Nunca me había fijado en tíos que me sacaban 10 años (o mas?), claro esto fue antes de que uno que me llevaba 11 me hiciera una comidita estupenda (y no hablo de alimentos).... juas
El caso es que me llamó la atención tras las dos o tres charlas de negocios que tuvimos previas a empezar a desvariar con algún comentario picante incrustado en nuestras reuniones de trabajo. Es un tipo alto, atractivo, con el pelo cano, elegante y caballero, un cachondo mental con la neurona rápida que me pone y me inspira a fantasear en comerle la polla sin darle tiempo a bajarse los pantalones del traje.
Y es que aquel día que repasábamos una puta hoja excel que no tenía ningún interés, olía su perfume y me preguntaba si gemiría o sería más bien silencioso follando, prefería que gimiera de placer y me nombrara con la voz rota de vicio, que me lamiera, que me mordiera y me apretara fuerte contra su cuerpo.
¿Será más de montar o de ser montado? En todo caso no le iba a dar opción, puesto que yo soy la que cabalgo y llevo el ritmo, te iba a gustar de todas formas porque me ibas a coger las tetas con vicio y a hincármela hasta el fondo hasta que me corriera y notaras totalmente baboso y empapado mi coño abrazando tu polla, aún palpitante.
Pues no, ahora que lo dices, no me inspiras nada de nada.
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