28 septiembre 2005

CONSULTA: Depilación Masculina y Sexo anal

Nos llega por mail esta pregunta:

Hola!!!

Lo que me gustaría preguntar es, sobre si es recomendable depilarse los
genitales, y que depilación es mejor para los hombres. Algo que no sea
muy doloroso, y que pueda hacer yo mismo estaría bien. Sobre todo,
también, saber que es lo que más le gusta a las mujeres.

Y otra es sobre el sexo anal. ¿Cómo puedo practicarlo solo? Debería solo
estimularme el ano, o masturbarme a la vez

Gracias y un saludo.


En lo que respecta a la depilación, la más sencilla es la depilación a la crema, aunque mucho ojo con las zonas donde se aplica, ya que es fuertecilla y puede escocer. Se recomienda hacer una prueba antes en la zona en cuestión.

Su aplicación es sencilla, se echa, se espera el rato que haga falta (lo indica en el tubo) y se retira con una espátula. La cuchilla o la cera son otras opciones, pero más peligrosas.

A las mujeres...para gustos colores. Algunos se depilan la zona para que parezca más grande la minga, es más higiénico para el sexo oral, pero visualmente puede resultar raro de ver.

Respecto al sexo anal en solitario, pido el comodín del público, que también puede comentar el resto de preguntas. (faltaría más!)

Cuestión de confianza

Algunas amigas solteras me cuentan las torpezas que se cometen en esas primeros encuentros sexuales con "extraños": que si el condón corta el rollo, que si las posturas son predecibles y aburridas, que si no se llega al orgasmo (y se finje!!)... en fin, cosas relativamente lógicas, por temas de confianza sobre todo y que muchas veces suelen ser parte de culpa en la ruptura final.

Llevo mucho tiempo viviendo en pareja. Durante este tiempo, hemos evolucionado sexualmente, hemos pasado de esos primeros encuentros torpes a disfrutar plenamente de nuestros cuerpos, a probar cosas nuevas y geniales, a comentarlas para mejorar, a pedir y a preguntar, a dar y recibir, a gritar, a gemir sin importar que se oiga, a pedir repetir, a decir que no y a decir que si... Y sobre todo a pedir sin palabras y que se cumplan mis deseos.

La confianza no es algo que se compre, es algo que viene con el tiempo y sobre todo con la sinceridad, pero hay que provocarla, no hay que esperar a que sea el otro el que pregunte qué prefieres o qué deseas en ese momento...

Está muy bien y es muy morboso descubrir nuevos amantes y nuevas técnicas que te hagan descubrir cosas que no habías probado, pero también es genial que te toquen justo la tecla del placer y se dejen de rollos....

¿o no?

24 septiembre 2005

Una de fantasías

Leyendo a mi adorado inadaptado, que referencia en varias ocasiones a los estudios del dr. Von Karajoten, del que soy ferviente seguidora, me han llevado a reflexionar sobre mis propias fantasías sexuales, las que van más allá de dos personas y me gustaría confesarlas, porque en el fondo todos llevamos un gay dentro...

Una chica, mi chico y yo:

Me gustaría participar en un trío de este tipo y además que el chico fuera mi pareja actual. La otra chica sería una rubia natural, cara de ángel, curvas peligrosísimas, culo perfecto, labios carnosos y pechos estupendos.

Es posible que sea porque sería la fantasía de mi chico, pero precisamente por eso le da más morbo. Me gustaría pegarnos primero un baño con él, en un jacuzzi, desnudos y besándonos los tres, acariciándonos y montando algún numerito lésbico light para su deleite. Después pasaríamos a la cama y nos echaríamos crema hidratante sin usar las manos, simplemente nuestros cuerpos rozándose sobre las sábanas, a media luz, con incienso, música chillout y una cubitera con champán para la sed.

Después pasaríamos al sexo (hasta aquí eran mariconadas...), le empezaríamos a hacer una mamada entre las dos, cada a horcajadas sobre una de sus piernas, para que el notara nuestras humedades sobre su piel y se excitara más. No le dejaríamos correrse, cuando viéramos que estaba a punto le ataría las muñecas a los barrotes de la cama y nos pegaríamos un filete high lésbos la rubia y yo, delante de él sin que pudiera tocarse, rozándole de vez en cuando con nuestros cuerpos, poniéndole de vez en cuando el coñito en la cara. (Los coñitos estarían depilados dibujando el ying ella y el yang el mío).

