20 junio 2006

Un poco de agua...

La del flequillo rojo ya no está delante de mí. Primero se fue a un proyecto, fuera de la oficina. Luego se ha ido de vacaciones. No puedo negar que la echo de menos. Sin ir más lejos, la semana pasada soñé con ella. Fue un sueño caliente, cómo no. El sueño fue lo que me hubiera gustado que pasara cuando acabó la reunión de empresa del año pasado, cuando lo pasamos tan bien juntos y acabamos con un globo descomunal. Nos acercábamos mucho, cada vez más, hablábamos sentados encima de un sofá granate, viejo, de imitación de piel. Yo estaba sentado en la parte de la derecha, y ella a mi izquierda, pero mirándonos cara a cara. En una de las pausas nos acercamos los dos, mareados, no fue ella, no fui yo, fue casualidad, los dos a la vez, una agradable casualidad que nos detuvo a un centímetro el uno del otro.

Olía su aliento caliente y ahogado en ron, miraba sus labios, y ella me observaba nerviosa. Los dos estamos casados y nos respetamos mucho, y respetamos lo del otro, pero esto era demasiado. Ahora habíamos llegado muy lejos. Sólo el hecho de esperar tanto rato, a un centímetro, nos hizo darnos cuenta que todo lo demás, ahora, no importaba. La miraba a los ojos, y de nuevo los labios. La situación se enfrió y conseguimos separarnos, muy despacio. Y al separarse me vino el olor a su perfume, olor a fruta roja madura, como un vino embriagador. Necesité ese sabor en mi boca y besé su cuello mientras ella suspiraba, sujetó mi nuca, intentando separarme sin fuerza, sin quererlo, y desistió. Movió mi cuello con su mano y yo mi boca a su boca y nos mezclamos en un beso caliente, húmedo y carnoso. No esperaba que besase tan bien, que me gustase tanto, y ella tampoco.

Tardamos muy poco en hacer desaparecer todo lo que nos rodeaba, sólo estaba ella, mi polla muy dura, mi boca comiéndose su boca, mis manos buscando su piel caliente, su cara sonrojada, nuestros cuerpos desnudándose, mis dedos hurgando su coño demasiado caliente... Y sin posibilidad de parar aquello su cintura buscó la mía y le metí la polla muy adentro, completamente. Pensaba que iba a correrme ya, pero ella estaba tan mojada que pude soportar el roce. Nos abrazamos muy fuerte, ella estaba a horcajadas sobre mi polla y yo sentado, no parábamos de besarnos. Estaba disfrutando de aquel momento frambuesa con toda la intensidad. Sólo ella se movía, como poseída, mientras mi boca y mis manos disfrutaban de su boca y sus tetas, y mientras eso pasaba empezó a correrse, gimió más fuerte arqueándose hacia atrás, yo la sostenía, siguió
corriéndose mientras escapaba de mis brazos y caía hacia atrás. Vi su piel blanca, su vello púbico oscuro, y un coño encendido en fuego y mojado tragándose mi polla, y lo acaricié con mi dedo gordo cuando su espalda alcanzó el sofá y mi polla estaba forzada. Entre sus labios había un clítoris muy grueso e inflamado que la hizo retomar sus gemidos mientras volvía a subir en su orgasmo casi exhausta, moviéndose a convulsiones, y en una de esas no pude contener tanto placer. Saqué la polla antes de correrme y derramé el primer impulso de semen por su vientre y tetas, agarró mi polla y mientras me seguía corriendo se la metió en su boca, dándome un orgasmo largo, intenso y multicolor. Cuando terminamos, nos limpiamos en silencio y nos dijimos que hacía tiempo que lo deseábamos pero que no podía ser. No podía volver a ocurrir.

Me desperté con una erección casi dolorosa. Miré a mi mujer, que dormía. Me pregunté porqué me pasaba aquello si quiero y me gusta la mujer que tengo a mi lado, si he terminado con mis intentos de infidelidad. Pero no puedo negar que echo de menos a la del flequillo rojo. Pienso en ella cada día. Es un deseo de sexo imposible.

Escrito por Agua, el blog del gen masculino

6 comentarios:

Funny Blondie dijo...

Benditas fantasias con gente conocida, y benditos deseos de "sexo imposible".... ainss.... (sonrisa guarrilla)....

laceci dijo...

Agüita se echan de menos tus guarradas... lástima que suicidaras el blog... snif... ^_^

Anónimo dijo...

No existe el sexo imposible.....

ALOMA69 dijo...

A Agua si lee esto: podrías seguir escribiendo como vía de escape y ser fiel, es sólo una egoísta sugerencia para
beneficiarnos de tus historias.

Un saludo!

Unknown dijo...

Existe todo, Maps.

R dijo...

bueno, de vez en cuando me apetece escribir algo, pero paso de tener un blog muerto escribiendo una vez ¿al mes?

besos desos

gracias lececi !