10 enero 2013

Novatos en el swinging (part II)

Tras la primera experiencia en el mundo swinger (primera experiencia práctica, de teórica ya teníamos nivelazo!!) , hubo una segunda vez. Esta vez la motivación vino de un "¿a que no?" con una pareja amiga, después de unas cuantas copas y charla calentorra.

Un kit kat: Dentro de las lecciones aprendidas en los "seminarios" recibidos hace años sobre el mundo swinger, recuerdo haber escuchado el consejo: "nunca con amigos", cosa que puede resultar llamativa al principio, pero que después de ciertos experimentos en los que no voy a profundizar ahora, hay que mantener a rajatabla. Teóricamente suena genial tener una pareja de "follamigos", con los cuales compartir prácticamente todo, pero hay que tener en cuenta que es facil trasladar y confundir el "estar allí" (en el local de intercambio) con el "estar aquí": de copas, en reunión con otros amigos, haciendo recados o incluso trabajando. ¿Cuándo estamos en modo ángel o en modo diablo? Eso se puede controlar? ¿podemos controlar los deseos de otras personas? ¿Y si traspasamos la barrera del deseo sexual y se ponen en juego sentimientos?... jodido asunto..

Bueno, tras esta disertación, vamos a lo que iba. Llegamos a la puerta con esta pareja de amigos y tres de nosotros bastante "iluminados por san gin tonic". Nada más llegar (esta vez íbamos de "Maestros Jedi"), nos volvieron a enseñar el local (mucho más divertido este tour con el peso de la experiencia..jaja), luego nos tomamos una copa (sí, otra más..) en la barra, donde había bastante gente únicamente ataviados con la toallita.

Mi amiga tuvo un interés irrefrenable por ir a despelotarse y meterse al jacuzzi. Le acompañé gustosamente al vestuario, nos desnudamos, hicimos unos cuantos amigos jijijaja y nos fuímos a reunirnos con nuestras parejas. Ambos dos estaban bastante pavisosos, uno por el corte de la primera vez y el otro por la "timidez del conductor" que da la falta de copas. Nos sentamos con ellos y nos dedicamos básicamente a comentar las jugadas que veíamos.

Ese día era más tarde que la primera vez, no había tantos tíos solos y recuerdo que me sorprendió ver muchas parejas y bastante atractivas. Después de tanto tiempo juntos, sé perfectamente el tipo de tía que le pone palote a mi chico, estuve valorando varias parejas, pero seguía sin ser el día ni ver la ocasión de comenzar la conversación de protocolo en estos sitios.

Otro kit kat: hace 6 años o así conocimos por internet a una pareja muy aficionada y experta del swinging, incluso quedamos con ellos y nos contaron todo lo que había que saber sobre el asunto, aunque nunca llegamos a hacer nada en todo este tiempo, pero nos seguía picando el gusanillo. Ellos nos contaron la típica conversación que se establece con una pareja con la que deseas follar. Una vez hechas las oportunas presentaciones, se supone que hay que hablar para "negociar" qué se puede y no se puede hacer (oral, anal, besos, bisex...)... Lo cierto es que así de repente suena muy fuerte hasta para mí que no soy de mentalidad bastante liberal...  Pero es la forma de establecer las normas y los límites que no pueden ser sobrepasados. Como digo, esto es lo que nos contaron, porque personalmente no lo he experimentado así, me han pasado cosas más extrañas aunque asombrosamente naturales en su gestación...

Lo cierto es que ese día no hablamos con otras parejas. Nos enrollamos cada uno con nuestra pareja, desnudas sólo las chicas, y tumbados muy cerca de la pareja de amigos, lo cual dio ocasión a ciertos rocecillos interesantes, pero sin demasiado que rememorar. De nuevo se repitieron escenas de tíos interesados en participar, pero tampoco hubo rollo con ajenos.

Lo mejor de este día es haberlo podido comentar a posteriori con estos amigos. Esta pareja, recuerda aquel día como su entrada al paraíso de Sodoma y Gomorra, agradeciéndonos siempre que coincidimos el haberles "apadrinado" aquel día.

Lección aprendida:  con esta pareja tenemos otros amigos en común, que no necesariamente deberían conocer (ni siquiera estar interesados) de este tipo de actividades....Sin embargo, aunque cada uno podemos controlar lo que contamos (especialmente sin ponerles nombre!!) , ya es más difícil controlar lo que otros/as cuentan de las propias experiencias.... En fin.. lo cierto es que no me importa demasiado, no me averguenzo en absoluto de haber ido a ese tipo de sitios. Puedo afirmar que ha resultado, además de una experiencia gratificante, una manera de echar algo de leña fresca a nuestras relaciones sexuales. Es increíblemente excitante pedirle a tu pareja que te folle pensando en tal o cual recuerdo / persona / experiencia sin necesidad de andar "fantaseando a escondidas" como si fuera pecado..

Amen!

No hay comentarios: