12 enero 2013

Novatos en el swinging (part III)

Haciendo memoria (dentro de lo que se puede..) y tras las anteriores experiencias. Me cuesta trabajo recordar cual fue la tercera visita a un local swinger. Creo que fuímos solos mi pareja y yo, pero no acabamos haciendo nada con nadie, aunque esta vez sí que nos despelotamos, nos bañamos en la piscina y acabamos follando desinhibidamente en una de las camas que hay cerca de los barrotes de la entrada. Tengo una pésima memoria y además bastante selectiva, por lo que tengo grabada con más intensidad lo que pasó la segunda vez que fuímos con nuestros amigos.

Esa vez ya íbamos como los reyes del mambo por el garito, sin "tonterías jijijaja",  directamente nos fuímos a despelotar a los vestuarios y subimos únicamente con la toalla a tomarnos una copa a la barra. Estuvimos comentando los cuatro experiencias anteriores, más interesante por parte de nuestros amigos que tras su bautizo swinger, habían emprendido una carrera lujuriosa, que deja mis experiencias a la altura del betún, tanto en la cantidad de encuentros como de locales recorridos por todo el mundo (sí, también internacionales...)

Nos metimos en la piscina y empezamos a liarnos, cada oveja con su pareja. Aunque hacía bastante frío, recuerdo que había mucha gente dentro, muchas parejitas y muy apetecibles, la verdad. Os recuerdo que salvo algunos lascivos tocamientos con nuestra pareja amiga, no habíamos siquiera hablado con otras parejas, hasta este día, claro....

Como ya he comentado anteriormente, es recomendable no follarse a otras parejas amigas, ya que luego es fácil que interfiera tu vida sodomitagomorrense con la vida normal, lo cual es un riesgo a evitar. Dentro de nuestra estupidez innata (de nuevo fuimos con amigos a un local de intercambio...) , intentamos mantener las distancias (dentro de lo deseable/posible) con nuestros amigos. La manera curiosa que surgió fue acercarnos a otras parejas, aprovechando la desnudez y el calor (metafórico!!) del agua de la piscina. Se dió una circunstancia bastante rara: en la esquina había dos parejitas de chicos y chicas bastante guapos/as. Se estaban enrollando las tías (morreando de manera bastante sexual), mientras estaban sentadas una al lado de la otra, en el banquito dentro de la piscina. Delante de ellas estaba la pareja de cada una (supongo) y mientras ellas se besaban, ellos les metían mano de manera indistinta, mientras ellas les masturbaban. Era una escena bastante erótica, me gustó mucho, tanto tanto tanto que quise participar. Nos fuímos acercando de manera sigilosa a ellos, nos sentamos al lado y uno de los tíos empezó a interesarse por mí. Al contrario que otras veces, esta vez no le rechacé. Mientras tanto me comencé a besar con la tía, que me buscaba la boca. Después de un breve pero intenso "morreo bollero" con ésta y con su amiga (esto lo recuerdo en una nebulosa, como toda la experiencia en sí..). Empezó a haber un cruce de manos y rozamientos (entre ellos los chicos SI que había distancia..jajajaj), de tal manera que acabamos "cruzados" (yo con el chico) y mi pareja con la chica.

El chaval tendría unos 27/30 años, no lo sabría decir. Tenía el cuerpo bastante torneado aunque poco peludo para mi gusto. Iba bien calzado: era largo estándar pero bastante gorda y dura como una piedra. Aparte de meternos mano y masturbarnos como dos adolescentes salidos en un callejón oscuro, de repente me encontré en una de las posiciones mas sexuales que recuerdo: El estaba de pie en la piscina (cubre aproximadamente hasta las axilas), yo delante de él, con mi culo apoyado en su muslo. La mano derecha en su polla, haciéndole un trabajito manual que él parecía disfrutar y mientras tanto, yo me derretía en su mano pajeadora. Podía notar lo cachondísima y mojadísima que estaba a pesar del intoxicante cloro de la piscina, pero por si mi propio sentir no fuera suficiente, tenía al tío pegado a mi oreja, dándome bocaditos en el cuello y diciéndome cerdadas al oído: "mmm.. qué coñito más jugoso... déjame que te lo coma.... me estás poniendo...mmmm"... qué cabrón!! Sólo rememorar esas palabras quemando mi oreja, me pongo mala....

No tengo ni idea de cuánto duró esto. Sólo sé que después de tanta fricción acabé corriéndome varias veces en su mano, podía notar hasta mi coño palpitando y tuve que pedirle que bajara la marcha...(creía que me desmayaba allí mismo...!!) ... El también se corrió, pero yo debía estar demasiado concentrada, porque le seguí dando caña sin darme cuenta (Hasta que me pidió que parara...jajaja)... Como íbamos a destiempo con los orgasmos, seguimos jugando un rato.. cuando me quise dar cuenta, el colega se había puesto un condón!!!! Aluciné... ¿cómo coño lo hizo?¿cuándo?? si no recuerdo que me quitara la mano de encima.. ¿se lo puso con una mano?... No sé, el caso es que aunque yo estaba caliente como una cafetera italiana, no me sentía preparada para dar este paso, especialmente porque así lo había consensuado con mi pareja (nada de follar con extraños de momento)! Así que lo rechacé amablemente y no pasó nada más.

El chico se llamaba Toni (o Tommy?), porque así le llamó su pareja, no recuerdo mucho más de él. Sólo que me encantó compartir ese momento tan sexual.

Por si no lo recuerdas, al principio del relato, veníamos con amigos a este local... Pues ellos estuvieron allí cerca, disfrutando del espectáculo. Claro, luego vinieron las preguntas, puesto que parecíamos unos "expertos" en el tema de los encuentros sexuales, como que los tuviéramos engañados antes con nuestra "virginalidad"...ya ves tú... nos costó convencerlos de que nunca antes nos había pasado algo así... y era cierto!!

Mira que he hecho tonterías y locuras en mi vida, pero nunca me he liado (aunque sea así de light) con un tío de una manera tan primaria y tan loca, sin conocerlo de nada, no sabía ni su nombre ni nada de él, y lo mejor de todo, me importaba un pimiento...

3 comentarios:

coco dijo...

Laceciiiiii, estás viva!!! (yo, vágamente, también)

Sex Shop dijo...

Muy buenooooo!!!!!!!

Aires dijo...

Me ha gustado cómo lo cuentas!