Para no hacerlo sufrir más, luego le echaría un polvo magistral, cabalgándolo mientras el le come el coño a la rubia y yo me beso con ella.

De postre fresas con nata.


Un chico, mi chico y yo:


En este caso mi fantasía está basada en algo que me pasó hace algún tiempo, pero para darle más misterio, no revelaré dónde está lo real.

El otro chico sería un morenazo con los ojos azules, cara de malo, barba de dos días, un poquito gay, metrosexual y cachitas por supuesto, que para eso es mi fantasía!! En este caso, también empezaríamos con jacuzzi, que siempre se baña una mejor acompañada. Ellos me estarían mimando, besando, acariciando cada flanco de mi cuerpo sin llegar a mis zonas más íntimas. El gay intentaría tocar a mi churri con disimulo, él se dejaría y yo haría que no me daba cuenta (jeje).

Tras el baño, pasaríamos a la cama. Podría ser otoño y hacer un poquito de fresco, por eso estaríamos tapados con el nórdico. Ellos se acostarían uno a cada lado y me seguirían besando y acariciando: el cuello, el pecho, los labios. Me acercarían los dedos a la entrepierna, pero sin llegar a tocar mi sexo, me lamerían, me darían bocaditos por la piel, me lamerían entre los dedos, en la parte alta de la espalda, en la cintura, en las nalgas. Me meterían la lengua hasta el tímpano, me susurrarían guarradas al oído.

Mientras yo podría sentir cerca de mí sus pollas, tiesas, duras y palpitantes, llamando a mi piel, acariciándome, dándome pollazos en el muslo.

Ellos me atarían a la cama y me vendarían los ojos, seguirían lamiéndome, chupandome, dándome mordisquitos inesperados. De repente me pondrían un glande en los labios, que yo besaría y lamería, mientras el otro me hacía un maravilloso cunnilinguus, ya deseado por mi hambriento coño. Me comería esa polla al mismo ritmo que sentía las lamidas, me aplicaría como una buena alumna, sin importarme quien me lame y a quién lamo. Me correría casi ahogándome con la polla de mi boca, que quitaría y llenaría con su lengua...

Me incorporaría, aún con los ojos vendados y me pondría a cabalgar a uno de ellos, mientras se la como al otro, estaríamos así un buen rato, hasta un orgasmito por lo menos (y van dos), y luego el de abajo me tumbaría sobre él, dejando que el otro empezase a lamerme el ano en circulitos, dilatándolo con el dedo e incorporándose más tarde a penetrarme por allí mientras seguimos follando. En esta doble penetración, podría tener un orgasmo de esos que casi me hacen perder el conocimiento (y van 3) y me tumbaría sobra la cama quitándome la venda, se pondrían uno a cada lado y se harían una paja mutua que acabarían derramando por el pecho de su satisfecha espectadora.


Sólo eso. Tampoco pido nada raro...no?

;-)

PS: Al infierno voy fijo...pero tú que te has leido esto tampoco te libras ...

21 septiembre 2005

¿Fantasía o realidad?

Me hace gracia leer y/o escuchar opiniones tan contrapuestas en relación a los artículos y relatos publicados en este blog.

Es cierto que empezó siendo un depósito de fantasías y relatos eróticos y parece ser que hemos derivado a contar experiencias personales de manera bastante cruda, cosa que incluso puede resultar de mal gusto para algun@s lectores. Otros sin embargo, me han dicho que dejaron de leer salidas porque era demasiado poético/romántico/fantástico y que les gustaba más leer cosas que sonaran reales.

Dentro de mi evolución en estos escritos, he de decir que al principio escribía de manera más "suave", en mis primeros escritos, jamás mencioné la palabra polla (y eso que todo empezó en un trío). Me releía y me parecía bastante artificial, no me acababa de convencer, quería contar cosas como yo las sentía, como yo se las contaría a alguien de confianza. En ese nuevo estilo me empecé a sentir más a gusto.

El 95% de mis posts son basados en experiencias reales, pero...¿Eso es realmente es importante?

Estoy satisfecha con mis textos, me gusta haber recibido alabanzas por correo o en comentarios, incluso críticas constructivas. Me gusta escribir, me gusta provocar sensaciones, me gusta que la gente se imagine lo que está leyendo, que lo sienta como propio e incluso que se excite.

No estoy aquí para ganar premios literarios, estoy para compartir mis fantasías y hacértelas llegar, siento si en ocasiones puedo resultar cruda, pero es mi manera de ser, puedo disfrazarla pero no me siento a gusto, no me representa.

El resto de las escritoras del blog, tienen su propio estilo, por eso cada lector puede encontrar en cada una su preferido. Estoy satisfecha de haber reunido a 4 tías que no se tiren de los pelos por un minuto de gloria en el mismo escenario. Estoy contenta con que cada día visite más gente este blog, con que lo enlacen y lo añadan a sus favoritos. Me encanta la cantidad de visitas que se reciben "en la sombra" y "el clan de los lujuriosos" (más o menos fieles) que se pasan por aquí.

Nunca llueve a gusto de todos.

¿Qué quieres...más carne o más especias?
¿Más realidad o más fantasía?

20 septiembre 2005

16000

Siempre me tocan a mi las cifras exactas!!
No está mal, chicas, tocamos a 4000 visitas cada una!!
Por si no te habías dado cuenta, este es un blog erótico-romántico, si encuentras el romanticismo, me lo cuentas.

Sexo Anal Masculino

Aunque sé que a muchos tíos no os mola un pelo siquiera pensar en meteros cosas por el culo, debéis saber que al igual que en el caso femenino, es otra gran fuente de placer que merece la pena no perderse.

Las fases de dilatación del ano, deben ser similares que en las chicas. Se puede tantear esa zona mientras se le hace una paja o una mamadita, con delicadeza, mojando la zona con saliva (o con la lengua directamente). La higiene es fundamental, si no nos cortará todo el rollo y mucho cuidado con las uñas, que podemos provocar heridas internas muy jodidas.

Se empezará a masajear el ano por fuera, en circulitos, abriéndose paso hacia adentro con cuidado y cariño mientras se está estimulando otra zona. (Lo ideal es estarle haciendo una jugosa mamada mientras él está tumbado en la cama y ella entre sus piernas, con lo cual podrá llegar con sus manos (o su boca) al ano y rozándole con las tetas la entrepierna, lo cual lo hará más excitante).

Si él pasa de estas cosas, lo notarás en seguida, porque cerrará "el chiringuito".

En una fase más avanzada de la excitación, se pueden realizar penetraciones con uno o dos dedos al ritmo que se está estimulando la polla. Para no hacer mucho daño, lo ideal es meter el dedo y moverlo de arriba abajo (no de dentro afuera)o en círculos, dará una sensación parecida y no es tan propenso a hacer heridas.

Pero lo que quería recomendar, son los rosarios de bolas de silicona como el de la foto.

Se van metiendo durante los juegos sexuales una bolita detrás de otra mientras se siguen estimulando otras zonas. Hay que introducir casi todo dentro, menos la última parte que agarraremos para realizar los movimientos.

Este juguete sí que se puede mover de adentro afuera sin peligro de arañazos ni desgarros, ya que es muy suave y muy cómodo. Aunque se pueden realizar todo tipo de juegos con él, el mejor de todos es que él lo tenga totalmente dentro, y realizar el movimiento de dentro afuera (sacando sólo un centímetro o dos, no toda la ristra!!)mientras se le hace una mamada, al mismo ritmo. Le encantará.

Como siempre, él tiene que quererlo hacer. No trates de convencerlo si ves claramente que no hay plan.

El mismo juguete para chica, se puede usar de la misma forma descrita anteriormente (sexo oral e introducida dentro). Una postura que da muchísimo gusto es follar mientras se tiene el rosario de bolas metido en el culo. A él le gusta porque siente el relieve de las bolitas en el metesaca y a nosotras porque al tener el culo "lleno", el canal vaginal se estrecha y todo se nota más.

Si no lo has probado, no lo puedes juzgar.

Más juguetitos!!!

PS: el CD de la foto no es de drivers, es para hacernos una idea del tamaño real ; D

Los polvos de mi vida.

Tengo 30 años.

Mi primera vez fue a los 17 años, entre los 17 y los 18 calculo que debí echar unos 30 polvos o así (sin casa, sin cama sin coche...morbosos polvos clandestinos en cualquier parte).

A los 18, mi novio tenía coche, tienda de campaña y estudiaba la misma carrera que yo, así que entre los 18 y los 23 calculo que debí echar, por lo menos 2 o 3 polvos cada fin de semana y durante la semana otros 2 o 3 entre clases y repasos, pongamos una media de 5 polvos semanales entre los 18 y los 23 hacen un total de 1300 polvos.

A los 23 años me emancipé y empecé a trabajar. Tenía cama pero llegaba cansada a casa. Mantuve el ranking de polvos de los fines de semana (sábado sabadete..) pero reduje los de la semana. Calculo que eché unos 4 polvos semanales durante los dos años que estuve en esa casa y en ese trabajo. Esto hacen 416 polvos.

A los 25 me cambié de ciudad, hasta los 26 y vivía con mi novio. Durante esa época calculo que subiría el ranking, a 5 polvos de media semanales durante ese año. Lo que hacen unos 260 polvos.

A los 26, me vine a Madrid y hasta hoy vivo con mi costillo, que pasó a ser legalmente mi marido. El ranking calculo que se ha mantenido o incluso ha subido, para ser realista, le puedo poner unos 5,5 polvos semanales en estos últimos 4 años, lo que hace un total de 1144 polvos.

Recopilando, desde los 17 hasta los 30 he echado unos 3150 polvos en estos 13 años, lo que hacen una media de 242 polvos anuales, lo que significa porcentualmente que aproximadamente cada 3 días he echado 2 polvos.

Cuando el diablo está ocioso, mata moscas con el rabo

¿Alguien da más? No vale hacer trampas.

El estudio continúa aquí

13 septiembre 2005

Juegos de manos

Dicen que la gente acaba perdiendo la pasión por su pareja habitual y que finalmente esa pasión se convierte en cariño...No sé si es que no han pasado las suficientes décadas para que me pase, pero mi chato me sigue poniendo a cien. Creo que lo fundamental para no pillar ese virus de la falta de líbido es la imaginación, los juegos, la creatividad y la pasión.

Desde luego únicamente con la postura del misionero, hace tiempo que nos habríamos mandao a tomar por saco del mismísimo aburrimiento, pero en (todo) este tiempo hemos ido descubriendo nuevos placeres, que nos hacen seguir deseándonos.

El otro día jugamos a ser novietes salidos. El se resistía a jugar al principio, por lo absurdo del juego (sabía que iba a follar de todas maneras), pero yo le intentaba poner en la situación (teníamos que ser una pareja de adolescentes salidos, estábamos calientes, pero no follabamos aún, así que tendríamos que hacer otras cosas). Estábamos vestidos con nuestros pijamas de verano, el mío de tirantes y con pantaloncitos anchos, sin ropa interior, a oscuras para concentrarnos en el cuerpo del otro solo con nuestro tacto, nuestro gusto, nuestro oído y nuestro olfato. Nos metíamos mano jugando a ser inocentes, intentando no tocar más allá de lo permitido por nuestra presunta edad. Nos acariciamos y nos besamos muchísimo. El intentaba bajarme los tirantes del pijama para tocarme las tetas y yo me hacía la estrecha, le dejaba tocar un poquito, un ratito y luego volvía a cubrirme.

Al final mientras se concentraba en besarme y en tocarme el culo bajo el pantalón, me bajé los tirantes por los lados sin que el lo supiera y cuando volvió a meterme mano, se encontró con las tetas al alcance de sus manos y de su boca y me siguió tocando y besando más excitado. Mientras, yo notaba su polla durísima debajo del short. Al no llevar calzoncillo, su polla levantaba la tela del pantalón y aún me gustaba más. Le masturbaba por encima del pantalón mientras él tocaba mi sexo con la tela- ya empapada- de por medio.

No me dí cuenta que yo me estaba follando su mano por encima del pantalón, moviendo mis caderas de atrás adelante mientras le seguía masturbando, al mismo ritmo, por encima de la tela. Estaba muy caliente.

Se la saqué y con este gesto tiré mi careta de niña inocente y seguí masturbándole mientras seguía follándome su mano, que ya mojaba sin telas.

Lo de masturbarme no me atrae demasiado, prefiero follar o pasar de sexo, pero él me estaba haciendo una gloriosa paja que no exigía nada más, yo me estaba follando literalmente su mano, de lado, insertada entre los labios. Con el cuerpo del pulgar me estaba frotando el clítoris, entre los labios gordos, hinchados y mojados. De atrás adelante, de la misma forma que cuando follamos cabalgándolo su polla me roza el clítoris.

Estaba a punto de correrme con aquella paja, mis gemidos se lo hacían saber, mis besos babosos sobre sus labios se lo estaban diciendo. Justo cuando estaba en el mejor momento, cuando ya sentía ese escalofrío en el bajo vientre, cuando ya estaba a punto de tener un orgasmo y mis piernas flaqueaban, noté que mi mano en su polla se mojaba y él se encogía tras haberse corrido mientras seguía totalmente entregado a mi paja y me besaba apasionadamente.

Justo en ese momento tuve un orgasmo precioso, maravilloso y genial....buenísimo. No follamos, no hicimos sexo oral, no nos penetramos...Fué cojonudo.

No sé cuando caducará nuestra pasión, pero de momento nuestros juegos sexuales son geniales.

12 septiembre 2005

Ultima planta

Cinco de la mañana camino a casa acompañada. La cama nos esperaba para follar.

En el ascensor en vez de pulsar el tercero, él pulsó la última planta, me levantó la camiseta, me desabrochó el sujetador y comenzó a besarme y a chuparme mientras el ascensor seguía subiendo. No me preocupé de que alguien pudiera llamar el ascensor, abrir la puerta y descubrirnos en pleno ataque lujurioso, posiblemente por la ingesta de alcohol.

Llegamos al noveno. Salimos del ascensor y subimos las escaleras que llevaban al cuarto de calderas. Allí seguimos besándonos mientras él ya me había desabrochado el pantalón y me estaba metiendo mano. Me estaba calentando muchísimo, deseaba agacharme y comerle aquello que me estaba palpitando en el muslo. Lo hice, me agaché ante él y saqué su polla del pantalón. Me la metí en la boca y comencé a chupársela con bastante babeo. Le oía gemir y eso aún me estaba calentando más. La tenía gordísima. El me cogió de la mano y me levantó, me puso apoyada contra la barandilla, me bajó los pantalones y comenzó a follarme desde atrás.

Yo intentaba morderme los labios para no gritar con sus embestidas, para no despertar a los vecinos con mis gemidos, finalmente me dió igual, ahogué un poco mis gemidos, no pude reprimirlos y los dejé caer por las escaleras. El siguió bastante rato, mientras me agarraba las tetas muy fuerte y me besaba el cuello. Me cogió por las caderas para acercarme más a él y penetrarme más profundamente.

Necesitaba follarle de frente, se lo estaba rogando entre gemidos, mientras él seguía follándome desde atrás y diciéndome obscenidades. Finalmente cedió, se sentó en el suelo y se bajó los pantalones. Yo me quité una bota y me bajé una pernera del pantalón y el tanga. Me senté sobre él y comencé a cabalgarlo. Siempre controlo mis movimientos, incluso borracha como estaba, podía llegar a buscar mi placer, con alcohol mis movimientos se vuelven más bruscos, más masculinos. Me lo follo con la fuerza de un tío. Lo cabalgué un buen rato, él me paró en un momento dado para no correrse, ralentizó mis movimientos y entonces la que gritaba obscenidades entre gemidos era yo: "necesito follarte, no pares, cabrón, necesito follarte..!!!". Sólo de recordarlo, me estoy poniendo malísima!!

Seguí follándole, tuve dos orgasmos cojonudos, en el segundo casi me caigo extenuada, pero resistí. Luego él me levantó y me puso de nuevo contra la barandilla.

