importante?
Estoy satisfecha con mis textos, me gusta haber recibido alabanzas por correo o en comentarios, incluso críticas constructivas. Me gusta escribir, me gusta provocar sensaciones, me gusta que la gente se imagine lo que está leyendo, que lo sienta como propio e incluso que se excite.
No estoy aquí para ganar premios literarios, estoy para compartir mis fantasías y hacértelas llegar, siento si en ocasiones puedo resultar cruda, pero es mi manera de ser, puedo disfrazarla pero no me siento a gusto, no me representa.
El resto de las escritoras del blog, tienen su propio estilo, por eso cada lector puede encontrar en cada una su preferido. Estoy satisfecha de haber reunido a 4 tías que no se tiren de los pelos por un minuto de gloria en el mismo escenario. Estoy contenta con que cada día visite más gente este blog, con que lo enlacen y lo añadan a sus favoritos. Me encanta la cantidad de visitas que se reciben "en la sombra" y "el clan de los lujuriosos" (más o menos fieles) que se pasan por aquí.
Nunca llueve a gusto de todos.
¿Qué quieres...más carne o más especias?
¿Más realidad o más fantasía?
¿Qué quieres...más carne o más especias?
¿Más realidad o más fantasía?
20 septiembre 2005
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