La regla y el compás

Tengo la regla. No suelo estar dolorida y si lo estoy, un buen polvo siempre lo arregla. Sin embargo, el gran efecto secundario es el pedazo calentón que pillo. En esos días sólo pienso en follar, estoy más agresiva y noto mis sentidos más alerta. Esta mañana notaba el perfume masculino de mi compañero y me estaba poniendo mala.

El sexo con la regla es de lo mejorcito, estoy mucho más salida, más mojada, más caliente, mis mamadas son perfectas y los polvos son húmedos, profundos y geniales. Me convierto en la dama más salida de la región. Los orgasmos son de los de gritar y repetir dos minutos más tarde. Pero el gran problema es que es un sexo bastante sucio e incómodo. O bien cubro la cama de toallas, o nos vamos a la ducha o a la bañera, pero es una guarrería :(

He llegado a casita al mediodía y he empezado a meterle mano y a pedirle que me follara encima de la mesa de la cocina. No habíamos comido nada y además estábamos esperando a que viniera el fontanero. Mi chato se resistía, pero he seguido metiéndole mano, besándole y haciéndole declaraciones totalmente obscenas mientras él ponía la comida en el microondas e intentaba evitar que le bajara los pantalones. Objetivamente no era el mejor momento, pero mi líbido estaba por las nubes y mi cerebro lógico desconectado.

He conseguido tocarle por encima del paquete y le he notado la polla dando "señales de vida", he sentido como aplaudían mis labios mayores y he imaginado el polvazo encima de la mesa. De repente...

...han llamado al timbre.

Mierda! Y desde entonces, aún sigue el fontanero en casa!!

Luego no habrá piedad. Será en la mesa.