Esta vez, con las piernas libres, podía separarlas más. Ambos sabíamos que tras muchas copas y un par de orgasmos, mi culo estaba preparadísimo para recibir su polla.

Me la metió poco a poco, mojada con mi propio flujo. Al principio me resistí, cosa que a él le encanta, y luego ya me dejé hacer. Al principio iba despacito, hasta haberse creado un canal amplio que pudiera ser cómodo para los dos. Luego aceleró sus movimientos, como cuando me follaba un rato antes. Me acariciaba el clítoris empalmado entre mis labios hinchados y encarnados al mismo ritmo que me la estaba metiendo. Mis gemidos de placer se convirtieron en gritos. Finalmente acabó corriéndose dentro de mí mientras gemía profundamente.

Vaya polvazo. Menuda borrachera. Me subí los pantalones y nos fuimos a casita, dormimos acurrucados y cansados. Al día siguiente busqué el tanga, pero no estaba en casa. Recordé haberme puesto el pantalón y notar el tanga suelto por una pernera. Supongo que se cayó en alguna parte...

MORALEJA:
Aunque tengas cama, hay que jugar con el morbo de otros lugares presuntamente incómodos.

REFLEXION:
Vale para tod@s: A veces nos cortamos con los gemidos, los gritos, los ruidos que quieren salir de nuestra garganta. No hay nada más sexy y más excitante que soltarlos y gemir, rogar y susurrar que te hagan las cositas obscenas que estás deseando. Te pondrás y le pondrás a cien.

Al final del pasillo

Me desperté. Sin abrir los ojos sentí el intenso dolor de cabeza.
Con esfuerzo, recordé la noche anterior.
Como siempre, bebimos demasiado.
Teníamos una reunión de amigos, habíamos quedado mi novio Antonio, su compañero de piso Salva, y una pareja más. Celebrábamos… ¡una excusa para juntarnos!
Llegamos a casa con demasiadas copas de más, y, yo cómo de costumbre, estaba con muchas ganas de “jugar” con Antonio. El alcohol me despierta el sexo, la imaginación y sobre todo las ganas de sentir dentro de mi un gran orgasmo. Y para eso, Antonio es único.
Torpemente, y con abundantes traspiés, le seguí hasta su cuarto, despidiéndonos del también borracho Salva que se dirigió a su cuarto. Nada más llegar a la habitación, Antonio se desplomó sobre la cama, roncando inmediatamente. Yo le miré, con gran cabreo. Estaba caliente y con unas ganas de follar que me superaban. Me resultaba imposible dormirme, así que, le miré y pensé: “Bueno, tu te lo pierdes”.
Salí de la habitación dispuesta a seguir la juerga aunque fuera yo sola. Vi al final del pasillo de luz de la habitación de Salva encendida. Me acerqué sigilosamente, no sabía si mi cabeza hervía por el alcohol ingerido o por lo que se me estaba ocurriendo, paso a paso, fui quitándome la ropa… primero la falda, dejándola en mitad del pasillo, y después la blusa, quedándome en ropa interior. Llegué a la puerta de Salva. Estaba tumbado en la cama. Con los ojos abiertos. Me miró. Y sus ojos se encendieron de deseo.
Me acerqué despacio, y me tumbé con el en la cama, recostada. El paseó sus ojos por cada rincón de mi cuerpo, mientras me acariciaba, despacio, como si no llegara a creer lo que estaba sucediendo. Siguió acariciándome, siguiendo cada caricia por un beso, pequeño, dulce, suave. Sus manos desabrocharon el sujetador, dejando mis pequeños pechos erguidos, excitados, al descubierto. Se acercó y comenzó a besarlos, chuparlos, cogerlos con sus manos, primero despacio, luego más deprisa, apretujándolos uno contra otro. Mi cuerpo acompañaba a su deseo, y mis manos se deslizaron por todo su cuerpo, recorriéndolo, y comprobando lo excitado que estaba. Tenía su polla enorme, mojando el calzoncillo y gritando salir de allí para introducirse dentro de mi.
Nos quitamos toda la ropa, y seguimos besándonos, la noche se hizo deliciosa…

