Después del
calentón de ayer.
Aunque no necesitamos el alcohol para practicar el sexo, cuando lo bebemos además de desinhibirnos, también nos calienta más rápido y nos hace más atrevidos, más salidos y más "guarretes". (Cuando digo "nos" te incluyo también a tí que lees esto.).
No bebí demasiado, porque es mejor no pasar el límite de llevar un puntillo al de convertirse en un pelele descontrolao. Tras dos gin-tonics, alcancé el modo "contentilla". No necesitaba ligármelo, lo tengo totalmente para mí, desde hace mucho tiempo, la fase de conquista no es necesaria, así que nada más llegar a la cama ya nos hemos quitado toda la ropa. Yo conservé el tanga con sus "elementos protectores", para evitar manchar la cama con la regla. Apagué la luz a propósito, para no cortarnos el rollo si empezábamos a manchar todo.
Comencé con una comidita entre sus piernas, él ya estaba tan animado como para que su polla no me cupiera entera en la boca, así que jugaba con sus pelotas en mis manos y también las rozaba con las tetas, para darle más gustito. Me frotaba sobre su pierna, con movimientos de follarle y notaba un flujo húmedo, caliente y abundante que casi escapaba de mi tanga.
Me estaba poniendo muy caliente, necesitaba ser follada, sentir su polla dura dentro de mí, quería montarlo y quería darle caña desde allí arriba. En esos momentos de calentura, me da igual todo, me daba igual manchar las sábanas y mancharle a él. Me quité el tanga y subí encima suyo, perpendicular a su cuerpo y empecé a moverme de detrás adelante. Notaba mi coño abierto, caliente y chorreante. El sentirme tan caliente me realimentaba y me excitaba aún más. El me cogía el culo y me apretaba con fuerza contra su cuerpo. Tuve varios orgasmos que me obligaban a parar, porque me daba la impresión de ir a mearme de gusto. El me movía para que siguiera, pero yo estaba derrumbada sobre su cuerpo hasta recuperarme poco después.
En una de mis caídas, le noté trastear por la mesilla y sacar
"las bolitas" y el lubricante. Llevaba mucho rato con el dedito tocándome el culo y sabía que era una buena ocasión para
"jugar al rosario". Tras varios orgasmos, se me dilatan todos los orificios. Noté el frío del lubricante en mi culo y su dedo masajeando el "back orifice", empezó a meter las bolitas al ritmo que yo le seguía follando. Comenzó a acelerarse y volví a tener otro pedazo de orgasmo que casi me caigo de encima suya.
El aprovechó mi parada técnica para sacarme las bolitas con cuidado del culo. Sacó también la polla del coño para intentar meterla por la parte de atrás mientras me tocaba el clítoris con la mano. Pasar de las delgadas bolitas al grosor de la polla, no es sencillo, aunque como yo estaba en muy buenas condiciones, fué relativamente fácil que la polla entrara por aquel sitio tan estrecho. Comencé a rememorar un orgasmo anal perfecto y me empecé a mover, primero despacito y luego más rápido. El estaba gimiendo y aún me calentaba más, sobre todo cuando empecé a notar sus sacudidas de comenzar a correrse. Tanta experiencia juntos, nos hace poder llegar en ocasiones -como ayer- a llegar al orgasmo al mismo tiempo. Ese es el mejor final en nuestros encuentros :)
Recordar este polvo me está poniendo mala, malísima...