Dicen que la gente acaba perdiendo la pasión por su pareja habitual y que finalmente esa pasión se convierte en cariño...No sé si es que no han pasado las suficientes décadas para que me pase, pero mi chato me sigue poniendo a cien. Creo que lo fundamental para no pillar ese virus de la falta de líbido es la imaginación, los juegos, la creatividad y la pasión.
Desde luego únicamente con la postura del misionero, hace tiempo que nos habríamos mandao a tomar por saco del mismísimo aburrimiento, pero en (todo) este tiempo hemos ido descubriendo nuevos placeres, que nos hacen seguir deseándonos.
El otro día jugamos a ser novietes salidos. El se resistía a jugar al principio, por lo absurdo del juego (sabía que iba a follar de todas maneras), pero yo le intentaba poner en la situación (teníamos que ser una pareja de adolescentes salidos, estábamos calientes, pero no follabamos aún, así que tendríamos que hacer otras cosas). Estábamos vestidos con nuestros pijamas de verano, el mío de tirantes y con pantaloncitos anchos, sin ropa interior, a oscuras para concentrarnos en el cuerpo del otro solo con nuestro tacto, nuestro gusto, nuestro oído y nuestro olfato. Nos metíamos mano jugando a ser inocentes, intentando no tocar más allá de lo permitido por nuestra presunta edad. Nos acariciamos y nos besamos muchísimo. El intentaba bajarme los tirantes del pijama para tocarme las tetas y yo me hacía la estrecha, le dejaba tocar un poquito, un ratito y luego volvía a cubrirme.
Al final mientras se concentraba en besarme y en tocarme el culo bajo el pantalón, me bajé los tirantes por los lados sin que el lo supiera y cuando volvió a meterme mano, se encontró con las tetas al alcance de sus manos y de su boca y me siguió tocando y besando más excitado. Mientras, yo notaba su polla durísima debajo del short. Al no llevar calzoncillo, su polla levantaba la tela del pantalón y aún me gustaba más. Le masturbaba por encima del pantalón mientras él tocaba mi sexo con la tela- ya empapada- de por medio.
No me dí cuenta que yo me estaba follando su mano por encima del pantalón, moviendo mis caderas de atrás adelante mientras le seguía masturbando, al mismo ritmo, por encima de la tela. Estaba muy caliente.
Se la saqué y con este gesto tiré mi careta de niña inocente y seguí masturbándole mientras seguía follándome su mano, que ya mojaba sin telas.
Lo de masturbarme no me atrae demasiado, prefiero follar o pasar de sexo, pero él me estaba haciendo una gloriosa paja que no exigía nada más, yo me estaba follando literalmente su mano, de lado, insertada entre los labios. Con el cuerpo del pulgar me estaba frotando el clítoris, entre los labios gordos, hinchados y mojados. De atrás adelante, de la misma forma que cuando follamos cabalgándolo su polla me roza el clítoris.
Estaba a punto de correrme con aquella paja, mis gemidos se lo hacían saber, mis besos babosos sobre sus labios se lo estaban diciendo. Justo cuando estaba en el mejor momento, cuando ya sentía ese escalofrío en el bajo vientre, cuando ya estaba a punto de tener un orgasmo y mis piernas flaqueaban, noté que mi mano en su polla se mojaba y él se encogía tras haberse corrido mientras seguía totalmente entregado a mi paja y me besaba apasionadamente.
Justo en ese momento tuve un orgasmo precioso, maravilloso y genial....buenísimo. No follamos, no hicimos sexo oral, no nos penetramos...Fué cojonudo.
No sé cuando caducará nuestra pasión, pero de momento nuestros juegos sexuales son geniales.
11 comentarios:
Mmmm.... a veces no hay que hacer nada kmás. Una buena paja puede ser genial, y mas con la fantasía que le pones.
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El sexo y la pasion estan muy muy muy metidos en la cabeza.
Mientras vuestros cocos funcionen, el resto ira todo sobre ruedas.
Click
Cabeza, cabeza y cabeza... Click da en el clavo. Todo está en el coco. Así tengo yo el mio, como una batidora...
Besos Húmedos
desde que me fui a vivir con mi novio, el miedo de esos rumores de cariño en cambio de pasión, se instalaron en nuestra vida. Teniamos (y tenemos) una vida sexual estupenda, activa y realmente excitante. Ninguno de los dos qería perder semejante privilegio, jamás antes experimentado con parejas anteriores. Asi que pactamos cultivar cada día nuestra pasión. y tal como dice LACECI, recurrimos a la imaginación, q como suele decir es el mejor afroisiaco. Sin lugar a dudas funciona... dentro de diez años les digo como vamos... ;)Por ahora no necesitamos mas que nuestras pieles deseosas y nuestras eternas fanatasias....
También pienso que es fundamental la imaginación para mantener la relación en la pareja. Pero me pregunto ¿porqué será tan necesaria? ¿Tan mala es la realidad que tenemos que echar a volar para pasarlo bien?
Tal vez simplemente estemos "programados" para buscar esa variedad de situaciones, para hacer que nuestro sexo sea mejor, para aumentar la diversidad genética de nuestra descendencia y maximizar las probabilidades de supervivencia de nuestro gen. Así la imaginación supliría la necesidad de realizar esas situaciones y podríamos artificialmente o antinaturalmente mantener nuestra pareja.
¿Sería mejor si todas las fantasías las realizásemos? Pues no, por lo menos no para mí. Realizarlas tiene ese factor de riesgo que hace que la excitación sea mayor, pero a veces, o muy a menudo, las cosas salen mal.
PD: el gen me va saliendo poco a poco...
En algunas ocasiones muy puntuales, se disfruta y es más excitante una masturbación mutua que una penetración...a la vista está ;)
Maravilloso Laceci
De vez en cuando hay que dedicarse a las delicias de los juegos para ver que no todo es meter... buena iniciativa!
variedad de actitudes.
actitudes sorpresa.
otra manera de disfrutar.
delicioso relato.
Que difícil o fácil resulta mantener la pasión en pareja. Esos polvos prohibidos, cambiantes, y exóticos son los mejores. Sea paja, o sea polvo.
Enhorabuena!.
Hace poco que encontré vuestro Blog, veo que sois de los nuestros.
Salu2
By Pj.
Yo tengo la respuesta:HIJOS..!!
Quedas linkada en mi nuevo blog en el que todavía no tengo claro qué haré. No cnocía estas Salidas más que de oidas. Yo jugaba sexualmente al Scrable. Otro día te digo las reglas a añadir.
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