Lo recordé todo, abrí los ojos, y miré a mi alrededor. Seguía en la habitación de Salva. Tres condones usados se encontraban en el suelo. Salva, desnudo, como yo, a mi lado. Mi cuerpo estaba estremecido, por la pasión de la noche, por el placer que había tenido durante toda la noche.
Lentamente, me levanté. Recogí mi ropa interior de la habitación, recorrí el pasillo, recogiendo la falda y la blusa… y entré en la habitación de Antonio.
Seguía durmiendo, dejé la ropa en la silla, y me tumbé a su lado.
Ni siquiera se dio cuenta. Me abrazó instintivamente, y me dejé acurrucar.
Salva todavía trotaba sobre mi, sentía su olor y su sabor sobre mis labios, recordaba su polla en mi boca, tan buena, tan rica y tan dura. Sentía todavía su deseo, por mi cuerpo, por sorber cada poro de mi.
Miré de nuevo a Antonio, y le desperté. Somnoliento, abrió los ojos, descubriendo mi mirada de deseo por el. Hicimos el amor, tenía que quitarme ese olor y sabor de Salva… porque si no… me penetraría, inundaría mis sentidos, y… no querría estar con Antonio nunca más…

01 septiembre 2005

Sexy69

Cibersexo


La primera vez que entré a un chat buscando cibersexo fue por simple curiosidad, no me creía las maravillas que contaban mis amigas a cerca del jueguecito, me resultaba casi imposible excitarme leyendo lo que me escribía dios sabe quien (lo mismo podía ser un anciano de 90 años que un chavalete de 14). Bueno la cosa es que entré al chat con el nick “Sexy69” y no había pasado ni un minuto cuando tenía un montón de privados abiertos; leí la primera frase de cada uno y me quedé con los dos que me parecieron más sugerentes.

Yo nunca he sido demasiado tímida así que cuando “ChicoXXX” me preguntó
-“¿qué quieres que te haga?” no tuve inconveniente en decirle que volviese a leer mi nick.
Decidí jugármelo todo a una carta, y le cerré privado a “superpollón”. Estaba sola con ChicoXXX y tenía muchísima curiosidad por saber qué iba a pasar así que le dije que fuese al grano.

- ¿qué llevas puesto?
- una falda a media rodilla y camisa rosa (estaba decidida a escribir lo menos posible, quería ponérselo difícil)
- No, me refiero a que tipo de ropa interior llevas
- Un conjunto blanco de tanga y sujetador
- ¿llevas medias?
- si
- déjatelas si son de liga, si no quítatelas. Quítate también el tanga

Aún no sé por qué le obedecí pero el caso es que me quité el tanga (llevaba medias de liga así que debía seguir con ellas puestas)

- ¿ya?
- si
- bueno pues ahora relájate y solo lee, no me escribas nada hasta que estés a punto de correrte

Me hizo gracia su osadía, con sólo quitarme el tanga ya pensaba que iba a darme un orgasmo. Je je, me senté de nuevo en la silla y me dispuse a leer con atención, aquello prometía.......

- me acerco por detrás y te beso el cuello; un beso largo, muy largo, dejo que sientas mi aliento sobre tu nuca, echas la cabeza a un lado y aprovecho para volver a besarte el cuello, esta vez dejando que sientas mi lengua.......

Reconozco que aquello estaba empezando a gustarme

- ....dejo de besarte y te agarro fuertemente las tetas desde atrás, te las aprieto, te las junto, te las levanto, las muevo en círculos........ vuelvo a besarte la nuca y advierto que tu piel se está empezando a erizar.......

- giro tu silla de forma que quedemos cara a cara y me pongo de rodillas en el suelo, te desabrocho la blusa botón por botón y mientras te beso en los labios te desabrocho el sujetador. Ahora que tus pechos son libres puedo jugar con tus pezones.......empiezo a pasear mi lengua alrededor suyo, sin llegar nunca a tocarlos. Se ponen duros, su color es más oscuro cada vez, parece que palpitan, me piden que los muerda pero

A estas alturas tengo que reconocer que estaba bastante excitada, mi piel también se erizaba por momentos y el corazón había empezado a latir más aprisa de la cuenta. Quería que siguiese

- en vez de eso vuelvo a agarrártelas con fuerza, te hago daño y dejas escapar un suave gemido que me excita más que otra cosa. Me alejo de ti y vuelvo a cogértelas con fuerza.... otro gemido...... te subo la falda hasta dejártela enrollada a la cintura y te bajo las medias una a una hasta por encima de la rodilla. Tus piernas se abren involuntariamente y veo ante mi tu sexo completamente depilado.

Chico XXX me pregunta que qué tal voy, y yo haciéndome la dura le contesto que “pssss” que así no vamos a acabar nunca. Me contesta que lo mejor está por llegar y que vuelva a ponerme cómoda.

- te beso las piernas, la cara interna de los muslos; mis manos están en tu pecho, tocándote, amasándote como si fueses harina. Sigo besándote las ingles......cada vez me acerco más a tu centro de placer pero quiero posponerlo todo lo posible. Empiezo a pasear mi lengua por tus muslos, de arriba abajo, una y otra vez. Chupo tu monte de venus, vuelvo a tus ingles.... mis manos abandonan tu pecho y van bajando poco a poco en busca de mi lengua. Estás excitada así que te meto dos dedos sin problema. Empiezas a gemir y a moverte muy despacio, dejo de mover mis dedos y entonces incrementas el ritmo de tus caderas. Te meto otro dedo.......

- estate quieta o no sigo

La verdad es que si hubiese parado en aquel punto me hubiese dado algo. Realmente estaba disfrutando, me lo estaba pasando de maravilla y sin tocarme ( eso sí, estaba tan húmeda como describía XXX)

- muy bien, ahora dime si te gusta esto......te estoy chupando el clítoris, hago circulitos a su alrededor y luego lo chupo a él.....sigo chupándote en línea recta y llego hasta la entrada de la vagina, estás muy húmeda..... te meto la lengua mientras con un dedo te rozo el clítoris.


- vuelvo a chuparte el clítoris y te follo con mis dedos. Si.....si, dime que te gusta, dime que te está gustando lo que te estoy haciendo.

- Te revuelves en tu silla tratando de no hacer demasiado ruido pero a medida que incremento el ritmo de mis movimientos buco-manuales, te corres y no puedes disimular.....Me tiras del pelo con furia mientras de retuerces de placer.......

XXX me pregunta si me ha gustado, y yo incapaz de seguir en mi papel de mujer de hielo por más tiempo le digo que ha sido estupendo. Nos intercambiamos las direcciones y ahora “nos lo pasamos muy bien juntos” en el messenger. No sé si tiene 15 años o 90 pero os aseguro que me da igual.

El polvo de Bolonia

En general lo de follar en el mar me gusta bastante. No sé si es por la sensación de ingravidez que produce el agua, o por la humedad, o por la sensación de sentirme observada por la gente que se está bañando a mi alrededor.

El otro día no fué distinto, el agua estaba helada, lo cual me puso los pezones de punta, me dejé abrazar por él, que parecía no afectarle el frío. Ya tenía su juguetito delante de mí, listo para nuestros juegos. Me bajé el bikini y le abracé con mis piernas hasta que me penetró.

El agua nos cubría hasta el cuello, pero de vez en cuando el oleaje dejaba mostrar nuestros hombros y nuestro pecho. Y lo que era peor, el movimiento de nuestros folleteos.

Le miraba a la cara y ponía esa cara entre placer y disimulo (que no se note que me lo estoy pasando de puta madre). El agua favorece que los movimientos sean más rápidos, más húmedos. Casi se puede notar el agua calentándose por la fricción. Cuando llega mi momento, intento disimular la cara de placer, intento suavizar mis movimientos...Claro, esto pasa hasta que desconecto, le pido "corre, cabrón, dale más fuerte!!", sin importarme si me oyen, me ven, me miran...me la suda.

Cuando todo acaba, echo la cabeza para atrás aún abrazada a su cuello, con la cara de placer contenido y los ojos cerrados. El mundo deja de existir.

Si no lo has probado, te lo recomiendo.

PS: Efectos secundarios: disimular abrazados y esperar a que "aquello baje" para salir juntos del agua y el chorreo posterior de agua por el chirri debido al bombeo anterior..Aún así, vale la pena.